Mutismo absoluto

Ni una sola declaración, seña, guiño o actitud de algún alto funcionario gubernamental que pueda ser interpretada por la prensa y la dirigencia política como un apoyo o connivencia, directa o indirecta, con la iniciativa de revocatoria del mandato al alcalde Gustavo Petro. Esa es la orden que se habría dado en la Casa de Nariño a toda la plana mayor, que va desde el gabinete, altos funcionarios y, obviamente, los consejeros presidenciales. La directriz fue entendida como un mandamiento directo a la consejera para Bogotá, Gina Parody. La propuesta de revocatoria no ha tenido eco en el resto de los partidos de la coalición de Unidad Nacional, como tampoco en el Polo, pese a sus diferencias con el burgomaestre

Petro y Santos

Y hablando de la consejera presidencial para Bogotá, quien ha tenido varios roces con la administración distrital, en los pasillos del Palacio Liévano se insiste en que Petro sigue decidido a que su interlocución sea preferencialmente con el propio presidente Santos, mientras que los canales de comunicación para la excandidata a la Alcaldía se limitan a secretarios del gabinete capitalino.

Ciudad-región

Y hablando de Petro, se sabe que hay un grupo de concejales capitalinos y de diputados cundinamarqueses que están buscando escenarios que les permitan superar las diferencias que han distanciado a las administraciones del alcalde bogotano y el mandatario departamental, Álvaro Cruz. Esos choques han girado preferencialmente alrededor del tema de las basuras, la venta de agua en bloque, el plan de descontaminación del río Bogotá y otros. Aunque ambos mandatarios sostienen que son diferencias normales y que en modo alguno se ha afectado la coordinación de políticas de ciudad-región, lo cierto es que el ambiente entre ambas administraciones no es el mejor y de allí que tanto en el Concejo como en la Asamblea haya preocupación por los roces de los últimos meses.

Crisis cafetera (I)

No fueron pocos los congresistas que aprovecharon la Navidad y las festividades de cambio de año para enviar  mensajes a los periodistas deseándoles parabienes para el 2013. A través de correos electrónicos, mensajes de texto a los celulares y redes sociales hubo un alud de estas comunicaciones. Un parlamentario prefirió llamar directamente a los periodistas. En conversación con EL NUEVO SIGLO, ese congresista indicó que se encontraba muy preocupado porque en su recorrido turístico por el Eje Cafetero se evidenció el inconformismo del campesinado por la crisis de rentabilidad en este cultivo.

Crisis cafetera (II)

De acuerdo con el representante a la Cámara, cuyo nombre se omite por la informalidad de la conversación con nuestro periodista, se encontró con líderes cafeteros que ya están hablando de grandes movilizaciones para el primer trimestre, al tiempo que se teme que la guerrilla trate de ‘capitalizar’ ese gran inconformismo en zonas rurales para infiltrar las protestas. El congresista dice que, incluso, escuchó a voceros de hacendados y cultivadores hablar de posibles convocatorias de consultas populares o plebiscitos para forzar al Gobierno nacional y a la Federación del ramo a cambiar toda la política sectorial. “… Las cuentas de algunos cultivadores sobre lo que les cuesta sacar una carga del grano y lo que les pagan por ese producto, son para sentarse a llorar”, afirmó el parlamentario.