El representante a la Cámara José Jaime Uscátegui, del Centro Democrático, se lamentó porque en la prórroga de la Ley 418 se le da la oportunidad al Gobierno para adelantar negociaciones de tipo político con las disidencias y con la reincidencia de las Farc. 

Dijo que a estas organizaciones ya se les dio una oportunidad en el Acuerdo de Paz y la desecharon. 

EL NUEVO SIGLO: ¿Finalmente cómo quedó en plenaria de Cámara, en la prórroga de la ley de orden público, la posibilidad de que el Gobierno pueda hacer una negociación política con las disidencias y la ‘Segunda Marquetalia’? 

JOSÉ JAIME USCÁTEGUI PASTRANA: Ese tema desafortunadamente queda abierto. El ministro del Interior (Alfonso Prada) y sus mayorías impusieron la tesis de que había que dejarle la puerta abierta a las disidencias, no solamente para que puedan participar de un proceso de sometimiento sino que, incluso, según el articulado, puedan participar en un escenario de negociación política. 

Por supuesto, nos parece lamentable porque eso es una bofetada más para los anhelos de paz del pueblo colombiano, que ya le dieron a las Farc todas las garantías posibles para que se reincorporaran a la vida civil, decidieron continuar con la guerra, y aún así van a tener un repechaje gracias al gobierno Petro y sus mayorías.

ENS: Teniendo en cuenta que esto lo negó Senado, será necesario conciliar esa diferencia en el texto... 

JJUP: Sí, pero el ministro fue claro, al terminar la plenaria de Cámara, que van a hacer todo lo posible para que el texto de Cámara sea acogido en su plenitud por el Senado. 

ENS: ¿Ya nombraron los conciliadores? 

JJUP: Son los mismos ponentes que llevaron el proyecto durante toda la discusión, es decir, que en Senado está principalmente Ariel Ávila y en la Cámara de Representantes, Alirio Uribe, ambos de la coalición de gobierno, porque la verdad la oposición, a pesar de que tuvimos incluso una ponencia de archivo ante todos estos despropósitos, en últimas no fuimos muy tenidos en cuenta. 

ENS: ¿Cuándo se votará esta conciliación? 

JJUP: En ocho días, de acuerdo al reglamento, y así también lo anunció el ministro Prada. 

ENS: ¿Cómo ve usted la iniciativa de paz del Gobierno, que busca dialogar con todos los grupos armados al margen de la ley? 

JJUP: Uno entiende que es una bandera de campaña, ellos se eligieron con ese discurso, y lo correcto es avanzar en esa agenda de paz que tiene el Gobierno por delante, pero hemos pedido desde la oposición democrática que no sea una paz a cualquier costo. Esto, más que la paz total, pareciera ser la impunidad total. 

Aquí nos han planteado un falso dilema, como si tragándonos el sapo de la impunidad, fuéramos a garantizar la pacificación del país, y no hay tal. Probablemente ahorita se va a sentir una relativa tranquilidad porque estos grupos están felices, les van a dar impunidad, les van a dar beneficios penales, les van a permitir quedarse con parte de las fortunas malhabidas, y fuera de eso no los van a perseguir en el negocio que están, que es el de la coca. 

Pues ahora se nos viene es una bonanza cocalera, que aparentemente va a generar algo de estabilidad. Puede incluso beneficiar ante la dificultad que tenemos ahora con la tasa de cambio del peso frente al dólar, pero lo cierto es que eso va a ser una paz relativa y muy corta, porque después se vienen los problemas. 

El que le vende el alma al narcotráfico paga los platos rotos y nos van a poner a todos los colombianos a pagar los platos rotos a partir del próximo año, cuando probablemente el gobierno de Estados Unidos va a terminar descertificando a Colombia, y eso nos va a generar una cantidad de dolores de cabeza que desafortunadamente este Gobierno no ha querido contemplar ni tampoco le ha querido decir la verdad al pueblo colombiano. 

ENS: A propósito de cultivos ilícitos, el informe de Naciones Unidas indica que crecieron en 2021, ¿cómo ve la estrategia de Duque, basada en erradicación forzosa, frente a la de Petro, que buscará la sustitución? 

JJUP: Desafortunadamente el gobierno Duque tuvo los brazos amarrados para desarrollar esa política antidrogas ideal e integral que se venía aplicando años atrás. El presidente Uribe logró entregar este país con menos de 50 mil hectáreas, y eso significó un avance muy grande en la seguridad del país.