Soy un aliado de Santos en la restitución de tierras: Antonio Guerra | El Nuevo Siglo
Miércoles, 1 de Febrero de 2012

“Todo propietario de tierras urbanas, suburbanas y rurales, que tenga su tradición absolutamente clarificada, no debe temer por la aplicación de la Ley”.

Un firme respaldo desde el Congreso al Gobierno del presidente Juan Manuel Santos en torno a su política de devolver a sus verdaderos dueños y propietarios los territorios usurpados por los grupos ilegales, ofrece el primer Vicepresidente del Senado Antonio Guerra, de Cambio Radical.
EL NUEVO SIGLO: ¿Siendo oriundo de una de las zonas más golpeadas por la usurpación de tierras, acompaña la política de restitución?
ANTONIO GUERRA: El Presidente de la República tiene en Antonio Guerra un aliado en el Senado de la República para hacer justicia.
ENS: Algunas personas temen que se presenten abusos…
AG: Todo propietario de tierras urbanas, suburbanas y rurales, que tenga su tradición absolutamente clarificada, no debe temer por la aplicación de la Ley.
ENS: Volvamos sobre un tema del que ya hemos hablado. ¿Sigue creyendo que la reglamentación de la reforma a las regalías tendrá una “caída anunciada” en la Corte Constitucional?
AG: Tiene varios vicios, de los que muy seguramente la Corte Constitucional se encargará. No sé si la ley se caiga en su totalidad o parte de la misma. Según la bancada de los indígenas, la ley no se socializó y no se hicieron las consultas previas.
ENS: Sin embargo, usted ha señalado que el principal defecto es el papel de Planeación…
AG: Planeación Nacional vuelve a ser dueño de la plata que no le pertenece al ente central sino a las regiones.
ENS: A propósito de las regiones, usted expresó que hay inequidad en las ayudas a los damnificados por las intensas lluvias…
AG: Bueno, antes de concluir el periodo legislativo, ante la plenaria del Senado presenté una constancia en la que expresé mi inconformidad por el tratamiento inequitativo dado a los afectados por el desbordamiento de los caños y ciénagas en la región de La Mojana sucreña.
ENS: El asunto no es nuevo…
AG: Es lamentable que de nuevo, como fue mi costumbre por esos días decembrinos, tenga que referirme a la crítica situación de La Mojana.
Es que ya el año pasado me pronuncié sobre los daños sufridos en la carretera que comunica San Marcos, Sucre, con los otros municipios de esa región.
Confirmo que todavía hoy no se puede llegar en carro a la región.
ENS: Aclaremos algo: ¿Son los damnificados de Bogotá menos merecedores de la ayuda?
AG: No, ni más faltaba. La inconformidad expuesta radicó, y aún radica, en el tratamiento desequilibrado e inequitativo del Gobierno central para con la región. Bastó que unos barrios o municipios aledaños a la capital de la República se inundaran para que el presidente Juan Manuel Santos saliera, como corresponde y soy solidario con los capitalinos, a comprometer subsidios en efectivo por familia y ordenara de inmediato cuantificar el tamaño de las necesidades.
En cambio, con los damnificados de La Mojana sucreña no ha sucedido lo propio, porque lo que han recibido son unos mercados cuyos productos en no pocas ocasiones han llegado vencidos o incompletos, producto de la corrupción, y frazadas y láminas de zinc.
ENS: En esa sesión del Senado usted involucró al ministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry…
AG: Sí, claro. Es que el ministro Echeverry, no sé si fue para bien o para mal, al otro día de su posesión fue con el presidente Santos a Guaranda, en Sucre, donde hicieron promesas que un año y medio después no han cumplido. Lo único que se adelantó fue un convenio entre la Universidad Nacional y el Departamento de Planeación Nacional para que adelantaran otro estudio más para ver cómo se resuelve el tema de esa región de La Mojana. Nada ha sucedido.