Cuentos gringos (I)

Un veterano periodista estadounidense que visitó días atrás al país se sorprendió porque en medio de las polémicas entre el gobierno Santos y los expresidentes, había escuchado repetidamente a varios dirigentes políticos, periodistas y analistas locales la tesis de que los exmandatarios colombianos deberían ser como los de Estados Unidos, que tras dejar el poder se convierten en instituciones culturales, dan conferencias, cobran millonarias sumas por participar en foros y, sobre todo, se alejan de la política partidista y se abstienen de pronunciarse sobre las ejecutorias de sus sucesores en la Casa Blanca.  

Cuentos gringos (II)

De acuerdo con el periodista estadounidense, que venía comisionado para hacer un informe sobre cómo ven en Colombia el proceso de paz con las Farc, no hay tal de que los expresidentes de su país se jubilan en política y no vuelven a participar en estas lides. Puso como ejemplo al exmandatario demócrata Bill Clinton que no sólo fue clave en las dos elecciones de Barack Obama sino que tuvo a su esposa, Hillary, como la última rival del hoy mandatario reelegido e incluso suena, tras renunciar a la Secretaria de Estado, para ser aspirante a la Casa Blanca en los próximos comicios… ¿Jubilados?  

Cuentos gringos (III)

También trajo a colación el periodista norteamericano el caso de la dinastía Bush, pues George padre estuvo tras bambalinas en el gobierno de su hijo -sobre todo en los momentos más críticos por el 11-S- y en las canteras republicanas no son pocos los que apuestan a que el otro vástago de la familia, Jeb Bush, exgobernador de La Florida, es uno de los alfiles más fuertes que se jugará ese partido en dos años con el fin de ganar las primarias internas y luego ir a disputar la titularidad de la Casa Blanca confiando en que, bajo la tradicional ley del péndulo político y electoral, tras dos mandatos demócratas ahora les toque el turno de volver al poder.  

Puro chisme

En los pasillos de la Cancillería dicen que se respiró con tranquilidad cuando se confirmó desde Caracas que no tenían piso las versiones periodísticas que hablaban de que el candidato de la oposición, Henrique Capriles, estaba pensando en hacer una visita relámpago a Bogotá para reunirse con representantes de distintos sectores e incluso pedir audiencia de la Casa de Nariño o, por lo menos, en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Al final el rumor resultó ser solo eso, un rumor, y tanto Capriles como el candidato chavista Nicolás Maduro prefirieron quedarse a pelear voto a voto en las calles de su país.

Se va… amañando

“El ministro definitivamente se va… se va amañando”. Esa fue la respuesta que un alto funcionario del Ministerio de Vivienda les dio a dos periodistas que le interrogaron el viernes pasado, en medio de la rendición de cuentas de todo el gabinete, sobre si esa sería la última vez que el titular de esa cartera, Germán Vargas Lleras, pasaba al tablero para hablar de sus logros.