Una agenda externa del Gobierno entre altas y bajas | El Nuevo Siglo
<FOTO>El presidente Petro insistió en la Asamblea de ONU en que se tomen medidas para mitigar el cambio climático.
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Sábado, 10 de Diciembre de 2022
Redacción Política

Desde campaña Gustavo Petro tenía entre ceja y ceja restablecer las relaciones con Venezuela, y una vez instalado en la Casa de Nariño en apenas 22 días había embajadores en Bogotá y Caracas. Así mismo algunas otras decisiones en política exterior le han salido bien al Jefe de Estado, en tanto que otras no, por lo que ha sido fuertemente criticado y ha tenido que replantear.

Las relaciones exteriores ha sido uno de los frentes que se han movido más intensamente en el nuevo Gobierno, lo que se explica porque por un lado, como se dijo, de antemano Petro quería restablecer las relaciones rotas con Venezuela desde 2019, pues consideró un error el que su antecesor, Iván Duque, sobrepusiera las diferencias políticas e ideológicas con Nicolás Maduro, al que no reconoció como presidente por anular la oposición y por las violaciones a los derechos humanos, sobre la relación que a lo largo de la historia han tenido las dos naciones.

Y por otro lado, porque Petro en su programa de gobierno contempla una agenda internacional para la lucha contra el cambio climático y la paz. Ello calzó conque poco después de llegar al poder coincidió que se celebró la Asamblea General de Naciones Unidas, en septiembre pasado en Nueva York, y la COP27 en Egipto, en noviembre pasado, por el calentamiento global.

En estos eventos Petro hizo planteamientos y propuestas que despertaron aplausos y críticas.

En la Asamblea de Naciones Unidas dijo que “la guerra contra las drogas ha fracasado” y “la lucha contra la crisis climática ha fracasado”.

También criticó que los países más poderosos antes que alejarse del petróleo y del gas por los efectos contra el calentamiento global, generan una adicción “al dinero y al petróleo”.

En ese sentido la manifestación más polémica de Petro en la Asamblea de ONU fue cuando se cuestionó: ¿Qué es más venenoso para la humanidad: la cocaína, el carbón o el petróleo?”.

También Petro enfatizó en la necesidad de salvar la selva Amazónica como el último recurso que le queda a la humanidad para sobrevivir al cambio climático.

Propuso reducir la deuda externa de los países latinoamericanos, con el fin de poder contar con los recursos para tomar acciones de protección de la selva amazónica.

La senadora de oposición Paloma Valencia dijo que “el tono poético del discurso del presidente Petro lo usaron para meter muchas mentiras, imprecisiones y exageraciones. Dejó ver su deseo de llevar el odio de clases a las relaciones internacionales. Dejó ver su simpleza para pensar los grandes problemas globales”.

Relación con Estados Unidos

A pesar de que había prevención sobre si el gobierno de Joe Biden endurecería su postura frente a Colombia por la llegada de un gobierno de izquierda, ha sucedido todo lo contrario, pues la Casa Blanca ha manifestado su intención de fortalecer la agenda bilateral dando importancia a otros temas, además de la lucha contra el narcotráfico, que usualmente ha sido la nuez en la relación.

Esta postura ha calzado con la visión Petro sobre los temas que deberían marcar la agenda bilateral, como paz, cambio climático, relación comercial, migración y democracia en América Latina.

Una serie de funcionarios del gobierno Biden, el más importante el secretario de Estado, Antony Blinken, han venido a entrevistarse con Petro, quien ha aprovechado para proponer cambios en la lucha contra las drogas e incluso planteó no extraditar a los narcotraficantes que se sometan a la justicia colombiana atendiendo la propuesta de paz de su gobierno.


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Cuba y Nicaragua

El Gobierno nacional distensionó las relaciones con Cuba, después de que la anterior administración exigiera al régimen de la isla entregar a los cabecillas del Eln que estaban allí tras quedar suspendida la mesa de negociación, debido a que finalizó la administración de Juan Manuel Santos.

El entonces presidente Duque conminó al gobierno cubano a que entregara a los subversivos ‘elenos’ para que respondieran por el atentado con carro bomba a la Escuela General Santander, en Bogotá, en enero del 2019, que dejó 21 jóvenes asesinados.

Hace unas semanas el presidente Petro pidió a Estados Unidos sacar a Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo.

En tanto que en la relación con Nicaragua el Gobierno comenzó mal porque el pasado 12 de agosto Colombia se ausentó de una sesión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) en que se votó una resolución para condenar las violaciones a los derechos humanos en ese país.

Después de unos días el canciller Álvaro Leyva explicó que por esos días había conversaciones con el régimen de Daniel Ortega, buscando la liberación de religiosos y políticos de oposición encarcelados.

Pero la carta que se jugó el Gobierno no resultó porque no se pudo avanzar en dichas gestiones ante el régimen nicaragüense, pero sí quedó la imagen en el país y el exterior de que supuestamente la administración Petro pasaba por alto las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua.

A propósito de Nicaragua, el viernes pasado finalizó en la Corte Internacional de Justicia, en Países Bajos, la etapa oral en la demanda que este país presentó buscando extender su plataforma continental más allá de las 200 millas, con lo que ganaría mar colombiano.

El nuevo equipo de defensa que nombró el Gobierno basó sus alegatos en que la demanda de Nicaragua no tiene fundamento, pues no hay antecedentes de que un Estado extienda su plataforma continental sobreponiéndola sobre la de otro. 

De otra parte, varios sectores en el país y afuera consideraron desafortunado el llamado que hizo el presidente Petro a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de dictar medidas de protección al destituido presidente de Perú, Pedro Castillo, después que anunció que disolvería el Congreso.

Cuando la mayoría de gobiernos del área apoyaron la salida de Castillo por violar el orden constitucional en Perú, Petro coincidió en que éste violó la ley, aunque reclamó que “Pedro Castillo por ser profesor de la sierra y presidente de elección popular fue arrinconado desde el primer día. No logró la movilización del pueblo que lo eligió, se dejó llevar a un suicidio político y democrático”.

Nombramientos en embajadas 

El Gobierno nacional ha ido de a poco haciendo los relevos en las más de 60 embajadas y consulados que tiene Colombia a lo largo y ancho del mundo.

En esos nombramientos el Gobierno no ha tenido mayores reparos, como el de Luis Gilberto Murillo en la embajada en Estados Unidos, pero en otros se habla de que supuestamente ha primado el amiguismo y no se ha tenido suficientemente en cuenta a las personas que han hecho carrera diplomática.

El Sindicato de Empleados del Ministerio de Relaciones Exteriores manifestó que los cargos más importantes en las embajadas deben ser ocupados por personas que se han preparado, y señaló que esto no ha ocurrido en todos los casos.