La policía ingresó este lunes a rescatar a cuatro rehenes en poder de pandilleros amotinados en un correccional juvenil de Guatemala, pero uno de los liberados murió minutos después debido a la gravedad de sus heridas.
"Se ha logrado rescatar con vida a los 4 monitores retenidos", dijo el presidente Jimmy Morales, pero posteriormente las autoridades de salud informaron que uno de los liberados había fallecido a causa de los golpes recibidos y de graves heridas de arma corto punzantes.
Un vocero de los Bomberos Voluntarios, Mario Cruz, indicó que dos de los funcionarios rescatados presentaban además trauma en el cráneo.
Los jóvenes pandilleros mantenían desde el domingo en rehenes a cuatro funcionarios de un correccional aledaño a la capital guatemalteca, luego de matar a dos y herir a otros cinco en un motín en demanda de mejores tratos y beneficios en el centro.
La incursión policial se originó luego que los amotinados rompieron el diálogo con las autoridades, que buscaban lograr la liberación de los cuatro trabajadores estatales que permanecían como rehenes.
Durante el ingreso, periodistas de la AFP escucharon varias explosiones, pero el ministro del Interior, Francisco Rivas, calificó el operativo de "exitoso".
Familiares y amigos, en su mayoría mujeres, alejados del ingreso principal y resguardados por agentes policiales, reclamaron que las autoridades no se acercaron a informarles sobre la situación de los jóvenes antes y después de la operación de rescate.
Violento alzamiento
La madrugada de este lunes un funcionario fue liberado por los internos y trasladado a un hospital por las heridas que presentaba.
El motín comenzó el domingo al mediodía, después de la visita, por jóvenes integrantes de la temible pandilla Barrio 18, quienes denuncian malos tratos de los guardias, según la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).
El incidente se registró en el Centro Juvenil de Privación de Libertad para Varones", conocido como Etapa II, ubicado en el municipio de San José Pinula, unos 10 km al este de la capital.
El subjefe de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia, a cargo del centro, Vladimir López, detalló que en el correccional estaban internados 56 pandilleros de los cuales 39 son mayores de edad y 17 menores, pese a que el lugar es para rehabilitar a jóvenes.
La procuradora adjunta de derechos humanos, Hilda Morales, denunció que en el centro conviven pandilleros condenados a penas de prisión por homicidio, junto a jóvenes que no tienen relación con las pandillas.
Los protagonistas de la revuelta demandaban el retorno de compañeros, el acceso de alimentos al correccional y el levantamiento de restricciones a las visitas.
Urgente atención a niños
El correccional está ubicado a pocos metros al Hogar Seguro Virgen de la Asunción, donde un incendio el 8 de marzo causó la muerte de 40 adolescentes y dejó a otras 18 con graves quemaduras.
De acuerdo con las autoridades, las adolescentes iniciaron el fuego para llamar la atención por abusos sexuales y otros vejámenes en el refugio para víctimas de maltrato familiar, también administrado por la Secretaría de Bienestar Social.
Pero las víctimas estaban en un cuarto bajo llave y no pudieron escapar de las llamas.
Este lunes, durante el inicio del 57º período extraordinario de sesiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en Guatemala, su presidente, el brasileño Roberto Caldas, urgió a mejorar la atención de la niñez en el país, para que no se repitan situaciones similares a las del Hogar Seguro Virgen de la Asunción.
"Nuestros niños y niñas deben estar siempre presentes y cuidados", señaló Caldas durante un acto en el Palacio Nacional.
"Con cada uno de estos fallecimientos se apagó una vela en el futuro de nuestros pueblos", indicó el magistrado.