En los pasillos de la Casa de Nariño se afirma en voz baja que el presidente Santos sigue considerando que algunos ministros y titulares de institutos, agencias y otras entidades del orden nacional y descentralizado no han sido lo suficientemente eficientes en materia de visibilización de sus logros y gestión, pese a que los programas y obras a su cargo tienen un flujo presupuestal bastante significativo. Aunque varios de los señalados han dicho que debe tenerse en cuenta que los rubros de publicidad oficial fueron recortados drásticamente en medio del apretón fiscal, el alto gobierno considera que esa estrechez es igual para todas las dependencias, pero aun así algunas de ellas han sabido rebuscarse una mayor exposición mediática y en redes sociales, por lo que su buena calificación en las encuestas marca una diferencia sustancial frente a otras que no levantan cabeza. Lo cierto es que entre los propios jefes de prensa de varios ministerios sí hay inconformidad porque consideran que a algunas carteras les dan más chance de inversión publicitaria, pero a otras este presupuesto se les redujo casi a cero.
¿Y si hubiera sido contrario?
A propósito del fallo de la Sala de Casación de la Corte Suprema de Justicia que revocó la sentencia condenatoria al coronel (r) Alfonso Plazas Vega por el caso del Palacio de Justicia, un alto militar retirado le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que afortunadamente la esperada decisión judicial se produjo un día después de que en La Habana se diera a conocer el acuerdo judicial entre Gobierno y Farc que deja en claro que no habrá prisión ni confinamiento a los guerrilleros culpables de delitos graves y atroces. “… Se imagina periodista que el fallo de la Corte sobre Plazas Vega hubiera confirmado la sentencia a 30 años de prisión que se le había impuesto de manera injusta y con testimonios endebles y cuestionables… La opinión pública no habría aceptado que un militar que combatió una de las acciones guerrilleras más bárbaras de las últimas décadas se quedara en la cárcel, y los guerrilleros del M-19 sigan libres y los de las Farc vayan por el mismo camino”, dijo el alto militar, que pidió la reserva de su nombre.
¡Hasta el Nobel…!
El proceso de paz en Colombia da para todo tipo de especulaciones. Por ejemplo, en los pasillos del Senado dos congresistas debatían en torno a qué pasaría si el Gobierno y las Farc logran, efectivamente, firmar antes del 23 de marzo un “acuerdo final”. Mientras que uno de los contertulios hizo énfasis en que si ello ocurre el Congreso podría estar tramitando antes de junio el proyecto de convocatoria a un “plebiscito por la paz” para que los colombianos digan Sí o No al pacto, el otro parlamentario se concentró, por el contrario, en que si el proceso de paz se concreta antes de que termine el primer semestre, entonces el presidente Santos y el jefe de las Farc, alias Timochenko, podrían estar clasificando para el Nobel de Paz 2016. Vea pues.