¿Acompasados? | El Nuevo Siglo
Viernes, 11 de Enero de 2013

¿Acompasados?

Los tiempos del proceso de paz serán clave en relación con la pre campaña electoral. La mayoría de los partidos y movimientos políticos saben que la puja proselitista estará condicionada a las negociaciones en La Habana, puesto que esas tratativas empiezan a dar resultados positivos será muy difícil que algún dirigente se ponga en contra del proceso. Es más hay analistas que consideran que el país va directo a una campaña muy corta, sobre todo en materia de la puja presidencial, que empezaría en forma cuando se sepa algo medianamente claro sobre sí habrá posibilidades reales de un tratado de paz con las Farc. Eso solo se daría a finales del año, es decir, que gran parte del 2013 se iría en mecánica electoral más que el duelo de tesis y programas.
Sin fecha fatal
Si bien es cierto que el presidente Santos ha dicho que las negociaciones deberían no ir más allá de noviembre de este año, en las mismas toldas gubernamentales se admite en privado que no es fecha límite fatal, sino una especie de horizonte de productividad. En otras palabras, que si a noviembre se detecta que hay una actitud dilatoria de la guerrilla y que sólo esta haciendo tiempo para ganar escenario político y tratar de impactar e influir en la campaña presidencial, entonces la decisión de la Casa de Nariño no dudará en acabar el proceso de inmediato. Sin embargo, en caso de que se evalúe que las negociaciones, que son muy complejas, avanzan a buen ritmo y ya hay acuerdos sobre dos o tres puntos de la agenda de cinco, entonces se optará por mantener las negociaciones y ampliar las fechas para lograr el pacto definitivo.
¿Congelar proceso?
Si se diera esta última situación, el dilema sería que el proceso de paz y la recta final de la campaña al Congreso y a la Presidencia tengan que desarrollarse de manera paralela. Por lo mismo ya hay altos dirigentes políticos que consideran que se podría auscultar desde ya la posibilidad de que las negociaciones con la guerrilla puedan suspenderse desde el momento en que empiezan a correr los plazos que la Ley de Garantías Electorales fija para que el Jefe de Estado que busca la reelección pueda iniciar su respectiva campaña. Es decir, que la negociación podría congelarse desde diciembre de este año hasta mayo o junio de 2014, dependiendo si hay segunda vuelta en la puja por la Casa de Nariño.
Defender lo obvio
Frente a las críticas que empiezan a asomar respecto a cuanto podría empujar el proceso de paz una posible campaña de Santos para repetir en el cargo, ya las réplicas están listas. No sólo por la leyes, incluyendo el Marco Legal para La Paz, que establecen que los procesos de búsqueda a una salida negociada en el conflicto armado hacen parte de una "política de Estado", sino porque la misma Constitución establece que la paz es un derecho y por lo tanto le corresponde al Gobierno de turno buscar los mecanismos para aclimatarla. Aunque el argumento sea obvio y no tenga mayores peros, lo cierto es que en el alto Gobierno están conscientes de que en el segundo semestre habrá varios sectores que empezarán a dispararle al proceso desde varios ángulos, y que debe prepararse desde ya la defensa.