Off the record | El Nuevo Siglo
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Lunes, 3 de Julio de 2017
Redacción Política

En la polémica entre el Gobierno y el uribismo sobre el número de armas que en realidad tenían las Farc y cuántas de estas efectivamente se terminaron entregando a la Misión de Monitoreo y Verificación de la ONU surgió un flanco que pocos han enfatizado. Según un ex alto mando militar,  a las Farc se le envejeció el arsenal hace una década y muchos de sus fusiles, con más de diez y quince años de uso, terminaron siendo inservibles y con repuestos hechizos, lo que coincidió con la cruzada trasnacional antiterrorista de George Bush, que golpeó duramente el tráfico internacional de armas, lo que produjo la paradoja de una guerrilla con plata (del narcotráfico) para comprar arsenales pero que no podía acceder a grandes cantidades de armas modernas y le tocó seguir en el ‘mercado del usado’.

California y el pulso por el glifosato

Aunque a partir del próximo 7 de julio en California todos los productos que contengan glifosato llevarán una etiqueta en donde se advierta sobre su potencial cancerígeno, lo cierto es que esta decisión se venía estudiando en ese poderoso estado norteamericano desde 2015, precisamente desde que la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, que es una instancia independiente que depende de la Organización Mundial de la Salud (OMS), emitiera las conclusiones de un estudio en donde se catalogaba al fungicida como una sustancia de uso restringido porque podía producir marcadores cancerígenos, como lo demostraron las pruebas en laboratorio con animales. Desde entonces comenzó un proceso bastante complejo en California para exigir a la poderosa multinacional Monsanto que etiquetara a su herbicida Roundup (nombre comercial allí del glifosato), como posible carcinógeno. 

Un antecedente muy fuerte en EU

¿Otros estados harán lo mismo? No se sabe. California es el primer estado en imponer esta obligación a Monsanto, pero debió dar una larga pelea judicial que tuvo origen en la demanda por el caso de un agricultor del condado de Cambria, que fue diagnosticado con un linfoma, del que se culpó al herbicida que había usado por más de 30 años. Incluso, su perro había desarrollado la misma enfermedad antes. El agricultor murió en diciembre de 2015 y su esposa interpuso la demanda contra Monsanto, alegando que el productor sabía de los efectos cancerígenos del fungicida pero nunca lo admitió ni advirtió. Al final la multinacional perdió y California, que tiene una directriz sobre sustancias tóxicas desde 1986, ordenó a Monsanto etiquetar su fungicida.

En Colombia sí tendría coletazo

¿Tendrá esta decisión de California algún efecto sobre Colombia? Un experto nacional en el tema le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que no hay, en principio, ninguna consecuencia porque se trata de la decisión de un juez federal sobre un asunto que compete a ese estado estadounidense en particular. También descartó que el fallo en California pueda impactar sobre la petición del gobierno Trump para que Colombia reanude las fumigaciones aéreas sobre narcocultivos, porque Washington no exige que esto se haga única y exclusivamente con glifosato. Según el experto, que pidió la reserva de su nombre, “… en lo que sí puede impactar es en el uso del glifosato en Colombia, que hoy se utiliza no solo como fungicida para muchos cultivos lícitos sino también para erradicaciones terrestres de narcocultivos… En Europa el efecto cancerígeno del glifosato no ha sido probado, pero ahora sí en Estados Unidos y ahí la cuestión será a otro precio a nivel continente”.

Ojo a la reforma al SGP 

El proyecto de ley que reformará el Sistema General de Participaciones (SGP), que es la columna vertebral del esquema de distribución presupuestal en Colombia, apunta a ser uno de los proyectos estrella de la última legislatura del gobierno Santos. Se trata de una iniciativa que tendrá mucho debate porque es seguro que las bancadas regionales querrán modificar las reglas del situado fiscal y los porcentajes de transferencias de recursos y obligaciones entre los niveles central, departamental y municipal.

 

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