Dos estrategias | El Nuevo Siglo
Miércoles, 23 de Diciembre de 2015

En el alto Gobierno existe la certeza de que el uribismo alista para el próximo año dos estrategias básicas para oponerse y quitarle piso político al Ejecutivo. En primer lugar, el Centro Democrático se reunirá en enero para definir las bases de la estrategia con la que se enfrentará al llamado “plebiscito por la paz”. Desde ya se asegura que buscarán aprovechar la alta impopularidad de la guerrilla, de forma tal que el plan no es utilizar tanto la palabra “paz” sino la palabra “Farc” para llamar a la gente a que no vote “Sí” a un eventual acuerdo final en La Habana. En las cuentas del uribismo se considera que el plebiscito, si la oposición llama a la abstención activa, no sumaría más de cinco o seis millones de votos y que no todos ellos serían apoyando el acuerdo de paz. Aun así todavía no hay una definición en torno a qué es lo más conveniente: si llamar a la gente a votar masivamente por el “No” o, en su defecto, pedirle que no asista a las urnas.

Contra reforma

La segunda estrategia básica de las toldas del  expresidente Uribe para el próximo año estaría dirigida a apuntar todo su arsenal contra una eventual reforma tributaria estructural que el Gobierno estudia presentar en 2016, con el fin de racionalizar todo el sistema impositivo, creando impuestos, modificando las tarifas y bases de cobro de otros e incluso acabando algunos que se consideran antitéticos o susceptibles de una alta evasión y elusión. Como se sabe, las bases de esa reforma ya han sido proyectadas por la comisión de expertos creada por el Gobierno para esos efectos, y que, se supone, está a punto de presentar su último informe sobre los alcances y énfasis que debe tener tal ajuste tributario.

¿En marzo?

Si bien la idea inicial era que en marzo se llevaría al Congreso el proyecto de reforma, hay dos elementos que están siendo analizados en el alto Gobierno. En primer lugar, que todavía no se ha socializado la iniciativa con los empresarios y el sector privado, una promesa que hizo el presidente  Santos a los gremios tiempo atrás y de la que no puede echarse para atrás.

¿Paz & impuestos?

El segundo elemento de análisis en la Casa de Nariño está relacionado con que hay voces de ministros y altos funcionarios que consideran que no se puede hablar de reforma tributaria sino hasta después de que se haya votado el “plebiscito por la paz” ¿La razón? Sencilla, cualquier tema de impuestos genera mucha oposición en la ciudadanía y sectores políticos, económicos, sociales, gremiales e institucionales. En ese orden de ideas, hay quienes piensan en  altos círculos gubernamentales que es riesgoso mezclar ese sentir prevenido de la  opinión pública con la campaña del plebiscito, sobre todo cuando la imagen del Gobierno y del Jefe de Estado apenas si llega a un 35%, según reciente encuesta. De allí que el panorama más viable para la reforma tributaria estructural estaría proyectado hacia el segundo semestre de 2016, siempre y cuando ya se haya votado el plebiscito por la paz. Antes no sería presentada al Congreso.