Off the record | El Nuevo Siglo
Foto archivo El Nuevo Siglo
Martes, 28 de Mayo de 2019
Redacción Política

Tres en 10 meses (I)

 

Un senador de la oposición le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que una evidencia de la debilidad política del gobierno Duque era que sin completar 10 meses en el poder ya acumula los intentos de tres mociones de censura contra sus ministros. Recordó que a pocos meses de haberse posesionado el Ejecutivo, el titular de la cartera de Hacienda, Alberto Carrasquilla, fue el primero en ser blanco de un debate de moción de censura por el tema de los llamados “bonos de agua”. Luego, ya en el segundo tramo de la legislatura, unos días antes de haber oficializado su renuncia, hace dos semanas, la oposición, junto al liberalismo, sobre todo en la Cámara, quería poner en la mira a la entonces ministra de Justicia, Gloria María Borrero, quien siempre tuvo una relación muy difícil con los parlamentarios por temas como la reforma a la justicia. Sin embargo, la dimisión de Borrero frustró la intentona parlamentaria.

 

Tres en 10 meses (II)

 

Y el último fue el ministro de Defensa, Guillermo Botero, al que también querían aplicarle una moción de censura pero a última hora fue retirada por sus promotores porque estaban esperando “información más delicada”. Sin embargo, se sabe que los partidos de izquierda van a insistir en el tema, sobre todo por el escándalo que se ha generado alrededor de las órdenes operacionales al interior de las Fuerzas Militares que han sido cuestionadas por periódicos estadounidenses, pero que el gobierno Duque ha defendido, afirmando que en modo alguno se está propiciando el riesgo de volver a la época de los ‘falsos positivos’. El propio Botero ha sido enfático en advertir que todos los procedimientos castrenses están enmarcados dentro del respeto a los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario (DIH), y que cualquier acción aislada de los uniformados en contra de estos será severamente castigada.

 

Jornada de desagravio

 

Y hablando de este escándalo, ya varios sectores políticos, económicos y sociales empezaron a planear la posibilidad de llevar a cabo un homenaje nacional y jornada de respaldo a las Fuerzas Militares y de Policía, bajo la tesis de que hay una campaña mediática a nivel internacional, así como de organizaciones no gubernamentales y de sectores de la izquierda y la oposición gubernamental contra el prestigio de la Fuerza Pública. Según trascendió, se está evaluando si se convoca a una marcha nacional en apoyo a los uniformados, o si mejor se acude a una campaña de alto calado en redes sociales o incluso a crear un símbolo que la ciudadanía pueda portar para exteriorizar su respaldo a los estamentos militares y policiales en medio de esta difícil coyuntura.

 

Condiciones uribistas

 

En las toldas del Centro Democrático se comenta que los congresistas de esa colectividad no ven con buenos ojos la posibilidad de que alguno de los partidos independientes, ya sean los liberales o Cambio Radical, puedan entrar al Gobierno a cambio de la asignación de cuotas en altos cargos e incluso en el gabinete. Según le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO una alta fuente del uribismo, no se puede cambiar a estas alturas del gobierno la bandera de la “cero mermelada” y, por lo tanto, toda bancada que ingrese a la coalición oficialista debe hacerlo en las “mismas condiciones” que el Centro Democrático, los conservadores, La U y los partidos cristianos. Es decir, que ningún partido tiene una representación política y directa en la nómina ministerial ni tampoco se condiciona su apoyo a la agenda legislativa a la asignación de cuotas en los altos cargos del nivel nacional y descentralizado.