Un alto militar retirado le dijo ayer a un periodista de EL NUEVO SIGLO que la capacidad de ataque aéreo fue “… finalmente lo que cambió la balanza de la guerra en Colombia… En el gobierno Samper y una parte del de Pastrana las Farc evolucionaron de la típica guerra de guerrillas, que se basa en golpear y correr, a una guerra de movimientos que consistía en mover grandes contingentes de subversivos para atacar bases militares y grandes ciudades como Mitú, con la capacidad de mantener el ataque y el control del terreno por varios días… La capacidad de la Fuerza Aérea para repeler estos ataques era muy limitada, los aviones Mirage no eran útiles en zonas muy quebradas y apenas si se podía contar con los AT-37 y losFantasmas, esos DC-3 artillados”.
Guerra de movimientos
De acuerdo con la misma fuente “… los ataques a bases militares, a Mitú y el gran número de secuestrados, que se producían por la capacidad del enemigo de copar el terreno y superar en hombres, armas y estrategia a las unidades policiales y militares, fueron el mayor desafío de la última década del siglo XX y sólo la implementación del Plan Colombia evitó que la guerrilla pudiera seguir evolucionando en su estrategia de guerra… El Plan no sólo significó financiación en equipos y profesionalización de una parte significativa de las brigadas móviles, sino una redefinición estratégica basada, principalmente, en la inteligencia electrónica para detectar movimientos de grandes contingentes de guerrilleros y capacidad de movilidad y ataque aéreo rápido y efectivo”.
Nueva estrategia
“… Ese hecho cambió la evolución de la estrategia de guerra, porque las Farc empezaron a fraccionar los movimientos de frentes, para evitar ser detectados, ametrallados o bombardeados… Si bien no se regresó a la típica guerra de guerrillas, la guerra de movimientos se detuvo en cuestión de dos años… Ya en el gobierno Uribe, la Política de Seguridad Democrática llevó a establecer a punta de brigadas móviles, Fudras, comandos Jungla y fuerzas de Tarea, batallones de alta montaña, bajo la figura de los comandos conjuntos, cinturones de seguridad militar alrededor de ciudades, autopistas, corredores montañosos y otros nichos estratégicos, forzando a la guerrilla a refugiarse en campamentos selva adentro o en alta montaña”, explicó el alto militar retirado, que pidió la reserva de su nombre.
Selva adentro
“… El siguiente paso fue ir por esos campamentos… Una mejor Inteligencia técnica y humana, unido al programa de recompensas por información sobre los cabecillas, permitió avanzar en esta estrategia… Los Black Haw (que vuelan a gran altura), la nueva aviación del Ejército, la modernización de la flota de Tucano y Súpertucano así como de otras aeronaves tácticas, permitieron focalizar la estrategia en localizar los campamentos selva adentro y bombardearlos con gran poder de fuego, produciendo bajas tan importantes como las de Acacio, Martín Caballero, Reyes, Jojoy y Cano… Desde entonces, los cabecillas de las Farc cambiaron la estrategia, ya no acampamentan (sic) tanto, sino se esconden en fincas y zonas suburbanas, en medio de población y anillos de seguridad de civil”.