Poco, muy poco… | El Nuevo Siglo
Lunes, 1 de Abril de 2013

En algunos sectores de la Iglesia Católica hay desconcierto por lo que se considera pasividad del Gobierno nacional para promocionar de forma profusa un hecho de tanta importancia como la canonización en mayo de la madre Laura Montoya. En otros países latinoamericanos la ascensión a los altares de su primer santo de origen nacional ha sido ampliamente difundida desde las instancias oficiales, por más que en sus constituciones, como también ocurre en Colombia, se establezca la libertad e igualdad de los cultos. Por lo mismo, se rumora que la jerarquía católica de nuestro país le pedirá, amablemente, al Ejecutivo que corrija esa falencia.

Sí se ha tratado

Sin embargo, en los pasillos de la Casa de Nariño el tema de la canonización de la madre Laura sí se ha tratado. Es más, según trascendió en altas fuentes oficiales, uno de los asuntos más difíciles de manejar es el relativo a la delegación oficial que, obviamente encabezada por el presidente Santos, viajará a El Vaticano el 12 de mayo, cuando el Papa Francisco presidirá los actos de ascenso a los altares de la religiosa colombiana. Como se sabe, Santos no fue hace tres semanas a Roma para la histórica entronización del pontífice argentino, por lo que recibió críticas de algunos sectores nacionales que consideraron que su presencia era necesaria, tal como se evidenció con los viajes de muchos mandatarios de nuestro continente.

“Nutrida delegación”

Al excusarse por no asistir a la posesión del papa Francisco, Santos dijo que: “no fuimos en esta ocasión porque vamos a ir el 12 de mayo al Vaticano, a asistir a la santificación de la Madre Laura, un evento que para Colombia es muy importante, y allá tendremos la oportunidad de saludar al Santo Padre”. Agregó el Jefe de Estado que el Vaticano entendía “perfectamente” esta circunstancia y que los colombianos en mayo estarían “muy bien representados por una delegación de altísimo nivel”.

Mucho lagarto…

El problema, según trascendió, es que hay muchos dirigentes de distintos sectores que deberían o quieren estar en esa “nutrida delegación”. Congresistas, jefes de partido, altos funcionarios, dirigentes gremiales, patriarcas regionales… En fin, la cola de quienes quieren hacerse invitar para ir a El Vaticano es muy larga y será necesario que la Casa de Nariño empiece a ‘bajar del avión’ a más de uno, empezando por la comúnmente llamada ‘lagartería’….

¿Aplazarla?

En el Congreso, y más aún al interior de la Unidad Nacional, crecen las voces que consideran que la reforma pensional debería ser aplazada para el segundo semestre, toda vez que tramitar de forma paralela esta iniciativa y la -ya radicada- de la salud, no sería lo más adecuado. Aunque la petición fue formulada directamente al presidente Santos en la última reunión de la Unidad Nacional, y el Ejecutivo se negó al aplazamiento, lo cierto es que ya con el calendario en la mano y faltando aún por concertar algunas aspectos de la reforma pensional, es muy posible que la solicitud sea reiterada a la Casa de Nariño y esta ya no sea tan cerrada a la idea.