Las sesiones virtuales del Congreso debido a la pandemia fueron muy criticadas por algunos porque le quitarían peso al debate y al control político. No obstante para la investigadora de Congreso Visible, Viviana Sarmiento, este sistema frenó el ausentismo.

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué expectativas tienen sobre la producción del Congreso en esta legislatura?

VIVIANA SARMIENTO: Por un lado que empieza la campaña electoral del 2022 ya en forma y van a haber congresistas buscando su reelección, otros que no, otros que van a dar un salto al Senado, otros que se retiran del Congreso y otros que hasta quieren ser presidentes. Eso implica que va a haber tiempo de los congresistas que se va a invertir en la campaña. 

Por el otro lado también coincide con que estamos en el regreso a la presencialidad en las sesiones, y eso es importante en cuanto a que por la pandemia veníamos teniendo sesiones virtuales o semipresenciales, y eso había permitido en medio de todo que se contara con presencia de la mayoría de los congresistas en la mayoría de sesiones.

 Entonces se lograba quorum, a veces uno veía que ellos estaban sesionando desde el carro,  desde la casa, pero la virtualidad permitía que no se podía llegar con la excusa es que ‘no puedo estar en la sesión’. Luego que si pasa a la presencialidad, implica que ellos saquen excusas médicas o cosas así.

Otra cosa que pasa es que el fuerte de la campaña, que es de enero a marzo, coincide con la pausa legislativa de enero a marzo. Entonces por ese lado ese período no sería afectado en cuanto a la reelección de ellos, pero sí se va a ver afectada por la campaña presidencial donde los congresistas son fundamentales para conseguir votos en las regiones.  

Respecto a la agenda también viene toda la cuestión de que los que se quieran reelegir y sientan que no han dado resultados, van a tener muchísimos más intereses en hacerse notar en lo que queda de esta legislatura,  al menos de aquí a diciembre, que sería el tiempo que tendrían para hacerlo porque en enero y febrero no sesionan y la campaña se acaba en marzo con la elección.

Entonces sí tienen interés en sacar cosas importantes de aquí a diciembre, el problema es que se cruza esto con algo que pasa todos los años, que es sacar el Presupuesto General de la Nación;  y por el otro lado se cruza también con la agenda que tengan el Gobierno y otras organizaciones e instituciones que radiquen proyectos de ley.

ENS: ¿Y ve la posibilidad de que se haga una reforma de peso?

VS: El gobierno de Duque se quedó totalmente sin gasolina,  por un lado el paro que lo afectó a nivel de imagen y, por el otro lado, toda esta estrategia de no dar mermelada que se volvió 'listo no doy la mermelada a los partidos sino individualmente a cada congresista’, que también ha implicado un desgaste muy grande en el Legislativo y por eso fue que este Gobierno al principio no tuvo tan buenos resultados.

Además la agenda del Gobierno sigue siendo bastante ambiciosa,  en cuanto a reformas, que quieren sacar las más ambiciosas y las más importantes. Las que creo que el Gobierno le va a meter más presión al Congreso para poder sacar, van a ser la reforma tributaria, que  precisamente pasó primero y tercer debate,  entonces va por buen camino para que se apruebe, y por el otro lado la reforma policial.

ENS: ¿Cómo ve el futuro de esta última iniciativa?

VS: Es una reforma que se ha hablado mucho, de la que el Gobierno le ha dado por todo lo que pasó en el paro y por lo que se viene hablando de la Policía, la crisis de imagen, que viene de años atrás porque las encuestas lo demuestran pero que obviamente desde 2020 cuando pasó el caso del asesinato de Ordóñez en Bogotá, pues la imagen de la Policía se ha visto más afectada y con el paro ya fue el punto más álgido en el debate sobre si había una necesidad de reformar la Policía.

El Gobierno tiene su reforma y la oposición tiene su contrarreforma, obviamente a la que se le va a poner más interés es a la del Gobierno porque tiene esa capacidad de poner mensaje de urgencia y tiene una coalición más grande que la coalición de oposición, y por eso uno creería que tiene muchísimas más posibilidades de éxito la reforma que propone el Gobierno.