La semana pasada, cuando el Gobierno presentó al Congreso el acto legislativo que busca crear 16 circunscripciones especiales de paz en zonas afectadas por el conflicto armado, más de un senador y Representante a la Cámara sacó su calculadora y empezó a evaluar qué impacto podría tener esta categoría excepcional electoral sobre su respectivo fortín político, más aún cuando se está ya a menos de 11 meses para los comicios parlamentarios. Esto porque estas circunscripciones especiales, que serán adicionales a las 166 curules en la Cámara de Representantes, se harán vigentes para los períodos 2018-2022 y 2022-2026. Es decir que se aplicarán en las próximas dos elecciones.

Zonas de muchos municipios 

Uno de los más veteranos senadores, con la lista en la mano sobre las regiones en donde se crearían estas circunscripciones especiales de paz, dijo que “… hay zonas muy pequeñas, que abarcan pocos municipios, en donde el impacto electoral para el candidato partidista normal no será mucho, pero hay casos en donde las circunscripciones abarcan 24 municipios, como en el Cauca, Nariño y Valle; ocho municipios en Norte de Santander; 16 municipios de Caquetá y uno de Huila; 12 municipios de Chocó y dos de Antioquia; otra de 11 municipios de Nariño o de 8 en Putumayo… Aquí sí habrá un impacto electoral que veo que todavía los parlamentarios que aspiran a reelegirse y los que buscan llegar al Congreso no han analizado con cabeza fría”.

Elector por doble partida

Aunque el ciudadano podría votar al mismo tiempo por los candidatos para las 16 curules nuevas y “extraordinarias” en la Cámara, y también por los candidatos “ordinarios” para Senado y Cámara, es claro que este es un reto tanto para el elector como para el político tradicional. Más aún porque, como lo señala taxativamente el articulado de la iniciativa que se tramitará bajo la modalidad del ‘fast track’, la participación de los candidatos de estas circunscripciones dentro de la campaña electoral se hará con reglas especiales en cuanto el sistema de inscripción y acceso a medios regionales de comunicación. Además de ello, los aspirantes podrán ser inscritos únicamente por grupos significativos de ciudadanos, organizaciones sociales, consejos comunitarios o resguardos indígenas legalmente constituidos, cuando la circunscripción coincida en todo o en parte con sus territorios.

Cruzando los mapas 

Y a propósito de las reservas de los partidos frente a este proyecto, un parlamentario uribista dijo que no dejaba de ser “paradójico” que si se cruzaba el mapa que cubren las 16 circunscripciones de paz no sólo se evidencia que coincide con el de muchas de las zonas veredales de concentración de las Farc, sino también con el de las regiones en donde la violencia de esa guerrilla en las últimas décadas dejó más víctimas mortales, desplazados y tragedias por atentados, explosión de minas antipersonal, emboscadas a la Fuerza Pública, secuestros, extorsiones, reclutamiento forzado de menores, masacres…

La pulla de Name

En una columna de opinión, el senador y expresidente de la corporación, José David Name, advirtió que hace falta una mayor articulación en el sector portuario y “un mejor perfil o mayor protagonismo por parte de quienes lo conducen desde lo público, porque la responsabilidad no puede ser solo del Ministro de Transporte”. A renglón seguido afirma que “creí en la palabra presidencial cuando se anunció el revolucionario plan para rescatar la navegabilidad del Río Magdalena y reincorporarlo con dinamismo al nuevo proceso de desarrollo nacional. Pero ya todos conocemos lo que pasó con el proyecto y el retraso que sufrió por cuenta del fracaso que tuvo la primera APP para el Río. Los tiempos se han trastocado pero no todo está perdido”.