Off the récord | El Nuevo Siglo
Foto Centro Democrático
Martes, 9 de Mayo de 2017

Muchos ecos quedaron de la convención del uribismo el fin de semana pasado. Por ejemplo, el que ese partido se haya declarado de derecha, según varios de sus líderes, generó más de una controversia entre los asistentes. Como se sabe, el exministro Fernando Londoño dijo que “este partido se llama Centro Democrático por unas circunstancias más o menos fortuitas, pero, políticamente, es todo menos de centro… Por lo menos, yo me declaro, sin ninguna vergüenza, de derecha dentro de esta confrontación política moderna”. Para algunos congresistas y dirigentes no hubo en esa confirmación nada nuevo ni revolucionario, pues el Centro Democrático nació, simboliza y desarrolla un programa ideológico y programático situado en la derecha moderna. Pero otras voces uribistas no consideran lo mismo, sobre todo porque es claro que el grueso de los votos que definen las elecciones a Congreso y la Casa de Nariño no están en la derecha sino en la centro-derecha y el centro del espectro político.

El uribismo en centro-derecha…

“… Los dirigentes conservadores y hasta Cambio Radical nos han tratado de matricular a los uribistas como de derecha, en tanto liberales, La U y la izquierda nos tildan de ultraderecha… Todo con el fin de adueñarse de la votación de centro derecha, en donde el uribismo es el más fuerte, como lo demostramos en las presidenciales de 2014 y en la votación del plebiscito sobre el acuerdo con las Farc… Nosotros mismos no nos podemos poner la chapa de la derecha en un afán de diferenciarnos con otros partidos que como los conservadores o Cambio Radical, y grandes porciones de ciudadanos que no son partidistas pero sí están en contra de Santos y su proceso de paz, en la segunda vuelta confluirán naturalmente a la candidatura de derecha o centro derecha que clasifique al balotaje final”, dijo un parlamentario uribista en charla off the record con un periodista de EL NUEVO SIGLO.

Uribismo, ni izquierda ni derecha…

De allí que, para no pocos, el pronunciamiento ayer del expresidente Uribe pareció entrar a terciar en ese debate en torno a si el Centro Democrático es de derecha o no. “Ni izquierda ni derecha. El Centro Democrático aboga por la seguridad que es un valor democrático; por la expansión simultánea de la empresa privada y de la política social; por la independencia de instituciones; por el pluralismo participativo; conjunto de valores democráticos contrarios al castro-chavismo para donde nos lleva el actual gobierno de Colombia". No pocos analistas indicaron que el pronunciamiento de Uribe fue un claro correctivo a lo dicho por Londoño, debido a las implicaciones políticas, ideológicas y electorales del pronunciamiento del exministro. 

Uribe a la izquierda de sus pupilos…

Un veterano congresista liberal que dedicó tiempo y atención al cónclave de los uribistas, le dijo ayer a varios periodistas del área política que los discursos de varios de los dirigentes y precandidatos del Centro Democrático fueron “tan radicales” que incluso, comparados con la intervención y propuestas del expresidente Uribe, pareciera que “este estuviera a la izquierda de las ideas de sus propios pupilos en temas trascendentales sobre qué hacer con el acuerdo de paz si llegan a la Presidencia”. 

Cosecha de precandidatos

Y para cerrar con el cónclave uribista, la aparición de nuevos precandidatos presidenciales, como el ex viceministro Rafael Nieto Loaiza, así como el encendido discurso de la senadora Paloma Valencia, que se suma a las aspiraciones de Carlos Holmes Trujillo, Iván Duque y María del Rosario Guerra, generaron reacciones encontradas. De un lado, hay parlamentarios y dirigentes uribistas que sostienen que ese alto número de nombres evidencia el dinamismo y generación de nuevos liderazgos del Centro Democrático, pero para otros el problema radica en que, sumados en las últimas encuestas, no llegan -todos- al 3%, siendo superados por el ex vicepresidente Francisco Santos, que no asoma en ese ramillete, lo mismo que Oscar Iván Zuluaga, cuya campaña sigue suspendida.