Petrismo versus antipetrismo: nuevo norte de la campaña | El Nuevo Siglo
LA CARRERA por la Casa de Nariño entró anoche en un escenario en donde hay dos corrientes exclusivas y excluyentes.
Lunes, 14 de Marzo de 2022
Redacción Política

La campaña presidencial entra a partir de hoy en un nuevo escenario: el de la polarización. Se vienen varias semanas en las que todas las movidas políticas y electorales se reducirán a un solo elemento: el fortalecimiento de los bloques petrista y antipetrista.

Si algo dejó en claro la votación de las consultas interpartidistas es que la intención de presentarle al país tres alternativas como posible hoja de ruta para el próximo cuatrienio, quedó sin mayor sustento político viable.

La baja votación de la coalición de la Centro Esperanza (que a duras penas pasó de 2,2 millones de sufragios) así como la también reducida votación de Sergio Fajardo (723 mil respaldos), ponen de presente que la intención de este sector político de erigirse como una tercería entre el continuismo de la centroderecha y el viraje a la izquierda no tiene la suficiente sintonía entre las mayorías ciudadanas.

Por más interpretaciones que se quieran dar a los resultados de ayer, es evidente que las consultas tuvieron más de 12 millones de votos, de los cuales el 48% se inclinó por los candidatos del Pacto Histórico, un 34% optó por los aspirantes de Equipo por Colombia y apenas un 18% se mostró a favor de la Centro Esperanza.

Esto bien se puede traducir de la siguiente manera: casi la mitad de los votantes está a favor del discurso de cambio que enarbola el petrismo, un poco más de la tercera parte es partidaria de mantener el rumbo del país en el espectro de la centro-derecha, en tanto que solo muy pocos se ubican en la opción de centro que Fajardo, Juan Manuel Galán, Alejandro Gaviria, Carlos Amaya y Jorge Enrique Robledo llevan meses tratando de impulsar entre la ciudadanía.

Todo esto lleva a que la campaña, tal como sucedió hace cuatro años, entre ahora en un escenario más marcado de polarización en donde las dos fuerzas en competencia serán el petrismo y el antipetrismo, y toda alianza, coalición o movida política electoral estará finalmente sujeta a esa circunstancia.

Centro-derecha

La votación lograda ayer por Federico Gutiérrez, que con 2,1 millones de votos se impuso en la coalición de Equipo por Colombia, sacando una amplia ventaja a Alejandro Char y David Barguil, es claro que lo posiciona como el aspirante antipetrista con más opciones.

Si bien es cierto que esta sobre el tapete la candidatura de Oscar Iván Zuluaga, a nombre del Centro Democrático, y que éste ha dicho reiteradamente que irá directo a la primera vuelta, no se puede desconocer que el exalcalde de Medellín sacó ayer más votación que toda la lista del Centro Democrático al Senado, que sumó un poco más de 1,9 millones de votos.

Es decir, entonces, que Gutiérrez tiene más plante electoral que Zuluaga. También resulta evidente que por el exalcalde de Medellín votó una gran parte de las bases uribistas y que anoche mismo ya algunos dirigentes y congresistas de esa colectividad ponían sobre el tapete la opción de que su candidato oficial diera un paso al costado a favor del líder de Equipo por Colombia, ya que esta coalición terminó sumando 4,1 millones de votos, lo que sin duda es el potencial electoral más fuerte que tiene el país para tratar de derrotar a Petro, en primera o segunda vueltas.

Si bien es cierto que el candidato presidencial independiente Rodolfo Hernández viene figurando segundo o tercero en las encuestas, es probable que esto cambie a partir de las realidades políticas que se concretaron en la votación de las consultas ayer. En otras palabras, que el exalcalde de Bucaramanga se empezará a debilitar en los sondeos y parte importante de sus apoyos virará hacia Gutiérrez y un poco menos hacia Petro.



Matemáticamente darle la fórmula vicepresidencial de Gutiérrez al uribismo, ya sea postulando a Zuluaga o a perfiles como los de la senadora María Fernanda Cabal, puede resultar atractivo en aras de poder frenar el potencial de Petro y el Pacto. Sin embargo, resulta claro que ya el uribismo se hizo contar en parte en las consultas de ayer y, en ese orden de ideas, no sería mucho lo que le sume ahora en adelante al exalcalde de Medellín.

Eso lleva a que Gutiérrez y su coalición piensen en que lo más conveniente en estos momentos sería buscar un perfil de centro que le permita sumar una parte de la votación de la Centro Esperanza o de sectores que consideren que, literalmente, hay que votar por quién tenga la posibilidad de evitar que la izquierda llegue a la Casa de Nariño.

Aunque Fajardo dijo anoche que espera poder hacer un borrón y cuenta nueva y relanzar su campaña con apoyo de la coalición de Centro Esperanza, resulta claro que esta tarea no será fácil por la evidente percepción de debilidad que quedó alrededor de su fuerza como candidato y la capacidad misma de ese bloque para superar sus evidentes diferencias internas.

Es más, no pocos analistas advertían anoche que es muy posible que Fajardo sea blanco de una campaña de “voto útil”, en la que sectores petristas y antipetristas traten de convencer a sus seguidores de que apostar por una tercería en estos momentos no es lógico y que lo mejor es jugarse por alguna de las dos opciones con viabilidad que hay sobre la mesa para la sucesión de Iván Duque.

Centro-izquierda

Si algo quedó patente de las afirmaciones anoche de Petro es que va a apostar por tratar de ganar en primera vuelta, muy posiblemente porque considera que llegar a segunda le significa un riesgo muy alto por cuanto le da más posibilidades al antipetrismo de estructurarse para tratar de frenarlo en las urnas.

El líder del Pacto Histórico sabe que los 4,4 millones de votos que logró ayer a su nombre y los 5,8 millones que sacó la totalidad de la coalición, no le son suficientes para poder apostar a que el 29 de mayo podrá sumar la mitad más uno de los votos en la primera ronda por la Casa de Nariño.

Por lo mismo, es muy posible que jugará sus cartas a dos estrategias, La primera, la ya mencionada del “voto útil” para tratar de ‘reclutar’ votos del centro y la centro-izquierda fajardista. Y, segundo, apostará a concretar una alianza con el Partido Liberal que fue, tras los conservadores y el propio Pacto, una de las colectividades con mejor desempeño en las parlamentarias.

De hecho anoche se rumoraba que el expresidente César Gaviria estaba en contacto con el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, y que esto iría en la dirección de auscultar la posibilidad de que la esposa del mandatario antioqueño pudiera presentarse como una eventual fórmula vicepresidencial para Petro, con el apoyo de las toldas rojas. La idea sería competir así por el voto paisa, que hoy está marcadamente matriculado con Gutiérrez y en menor proporción con Fajardo.

Como se ve, la campaña entró en una etapa de polarización y coalicionismo en la que es muy seguro que las posturas intermedias vayan perdiendo eco y, por el contrario, se macartice todo el debate político entre quienes están con el petrismo y quienes no. Así de sencillo.