¿Se ha desgastado el mensaje de urgencia en el Congreso? | El Nuevo Siglo
Foto Cámara
Martes, 15 de Junio de 2021
Redacción Política

Como lo ha publicado EL NUEVO SIGLO, en esta legislatura el Gobierno ha enviado ocho mensajes de urgencia sobre proyectos que se tramitan en el Congreso, lo que debería ser una manifestación clara para la coalición oficialista del interés del Ejecutivo por agilizar el respectivo trámite.

Sin embargo, ese efecto no se cumplió en todos los casos, siendo quizás el más relevante el de la ratificación del Acuerdo de Escazú, que lleva más de un año sin ser discutido formalmente.

¿Se ha desgastado la figura? Para el senador John Harold Suárez, del Centro Democrático, eso no es así.

“No se puede afirmar que la figura del mensaje de urgencia esté desgastada, esta sigue teniendo la misma importancia”, le precisó a este Diario, agregando que “debemos tener en cuenta que en la gran mayoría de proyectos de ley radicados por el Gobierno nacional son de gran importancia para el país, y no pueden ser analizados, estudiados y aprobados con premura”.

“En algunos es de vital importancia la participación ciudadana, por ello se han prolongado más de los 30 días”, sostuvo.

Tal es el caso, precisamente, del Acuerdo de Escazú, iniciativa que cuenta con ponencias positiva y negativa desde noviembre, mes en que se trató por última vez el tema en las comisiones segundas conjuntas de Senado y Cámara. La buena noticia es que para el jueves las células legislativas están citadas para debatir el proyecto.

El Acuerdo de Escazú, sobre acceso adecuado de los ciudadanos a la información, participación en la toma de decisiones y acceso a la justicia en asuntos ambientales, fue firmado por Colombia en marzo de 2018 y llevado al Congreso el pasado 20 de julio para su correspondiente ratificación.

Hace 15 días, el presidente de la Comisión Segunda del Senado, Juan Diego Gómez, del Partido Conservador, le expresó a este Medio que la iniciativa “se va a someter a discusión en los próximos días” y que “se está buscando a través de los foros encontrar un camino que dé mayor tranquilidad al Congreso para poder avanzar en el proyecto, que creemos que es un proyecto que en términos de protección de líderes ambientales es importante para el país”.



Gobernabilidad

Pero otra posible explicación de lo que está pasando, ya que de las ocho iniciativas que han recibido mensaje de urgencia en esta legislatura, solo cuatro avanzan sin problemas, dos están estancadas y otras dos se hundieron.

Esto podría ser un síntoma de una gobernabilidad débil en el Congreso.

Como lo relacionó el año pasado en un informe sobre la segunda legislatura del presente cuatrienio la investigadora de Congreso Visible, Daniela Moreno, “la situación política del Gobierno para tramitar leyes y tener el apoyo político de los partidos políticos que se habían alineado a su agenda política no surtía efecto en el Congreso, por lo cual padeció un impasse que obstaculizó su agenda”.

Citando literatura al respecto, Moreno señaló que “se deben considerar tres dimensiones para entender el posicionamiento de una agenda política en la rama legislativa para que, finalmente, no solo sea debatida sino también controlada por quien la propone: (i) cohesión partidista mayoritaria en las instituciones políticas (ii) prerrogativas institucionales del proceso legislativo y (iii) el posicionamiento ideológico de los actores involucrados en el proceso legislativo”.

En diciembre de 2019, el entonces presidente del Senado, Lidio García, del Partido Liberal, le dijo a este Diario que “el Gobierno no tiene unas mayorías contundentes” en el Congreso “porque creo que no se ha puesto a hacer política y para gobernar hay que hacer política”; anotó que el presidente Iván Duque “tiene un estilo muy particular” de relacionarse con el Congreso que, en cierta manera, le ha dado resultado, pero que “esto cada día se pone más difícil y hay que tener mayorías. Un Gobierno necesita tener mayorías. Un Gobierno necesita tener gobernabilidad. Y la gobernabilidad es invitar a los otros partidos. Y no es mermelada”.

