Se logró objetivo de convocar la Constituyente: Barrios | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 16 de Junio de 2021
Redacción Política

La hoy directora de la Misión de Observación Electoral, Alejandra Barrios Cabrera recuerda, 30 años después, cómo se logró la convocatoria a la constituyente que elaboró nuestra actual Carta Política.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo surgió el movimiento Séptima Papeleta?

ALEJANDRA BARRIOS CABRERA: Había un grupo de estudio de las Universidades Javeriana y El Rosario, era un grupo que lideraba Fernando Carrillo. Era un grupo grande que promovía la idea de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, y vió la posibilidad de introducir una séptima papeleta en las elecciones (del 11 de marzo 1990).

Eso podía producir dos hechos: que la Corte Suprema, en ese momento no existía la Corte Constitucional, autorizara al Consejo Electoral contar todo lo que había en la urna, porque se supone que la urna es un universo y hay que dar cuenta de todo lo que allí esté. O, segundo, generar un hecho político que hace que presione para que sea tenido en cuenta de una forma diferente de poder convocar a una Asamblea Nacional Constituyente.

ENS: ¿Antes hubo intentos de reforma a la Constitución?

ABC: En esa época la única vía de reformar la Constitución era por el Congreso de la República, no había más mecanismo. Entonces se tomó la decisión de promover la séptima papeleta porque además se recibió el apoyo de medios, empresarios, universidades, etc., entonces se dio ese primer golpe de opinión.

ENS: ¿Por qué el movimiento estudiantil se llamó Séptima Papeleta?

ABC: Porque para esas elecciones había seis papeletas: Cámara, Senado, Concejo, Alcaldía y otra, y la de los estudiantes. Antes de eso hubo otros intentos pero infructuosos porque no autorizaron el conteo de las papeletas.

ENS: ¿Participaron universidades de todo el país?

ABC: Claro que sí, en todo el país los estudiantes de universidades hacían asambleas, reuniones, etc.  Desde el Amazonas hasta La Guajira se movilizaban en favor de esa Asamblea Constituyente.

ENS: ¿Qué papel jugó usted en ese movimiento estudiantil?

ABC: En Bogotá estaba un equipo donde estaba Claudia López (hoy alcaldesa); Catalina Botero (hoy en la CIDH); Gustavo Salazar (magistrado de la JEP); además los líderes Fabio Villa y Óscar Sánchez, y otros que no recuerdo, que promovíamos la idea de la Séptima Papeleta.

Los de este grupo quizás éramos los más visibles pero no éramos los líderes como tal, porque tradicionalmente los movimientos estudiantiles no tienen ese tipo de liderazgos. Había otro grupo que nos prestó la sede del Cinep donde nos reuníamos constantemente para que el movimiento estudiantil pudiera reunirse.



ENS: ¿Cómo fue el resultado en las urnas?

ABC: En las primeras votaciones, cuando metimos la séptima papeleta, la autoridad electoral no dio la orden de contarlas. Pero nosotros hicimos un cálculo con apoyo de los medios de comunicación y concluimos que fueron como 2,5 millones de papeletas. Pero la verdad nunca se supo.

Para el proceso electoral de 1990 la Corte Suprema dio la orden de contar la séptima papeleta como tal que fue la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente que fue el resultado de un acuerdo político, en ese momento el conteo permitió hacer la convocatoria para elegir a los constituyentes.

ENS: ¿El movimiento estudiantil cumplió su objetivo?

ABC: Yo creo que nosotros cumplimos con nuestro objetivo que era convocar a una Asamblea Nacional Constituyente. Tema distinto fue quiénes podrían ser parte de esa Asamblea Constituyente, aunque lo hicieron algunos estudiantes como Fabio Villa, Fernando Carrillo, pero nuestro principal objetivo nunca fue quedar elegido a la constituyente sino convocarla.

Nuestro objetivo era que se pudiera poner sobre la mesa las reglas de juego de convivencia de este país a ver si por fin podíamos dejar de matarnos. Era la época de Pablo Escobar, de los carros bomba, del narcotráfico, del paramilitarismo, de la masacre de la UP, etc.

ENS: ¿Qué vino después?

ABC: Lo que pasó después fue la elección de los constituyentes, eso forma parte del proceso democrático, no todo los que se presentan a una elección terminan elegidos.  Por primera vez en este país se tuvo que reconocer que un cuerpo colegiado no puede ser presidido únicamente por los partidos liberal y conservador.

Las votaciones fueron prácticamente en tres partes iguales: liberales, conservadores y la izquierda a través de Antonio Navarro que venía de hacer el proceso de paz con el M-19. También tuvieron representación el EPL, el Quintín Lame y el PRT.

Entonces se rompió ese bipartidismo, eso sí marcó un cambio en este país: que podían presentarse partidos diferentes y darles representación política a otros grupos como los indígenas con tres cupos. Eso fue histórico.