ESTE JUEVES el presidente Petro instalará la segunda legislatura, con gran expectativa del Gobierno de que pueda sacar adelante las reformas, como salud y pensional, y nuevos proyectos que anunció; pero también de la oposición que llega pisando duro porque podría alcanzar las mayorías, y por ende el control del Congreso, si logra acordar un frente con los partidos independientes Conservador y La U, así como atraer a los liberales.
Arranca la segunda legislatura con la elección de presidentes y el resto de mesas directivas en Senado y Cámara, en lo que se espera que no haya choques porque están los acuerdos para que la Alianza Verde y el Partido Liberal ocupen estas posiciones.
Sin embargo, tras este corto ‘calentamiento’ el próximo jueves, estará en todos estos meses el gran pulso entre la oposición y oficialismo tras debilitarse la coalición por la salida de los conservadores y La U, en temas como la discusión de las reformas y la elección de Contralor General de la República, producto de que el Consejo de Estado anuló la elección de Carlos Hernán Rodríguez.
¿Qué pasó con las coaliciones?
El Gobierno no pudo recomponer la coalición porque tras la salida de conservadores y de La U, por las diferencias que tienen con la reforma a la salud, de manera rápida se declararon independientes, sin dar tiempo a la Casa de Nariño de buscar arreglar las cosas.
La única posibilidad para la administración Petro en función de mantener las mayorías, es evitar que finalmente el Partido Liberal se vaya. Si bien el Presidente también con esta colectividad dio por concluida la coalición por sus críticas a la reforma de salud, ellos aún no han realizado la declaración política diciendo si serán independientes o incluso oposición.
No obstante, el acercamiento del Gobierno con los liberales no ha funcionado, a tal punto de que el expresidente César Gaviria tiene un tono cada vez más crítico y acusa al Ejecutivo de tratar de dividir la bancada e, inclusive, maniobrar para que el Consejo Nacional Electoral sancione a la colectividad por no realizar su congreso dentro de los dos años que establece la ley.
Son 13 votos liberales en Senado y 32 en Cámara que necesita el Gobierno para mantener las mayorías por muy poquito, pero el tema está embolatado con esta colectividad.
Y, por otro lado, se encuentran Cambio Radical y el Centro Democrático, estos han venido avanzando en la posibilidad de aliarse en el Congreso para hacer bloque con los conservadores y La U, y poder maniobrar sobre los proyectos del Gobierno, especialmente las grandes reformas, ya sea cerrándoles el paso o modificándolas, de tal forma, que queden como ellos consideran que deben ser.
En días pasados, el exvicepresidente Germán Vargas, líder de Cambio Radical, pidió a los partidos Conservador, Liberal y La U separarse del Gobierno, con el fin de conformar un bloque con la oposición contra las reformas que presentó la Casa de Nariño, que considera inconvenientes.
Definición de las presidencias
Con la llegada de la segunda legislatura sale el Pacto Histórico, el partido de gobierno, de las presidencias de la Cámara y del Senado. Corresponde ahora al Partido Liberal y Alianza Verde, respectivamente. A pesar de que esto estaba previsto, es un motivo de preocupación para el Gobierno porque ya no tiene las mayorías.
En cuanto a los aspirantes a las presidencias que se deben postular el próximo 20 de julio ante las plenarias, los verdes no se han podido poner de acuerdo para definir un nombre en el Senado entre Angélica Lozano, Inti Asprilla, Iván Name y Ariel Ávila.
Se ha conocido que Angélica Lozano es bien vista por buena parte de la bancada porque a pesar de ser de la coalición, se ha mostrado independiente del Gobierno en varias oportunidades, como la reforma política.
Ávila le pelea a Lozano algo del apoyo de este sector de la bancada más independiente del Gobierno, pues si bien el Senador ha respaldado varias iniciativas de la Casa de Nariño en calidad de ponente, como la ley de sometimiento y la de humanización carcelaria, no se ha guardado críticas cuando lo ha tenido que hacer.