Se sabe que la bancada oficialista tiene 137 integrantes, según la sumatoria de los senadores y representantes del Centro Democrático, La U, conservadores, MIRA, Colombia Justa Libres y ASI. En ambas cámaras tiene mayorías muy ajustadas, lo que trató de solventarse con ajustes ministeriales que atrajeran a Cambio Radical, colectividad que sin embargo se mantuvo independiente.

 

Paro nacional

Por cierto, que las dos iniciativas con mensaje de urgencia que se hundieron, las reformas tributaria y a la salud, tuvieron como contexto el paro nacional que estalló el 28 de abril; la primera fue retirada por el Gobierno y la segunda fue perdiendo, una tras otra, el respaldo de las bancadas, a tal punto que el 20 de mayo en la sesión conjunta de las comisiones séptimas solo la bancada de Cambio Radical votó negativamente la proposición de archivo.

Precisamente, el presidente de la Comisión Cuarta del Senado, Carlos Abraham Jiménez, de Cambio Radical, le señaló a este Medio que “el mensaje de urgencia es superimportante porque reduce los tiempos”, pero opinó que por el paro, después del 28 de abril, el Congreso empezó a no legislar, de manera que estos proyectos “se cayeron o no se tramitaron fue más por la protesta social que por otra cosa”.

Entre las iniciativas que ya quedaron en manos de las plenarias de Senado y Cámara está la definición de la base gravable de la sobretasa a la gasolina, con el objetivo de subsanar la inexequiblilidad declarada por la Corte Constitucional sobre el artículo 121 de la Ley 488 de 1998.

También pasó a plenarias, aunque en medio de polémicas, el proyecto que reforma el Código Disciplinario, que cuenta con mensaje de urgencia desde el 9 de abril. El articulado llevado por la procuradora Margarita Cabello busca responder a los requerimientos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos acerca de los procesos disciplinarios que se pueden adelantar a todos los servidores públicos, incluidos los de elección popular.

También gozan de buena salud el proyecto sobre transición energética (que pretende reducir las emisiones contaminantes provenientes de combustibles fósiles con el fin de resguardar los derechos fundamentales a la vida, la salud y fortalecer el sector energético del país como parte de la reactivación económica que hoy se requiere) y la reglamentación de la reforma constitucional que restableció en Colombia la cadena perpetua para violadores y asesinos de niños, niñas y adolescentes; la primera iniciativa ya está agendada en la plenaria de la Cámara y la segunda en la de Senado.



 

Estancado

Además de la ya mencionada ratificación del Acuerdo de Escazú, también está estancado, esta vez en las comisiones sextas de Senado y Cámara, el proyecto que establece “el régimen regulatorio del sector transporte, incluyendo las faltas, sanciones, autoridades competentes y el procedimiento administrativo, así como las disposiciones relacionadas con la protección a los usuarios del servicio de transporte, servicios conexos y complementarios”.

La iniciativa recibió mensaje de urgencia el 23 de marzo, pero el senador Iván Darío Agudelo, del Partido Liberal, autor del proyecto con apoyo de 23 congresistas más, le planteó a este Medio que inexplicablemente, tras desarrollar con el senador Antonio Zabaraín, de Cambio Radical, en calidad de coordinadores ponentes, “un amplio trabajo” que ya estaba en etapa de redactar la ponencia, la presidenta de la Comisión Sexta del Senado, Amanda González, del Centro Democrático, “decidió revocar la designación y días después se autoasignó la coordinación de la ponencia, por lo que ya no está bajo mi responsabilidad radicar la misma”.

Como se ve, al menos en esta legislatura, no se ha dado cabal cumplimiento a lo previsto en el artículo 163 de la Constitución que faculta al Ejecutivo a enviar mensaje de urgencia para darle prioridad a un proyecto y agilizar su trámite en el Congreso, permitiendo que sesionen conjuntamente las respectivas comisiones y luego las plenarias de Senado y Cámara puedan, si a bien lo tienen, sesionar al mismo tiempo, pero cada una por aparte.