Más vitrina | El Nuevo Siglo
Jueves, 7 de Marzo de 2013

Más vitrina

El vicepresidente Angelino Garzón tendrá mayor protagonismo en lo que resta del Gobierno. Esa es una de las medidas que hacen parte de la estrategia para revertir la caída en la imagen presidencial. Es claro que el segundo a bordo es el dirigente con mayor porcentaje de favorabilidad en las últimas encuestas y, en ese orden de ideas, se constituye en un valor agregado que no puede ser dejado de un lado ni subutilizado. Aunque la idea no le suena mucho a algunos ministros y altos funcionarios, lo cierto es que ya se tomó la decisión de que el Vice sea más activo y para ello se le delegarán tareas más importantes y, sobre todo, de impacto regional. Su entrada como facilitador en las gestiones para levantar el paro cafetero es el primer ejemplo de ello.

¿Cero y van dos?

Es más, en las propias toldas de La U hay dirigentes que insisten en que el presidente Santos debería pedirle a Garzón que reconsidere su decisión de no volver a postularse a la Vicepresidencia el próximo año. Según varios parlamentarios, a un año y dos meses de la primera vuelta presidencial no asoma en La U un dirigente que pueda tener la misma popularidad y dimensión política nacional y regional de Angelino Garzón, razón por la cual sería un error empezar a barajar otros nombres de posibles segundo a bordo en la campaña de reelección, cuando la mejor carta ya está en la Casa de Nariño y es lo más natural que en la búsqueda de un segundo periodo repita la misma fórmula.

Posturas divididas

Los allegados al Vicepresidente ya están alertados de esa nueva postura de algunos de los asesores de la Casa de Nariño y de altas voces en La U. La sola eventualidad de que el presidente Santos pueda pensar en pedirle a Garzón que repita como segundo a bordo generó divisiones. Para algunos pareciera claro que el Jefe de Estado está viendo la situación política y electoral complicada y considerando que es posible una derrota en las urnas, razón por la cual acude a Garzón, pese a que en el último año se le relegó a tareas menores y se le restringió el campo de acción debido a sus percances de salud. Una segunda corriente dentro del círculo más cercano al hoy Vicepresidente considera que es una buena opción apostar por integrar la fórmula reeleccionista, pero esta vez con una negociación previa con el Presidente-candidato, en la que quede claro que Garzón tendrá un rol protagónico en un eventual segundo mandato, con varios ministerios  y tareas de primer nivel exclusivas.

Sin planes B

Sin embargo la idea de que se insista en el nombre de Garzón como fórmula vicepresidencial es vista en otros partidos de la Unidad Nacional como una clara evidencia de que La U no quiere dejar que el presidente Santos se inscriba a nombre de una coalición multipartidista que le permita al Jefe de Estado escoger un compañero entre una amplia baraja de perfiles conservadores, liberales, de Cambio Radical y verdes. “En La U ya no saben a quién ofrecerle la candidatura a Vice… Desde congresistas, generales retirados y ahora quieren a Garzón pese a que hace un año muchas voces de ese partido querían hasta que renunciara”, precisó un senador conservador que pidió la reserva de su nombre.