Portela: automatizar elecciones no debe ser solo en voto electrónico | El Nuevo Siglo
Alfonso Portela, exregistrador Delegado para lo Electoral. /Registraduría
Miércoles, 3 de Mayo de 2023
Redacción Política

Avanza en el Congreso la discusión de la reforma al Código Electoral, donde hay polémica, entre varios, sobre implementar o no el voto electrónico.

Sobre el particular, el exregistrador Delegado para lo Electoral, Alfonso Portela, indicó que es clave automatizar el proceso, donde el voto electrónico es apenas una parte.

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué destaca de la reforma al Código Electoral que tramita el Congreso?

ALFONSO PORTELA: ‘Amén’ de la parte estructural o burocrática que tiene el Código, me refiero directamente a algunas normas de corte electoral que vienen en beneficio del proceso, tales como la automatización, la ampliación del horario de votación, la posibilidad de que la Registraduría pueda crear puestos o abrir mesas de votación en lugares distintos a la rigidez que tiene el Código que, actualmente nos rige, el tema de paridad de género. Esas son, entre otras, aspectos importantes en el Código Electoral que le vienen bien a nuestro sistema.

ENS: ¿Por qué ha demorado tanto reformar el Código Electoral y todavía se tiene el de 1986, que de contera fue expedido vía decreto?

AP: Si bien es cierto el Código en su gran mayoría pesa en el Código del 86, no hay que desconocer que la Constitución del 91 obligó algunas reformas que hoy por hoy son las que gobiernan gran parte del proceso nuestro, porque no podemos desconocer la Ley 128 del 94, 130, 131, 134, 136, 163 del 94, que fueron también reformas importantísimas en materia electoral.

Después vienen los actos legislativos 01 de 2003, 02 del 2009, la Ley 1475 del 2011, en fin, prácticamente la cantidad de normas que transformaron mucho el sistema electoral y lo adecuaron a la Constitución del 91.

Sí hay ciertos aspectos, especialmente procedimentales, que están gobernados por el Decreto del 86, pero la gran mayoría de las normas importantes en materia electoral hoy son de 1994, de 2011. “Lo que pasa es que hay una dispersión de normas bastante amplia, y lo que el Código está intentando hacer es compilarlas para que queden en un solo documento”.

ENS: La reforma establece que los ciudadanos que cambien de ciudad de residencia, informen a la Registraduría en cierto plazo o habrá sanciones. ¿Cree que se justifica esta medida?

AP: Creo que eso viene de bien atrás. Si se mira, por ejemplo, la Ley 1475, donde describe el tema del censo electoral y, adicionalmente, describe la forma de ingresar por vía de inscripción, pues el espíritu al final sigue siendo el mismo porque dice que uno solo puede inscribir la cédula cuando cambia de residencia.

Y ese es más o menos el mismo espíritu de lo que se está proponiendo. Lo que pasa es que ya no hablamos de inscripción en la forma que conocemos, sino lo que dice es que cada vez que usted modifique su residencia y vaya a participar en los procesos electorales, está en la obligación de hacer esa actualización.

Si uno la pone en contexto termina siendo idéntico a la inscripción, lo que pasa es que la matrícula tiene unos tiempos, unos formatos distintos, y aquí lo que se busca es que sea permanente en la medida de que la persona cambie de lugar de residencia haga la actualización.

ENS: ¿Cree que vale la pena aumentar el horario de votación en 1 hora, hasta las 5 de la tarde?

AP: Es que el Código del 86 en materia del horario electoral está creado cuando el país no tenía cobertura de electrificación. Entonces en la gran mayoría del territorio nacional se hacía el escrutinio de la mesa con luz natural, por eso íbamos hasta las 4 de la tarde.



Ahorita el país no tiene ese formato, tiene una situación bastante diferente en la cobertura de electrificación. Entonces, fácilmente podemos ampliar el horario de votación, ya sea en una o dos horas, porque eso va a permitir más flexibilidad para la participación.

Siendo así, esto le viene bien a nuestro proceso electoral porque el horario que actualmente lo rige es del siglo pasado.

ENS: ¿Algo que le preocupe del proyecto de reforma al Código Electoral?

AP: Hay una cosa que siempre he dicho que, si no funciona el tema de la actualización, que algunos llaman ‘empadronamiento’, va ligada a la selección de jurados de votación, porque dice que los jurados de votación deben provenir del censo electoral. Y para nadie es un secreto que muchos colombianos están en el censo electoral y ya no residen en el lugar donde están censados. ‘Hay una cantidad de gente en el exterior’.

Entonces, si esa actualización la gente no la hace, se somete a la multa o no le importa, sencillamente una persona que esté, por ejemplo, en Miami, pero está en el censo de Colombia, puede resultar elegida jurado de votación en una mesa en Bogotá, y va a terminar sancionada.

ENS: Se discute aprobar en el Código el voto electrónico. Hay congresistas que dicen que este sistema está siendo desestimulado en otros países. ¿Qué piensa al respecto?

AP: Creo que automatizar el proceso electoral no solo se debe circunscribir al voto electrónico, es que hay muchos procedimientos. Por ejemplo, la biometría es automatización, pero no estamos hablando de voto electrónico, lo que pasa es que ayuda a individualizar al electorado.

Una de las cosas que le vendrían bien, sin cambiarle la costumbre a la gente de la manera de votar, es por ejemplo el escrutinio de la mesa. En una elección congresional en una mesa votan por ahí por el 24 % o el 30 % de los candidatos. Quiere decir, que en una planilla de E-14, el 70 % o más tiene que llenarse de asteriscos. Entonces, eso complica más el proceso de resultados.

Sin embargo, si automatizamos el proceso de resultados, que el escrutinio de la mesa salga de manera adecuada, única y exclusivamente con los candidatos que obtuvieron votación, el resto del proceso va a ser mucho más fácil, más efectivo, más transparente.

Por lo tanto, si se va a implementar votación electrónica, pues se va a implementar de tal manera que el ciudadano no lo rechace, sino que vaya de una manera gradual sin cambiar las costumbres.