Off the record | El Nuevo Siglo
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Viernes, 29 de Septiembre de 2017
Redacción Política

En el Partido Conservador hay varias voces que consideran que la colectividad se está quedando sin “banderas” políticas “buenas” para la campaña electoral que está arrancando. Según un senador de las toldas azules es claro que liberales y La U se adueñaron ya de la bandera del proceso de paz, en tanto que Cambio Radical y los uribistas están ubicados en la otra orilla crítica del pacto y su implementación. “… Los conservadores, paradójicamente como decía Serpa años atrás, no somos ‘ni chicha ni limonada’… La bandera de la anticorrupción todos los partidos y candidatos la están agitando, pero no se la están creyendo a ninguno, salvo un poco a los verdes, Fajardo o Robledo… Deberíamos los conservadores liderar toda la defensa de la propiedad de la tierra ahora que llegaron al Congreso los proyectos del capítulo rural del acuerdo con las Farc”, precisó el parlamentario en charla informal con un periodista de este Diario.

Piden más actividad de campaña

Y hablando de los conservadores, hay preocupación en la bancada de la Cámara de Representantes porque no se ve al Directorio Nacional más activo en la logística del arranque de la campaña parlamentaria. Incluso se criticó que las giras que venía haciendo el presidente del DNC, senador Hernán Andrade, por distintas regiones para hablar de listas y candidatos, perdieron ritmo por los problemas judiciales del congresista.

Octubre, mes clave para revocatoria

En la primera semana de octubre el comité de peritos privados que contrató la defensa del alcalde Enrique Peñalosa para revisar las firmas que aportaron los promotores de la campaña de revocatoria del mandato  contra el burgomaestre capitalino, deberá terminar su trabajo. Después de ello sólo quedaría pendiente que el Consejo Nacional Electoral dé los resultados de las pesquisas que realiza por posibles vacíos en la financiación del comité promotor que recogió las firmas. Sólo entonces, cuando se conozcan las conclusiones de ambos procesos, se podrá tener claridad en torno a si es viable la revocatoria y, en caso positivo, si podría votarse este año o a comienzos del próximo. Tanto desde los promotores de la revocatoria como desde las toldas peñalosistas hay optimismo en que el proceso desemboque a su favor.

Mototaxismo, pulso político (I)

En un país en donde se calcula que centenares de miles de personas se dedican al mototaxismo, una modalidad de transporte de pasajeros ilegal pero extendida en muchas ciudades y municipios, era claro que en plena época electoral la búsqueda de soluciones a esta problemática empezaría a moverse. Mientras que el Gobierno insiste en que el mototaxismo no se legalizará y que los alcaldes deben aplicar todo el peso de la ley a quienes ejercen esta actividad, una directriz que pocos mandatarios cumplen porque se les genera una inmediata protesta social y hasta el riesgo de asonadas, el uribismo decidió meterle diente al asunto, mediante un proyecto de ley que facultaría a las alcaldías y gobernaciones para crear programas de formación y capacitación a los mototaxistas de forma tal que puedan aprender y emplearse en otras actividades.

Mototaxismo, pulso político (II)

“Dar la espalda a un problema social como el mototaxismo no es la solución, hay que afrontarlo y buscar alternativas que no sean la represión, por eso buscamos con este proyecto que las personas que se dedican a este oficio puedan cambiar la práctica de esta actividad económica, por otra, ojalá formal”, dijo el senador Fernando Araújo, uno de los ponentes de la iniciativa del Centro Democrático. Un parlamentario de La U consultado al respecto dijo que “… más allá del tufillo de oportunismo electoral que tiene la propuesta, el proyecto parte del supuesto de pensar que los mototaxistas sí se van a cambiar de actividad, cuando es claro que el mototaxismo tiene su origen no en que quienes trabajan en él no estén capacitados en otros oficios, sino en que no consiguen empleo en su campo laboral y tienen que rebuscársela en otro”.

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