Después de 25 días de que el Congreso de la República aprobara la reforma tributaria, EL NUEVO SIGLO conoció que el presidente Gustavo Petro sancionará hoy en la tarde el proyecto de ley con el que el Gobierno pretende recaudar cerca de $20 billones, cifra histórica, teniendo en cuenta los últimos recaudos, que oscilaban entre $7,1 y $12,5 billones.

De acuerdo con el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, solo hasta el pasado viernes 9 de diciembre el proyecto llegó al escritorio del presidente Petro, al igual que sucedió con la Ley de regalías. La aclaración por parte del jefe de la cartera se da luego de varios cuestionamientos a las razones por las cuales el presidente aún no ha sancionado la reforma tributaria.

Cabe mencionar que, según el artículo 166 de la Constitución Política, “el Gobierno dispone del término de seis días (hábiles) para devolver con objeciones cualquier proyecto cuando no conste de más de veinte artículos; de diez días, cuando el proyecto contenga de veintiuno a cincuenta artículos; y hasta de veinte días cuando los artículos sean más de cincuenta”. En el caso de la tributaria aplicarían los 20 días.

El pasado 17 de noviembre la Cámara de Representantes aprobó a ‘pupitrazo’ la conciliación de la reforma tributaria del Gobierno, con 122 votos a favor y 27 en contra. El Senado, por su parte, le dio luz verde el pasado 9 de noviembre con 61 votos por el sí y 20 por el no. 

Esta reforma tributaria del actual Gobierno sin duda es una de las más ambiciosas. De acuerdo con el Ejecutivo, los recursos que se esperan son de $20 billones para el primer año y permitirá hacer las reformas del cambio e invertir en los proyectos sociales.

Según el ministro del Interior, Alfonso Prada, “es una reforma progresiva, justa, que invita a aportar a los que más tienen y es un mensaje de gran apoyo y de enorme responsabilidad. Es un gran apoyo para el Gobierno del cambio”.

Por su parte, el ministro Ocampo insiste en que la reforma es "un gran avance en materia, no solamente tributaria, sino del financiamiento del gasto público que pondrá en marcha el Gobierno. Espero que sigamos adelante en esa tarea de trabajar en conjunto con otros proyectos de ley que tendremos sobre la marcha".

Ocampo señaló que entre los sectores que más se beneficiaron se destacan los correspondientes a programas para fortalecer el agro, la salud, la educación, vivienda y acueductos, cultura, deporte, entre otros.

Sector de hidrocarburos

El impuesto a los hidrocarburos fue uno de los más controversiales durante la discusión del proyecto de ley. De acuerdo con el jefe de la cartera, hubo varias imprecisiones acerca del sector petrolero y minero, sobre todo cuando se dijo que la sobretasa de bonanza y la no deducibilidad de regalías generarían tasas de tributación superiores al 70 % en los sectores de extracción de petróleo y carbón.

Señala que, según cálculos de la Dirección General de Política Macroeconómica (DGPM), la tasa de tributación del impuesto de renta del sector de petróleo pasaría de menos de 30 % a entre 34 % (en el caso de que los precios internacionales prescriban una sobretasa de 0 %) y 47 % (máxima sobretasa de 15 %). En el caso del carbón, la tasa de tributación pasaría de 36 % a entre 43 % (sobretasa de 0 %) y 56 % (sobretasa máxima de 10 %).

Estos rangos corresponden a entre 50 % y 56 % en el caso del sector de petróleo, y entre 49 % y 63 % para la producción de carbón, cuando se tienen en cuenta la no deducibilidad de las regalías y el aumento de la retención de dividendos del 10 % al 20 %, para las filiales de firmas extranjeras que operan en el sector.

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Si bien el incremento en este impuesto afecta la carga tributaria del sector, es importante destacar que es deducible en la mayoría de las jurisdicciones en las que se giran estos dividendos, y además genera incentivo a la reinversión de utilidades.

Sostiene el Ministerio que es importante tener en cuenta que, dado que las inversiones en exploración y extracción de crudo toman entre cuatro y cinco años en generar incrementos en la producción, la tasa efectiva de tributación relevante a la hora de tomar estas decisiones de inversión no es consistente con los niveles actuales de precios, o con la sobretasa máxima de renta.

Otros impuestos

Entre otros impuestos que quedaron dentro de la reforma tributaria que empezará a regir a partir del 1 de enero del próximo año, está el de los plásticos de un solo uso, como envases, embalajes y empaques, que tengan un equivalente a 1,9 pesos por gramo de plástico utilizado.

De otro lado, las hidroeléctricas quedaron con una sobretasa temporal del 2023 al 2026 de 3 puntos, es decir, de 38 %, mientras que las entidades financieras asumirán otra que llegará a los 5 puntos, esto es, a 40 %.

En cuanto al impuesto al patrimonio, este será progresivo con tarifas marginales: de 0,5 % para los de más de $3.000 millones; de 1 % para los de más de $5.000 millones y de 1,5 % para los de más de $10.000 millones.

Bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados

De otro lado, se aprobó, aunque con una gran discusión, el impuesto a bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados.

De acuerdo con el Gobierno, con estos impuestos se busca desincentivar el consumo de alimentos que aportan poco a la nutrición y afectan la salud por su alto contenido de azúcar, sodio o grasas.

En cuanto a las bebidas azucaradas el Congreso aprobó el gravamen, aunque en una versión menos estricta: se cobrará a las bebidas que tengan un nivel de azúcar más alto del inicialmente propuesto.

Cabe recordar que este impuesto quedará vigente hasta noviembre del próximo año y no desde el 1 de enero como el resto de artículos. De acuerdo con Ocampo, la decisión de que el cobro no sea a partir del 1 de enero de 2023, como el resto de la reforma, se tomó para mitigar el impacto que ya viven los colombianos por cuenta de la inflación.

Cabe anotar que habrá exclusión del pan, la leche, la miel, las obleas, el yogurt y el bocadillo, aunque continuaría la tributación en productos ultraprocesados de pastelería y galletería.

De acuerdo con algunos representantes a la Cámara esto sería un alivio para el bolsillo de los colombianos, ya que es uno de los productos más consumidos por los hogares. Además, aliviaría la carga tributaria a las panaderías de barrio.

Esta reforma sin duda es uno de los proyectos bandera del actual Gobierno y se espera que a la cabeza de José Antonio Ocampo se logre el recaudo estimado.