CUANDO ASOMABA muy complicado el panorama para el proyecto de reforma de la salud en plenaria de la Cámara porque, de un lado, se demoró en iniciar el segundo debate mientras una subcomisión accidental presentaba un informe que -se esperaba- propusiera grandes ajustes al texto y, por otra parte, el Gobierno no tenía los votos suficientes para impulsar la iniciativa, surgió la mano del Partido Liberal para empezar a salvar el quórum y, más determinante aún, votar a favor. Ello explica porque entre lunes y martes ya se aprobó el 40% del articulado, aunque faltan los temas más polémicos, lo cual se haría solo después de los comicios del 29 de octubre.
Este hecho ha llamado la atención porque el Partido Liberal institucionalmente ha sido uno de los grandes críticos de la reforma a la salud en los términos que plantea el gobierno del presidente Petro. Reiteradamente la colectividad ha advertido que cambios drásticos como la eliminación de las EPS y la estatización de aspectos clave del esquema, como el aseguramiento financiero y el manejo de los recursos en cabeza de la Adres, pondrían en peligro el sistema.
De hecho, el expresidente César Gaviria, jefe de la colectividad y padre del actual sistema de salud, porque se constituyó en su gobierno a partir de la aprobación de la Ley 100, ha manifestado grandes desacuerdos con este proyecto y controvertido directamente con el presidente Petro.
En mayo pasado, por ejemplo, Gaviria en un documento que tituló "Por qué el proyecto de ley de reforma a la salud destruye el sistema", indicó que “colocaría en alto riesgo financiero al sistema de salud y al final perjudicará el derecho fundamental a la salud de todos”.
Esta postura crítica a la reforma y la insistencia en pedir al Gobierno modificarla, fue lo que llevó finalmente a este partido prácticamente fuera expulsado de la coalición oficialista. Sin embargo, a diferencia de conservadores y La U, que pasaron a ser independientes, el partido de las toldas rojas sigue como gobiernista.
Incluso antes de que se votara el proyecto en primer debate en la Comisión Séptima de la Cámara, en abril pasado, el expresidente Gaviria advirtió a los parlamentarios cuál debería ser el sentido de su voto. Esto después de que el Gobierno no recogió las propuestas para modificar el texto que presentaron los partidos Liberal, Conservador y La U.
“El director del Partido Liberal se permite informar que se aplicarán las sanciones que contemplan los estatutos para quienes se aparten de las decisiones que se consideran de bancada", dijo un comunicado de la colectividad roja.
La reforma, como se recuerda, pasó ‘raspando’ en la Comisión Séptima, a pesar del voto negativo de los conservadores, La U, y los liberales, con excepción de la representante María Eugenia Lopera, quien fue en contravía de la directriz que trazó Gaviria.
Con una coalición minoritaria se daba por seguro que el Gobierno no tenía los votos para imponer esta reforma ni tampoco las pensional y laboral, así como de otros proyectos clave para la Casa de Nariño.
Sin embargo, aunque ya para entonces era claro que conservadores y La U no votarían a favor esas iniciativas, a menos que fueran concertadas y corregidas, lo cual nunca ocurrió, los liberales se mantenían dubitativos, ya que no solo se quedaron en la coalición, sino que había una clara división entre los que querían partir cobijas con el Gobierno y los que, convencidos uno a uno por el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, querían mantenerse oficialistas. Ya desde entonces se hablaba de 'mermelada' presupuestal y burocrática para estos últimos.
Una muestra de que al menos la mitad de los integrantes de las bancadas liberales en Senado y Cámara dejaron de jugar en las filas del Gobierno, es que a finales de la pasada legislatura permitieron que se hundiera en octavo debate la reforma constitucional para permitir el uso recreativo del cannabis en adultos.
También que fuera derrotada Angélica Lozano en su aspiración a presidir el Senado en la segunda legislatura, pese a que la apoyaba el Gobierno. Resultó elegido Iván Name, de la Alianza Verde, que contó con el apoyo de oposición, independientes y algunos liberales.
La votación
El pasado lunes se inició en plenaria de Cámara la votación de la reforma a la salud en segundo debate, en donde los parlamentarios de oposición e independientes reiteraron su inconformismo por los escasos cambios que planteó la comisión accidental en su informe.