Pero el sector de la bancada más próximo al Gobierno quiere que el presidente del Senado sea Inti Asprilla, quien se ha mostrado incondicional con la Casa de Nariño. Sin embargo, algunos estiman que hay peligro de que por sus posturas en favor de la administración Petro, la plenaria le bloquee su elección como sucedió el año pasado con Gustavo Bolívar cuando se postuló a la segunda vicepresidencia.
En tanto que Iván Name tiene apoyos en el sector más moderado de la bancada.
En cambio, en la Cámara prácticamente está definido que en la presidencia va a estar Andrés Calle, quien es cercano al Gobierno, y en ese sentido tendría una prueba de fuego para brindar todas las garantías en el debate si su Partido, Liberal, decide sumarse al bloque de colectividades que buscan frenar o modificar las reformas de la Casa de Nariño.
Agenda de proyectos
En las primeras de cambio de la legislatura que comienza se debe votar las reformas de salud en la plenaria de la Cámara y la pensional en la plenaria del Senado, con difícil panorama porque el Gobierno, como se dijo, no tiene las mayorías.
El Gobierno también anunció que va a presentar nuevamente la reforma laboral, así como insistirá en los proyectos de sometimiento a la justicia y de humanización carcelaria, que se hundieron por falta de debate, debido a que no fueron consensuados con los diferentes partidos.
A pesar de ese terreno que se ve lleno de escollos para la agenda del Gobierno en el Congreso, el presidente Petro anunció que va a presentar también una reforma a la ley de educación superior, la ley de servicios públicos y la reforma al Código Minero. En tanto que todavía no se sabe si va a presentar la reforma agraria.
Cascada de debates de control político
Hay un alud de debates de control político promovidos por los partidos de oposición e independientes por temas como la seguridad y el orden público, en que citarán al ministro de Defensa, Iván Velásquez; sobre garantías en las elecciones, debido a las alertas de los órganos de control por la presencia de actores armados, para lo que será citado el ministro del Interior Luis Fernando Velasco; por las negociaciones de paz, convocado el alto comisionado Danilo Rueda.
Entre los debates que ya se anuncian está la polémica por la estructuración y carga burocrática del Ministerio de Igualdad y Equidad.
También se espera que la oposición promueva varias mociones de censura contra ministros como Defensa y Minas, especialmente teniendo en cuenta que podría contar con las mayorías, si logra el apoyo de los partidos independientes, y así sacarlos del cargo.
En la primera legislatura salieron airosos de la moción de censura la ministra de Minas, Irene Vélez; el canciller Álvaro Leyva; y el ministro de Defensa, Iván Velásquez. No obstante, eran tiempos en que el Gobierno tenía las mayorías.
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Elección del Contralor
La caída de Carlos Hernán Rodríguez como contralor General por vicios en el trámite que hizo el Congreso el año pasado, según determinó el Consejo de Estado, lleva a un nuevo pulso de la oposición con una coalición debilitada, tras fracturarse el bloque de gobierno por la salida de los partidos Conservador y de La U en abril pasado.
El rompimiento de la coalición trazó un nuevo mapa de fuerzas en el Legislativo, en donde creció la oposición en 27 escaños y los independientes en 65 curules. Al tiempo que la alianza del gobierno disminuyó, igualmente 65 escaños, lo que en la práctica significa perder el mismo número de votos vitales para la aprobación de proyectos, así como en esta coyuntura, influir en la elección del entrante Contralor General.
Elecciones regionales
La nueva legislatura en el segundo semestre de este año estará marcada por las elecciones territoriales del próximo 29 de octubre, con el reto de que el respaldo de los congresistas a sus candidatos a gobernaciones y alcaldías, yendo a las regiones, no afecte el trámite de los proyectos de reforma.
En este sentido será clave la forma como los presidentes del Senado y de la Cámara, así como de las 14 comisiones constitucionales, organicen la agenda trabajando a fondo lunes, martes y miércoles en la discusión de los proyectos, con el fin de que los parlamentarios puedan estar en los territorios para la campaña el resto de días.