Incluso pidieron tiempo para analizar los alcances del mismo, lo cual fue rechazado por el oficialismo, forzando así el inicio de la votación. También se pidió analizar artículo por artículo, pero tampoco progresó esa solicitud.
Ante ello, el Centro Democrático, Cambio Radical y la U se jugaron otra ficha en su intento por frenar el debate de una reforma que consideran lesiva: abandonaron el Salón Elíptico buscando romper el quórum, retirando a sus 49 parlamentarios.
Sin embargo, el debate no se truncó, porque el Partido Liberal sostuvo el quórum con sus 32 representantes. Por lo cual, al Centro Democrático, Cambio Radical y la U no les quedó otra que retornar y dar la pelea en la plenaria.
El representante Andrés Forero, del uribismo, advirtió que “sigue avanzando la aprobación de la improvisada reforma a la salud de Gustavo Petro. El Partido Liberal sigue destruyendo su propia obra garantizando mayorías para demoler el sistema que creó hace 30 años”.
En los 63 artículos de la reforma de salud que han sido aprobados hasta el momento en segundo debate, la votación en promedio ha sido 80 a favor y 50 en contra. Ello indica que al menos 20 de los 32 liberales en Cámara están respaldando el proyecto, comenzando por el presidente de la Corporación, Andrés Calle, quien es considerado muy cercano al Gobierno.
Se conoció, incluso, que al comienzo de esta semana, el expresidente Gaviria citó a una reunión de bancada de la Cámara para manifestar su preocupación por el apoyo que le están dando los parlamentarios liberales a la reforma, pero asistieron solo 4 representantes.
En los corrillos del Congreso, crecen los rumores en torno a que el Gobierno está repartiendo ‘mermelada’ para hacer avanzar la reforma. En el caso de los liberales, cabe recordar que la Corte abrió indagación hace unos meses a 19 parlamentarios de esta colectividad, después de que el entonces presidente del Fondo Nacional del Ahorro, Gilberto Rondón, aceptó que recibió hojas de vida.
Si bien Rondón, quien se cayó por este escándalo, no dijo que esas hojas de vida eran una contraprestación por apoyar esta reforma, la oposición política sí lo cree.
Así mismo se conoció en las últimas horas que Orlando Velandia sería designado por el Gobierno como presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos. Venía desempeñándose en la Superintendencia de Servicios Públicos como superintendente de Energía y Gas. Este ingeniero, quien ya estuvo en la agencia como presidente entre 2016 y 2018 (gobierno Santos), fue representante a la Cámara por el Partido Liberal años atrás.
Aun no se sabe si Gaviria aprobó esta designación o si Velandia llegaría a título personal por ser un experto en temas energéticos y de hidrocarburos.
Frente a las críticas de la oposición, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, mencionó el pasado miércoles que el avance de la reforma se debe al apoyo de la bancada de gobierno, "no es mermelada", sostuvo.
¿Qué tanto es el apoyo liberal a esta reforma? Se sabrá después de las elecciones regionales, cuando el debate se retome en la plenaria de la Cámara. Como se dijo, faltan por votar los temas más fuertes, como la eliminación de las EPS, la creación de los Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS) y otros asuntos clave en materia financiera, los más criticados por Gaviria.
Por ahora hay expectativa en lo que haga el expresidente frente a los parlamentarios 'rebeldes', si es lo que lo son, ya que hay congresistas de oposición e independientes que señalan que el silencio del exmandatario esta semana frente a su bancada en la Cámara podría evidenciar que sí hay un acuerdo oficial con el Gobierno, pero solo se anunciaría después de elecciones regionales y locales para evitar un castigo en las urnas a los candidatos rojos.
Lo que viene en Senado
Se espera que la semana entrante la reforma de salud termine de ser aprobada en la Cámara.
En Senado el proyecto arranca en la Comisión Séptima, en donde el Gobierno tendría 7 votos de los 14 integrantes de esta célula, ello contando con que el liberal Miguel Pinto eventualmente apoye la reforma.
En plenaria el Gobierno la tiene muy complicada para aprobar la reforma porque, incluyendo los liberales, llegaría a 50 votos; mientras que la oposición e independientes suman 56.