La desolación y la angustia embargan a los vecinos del municipio de Salgar, Antioquia, donde continúa la búsqueda de víctimas del deslave ocurrido la madrugada del lunes tras un torrencial aguacero, una catástrofe que ya cobró más de 83 muertos, 53 de los cuales ya fueron identificados por Medicina Legal.
Al mismo tiempo, los sobrevivientes intentan reactivar sus actividades y los damnificados buscan, entre los escombros, el lodo, y los restos de sus casas, a sus familiares desaparecidos durante la avalancha de la quebrada La Liboriana, la misma que las ha acompañado por años en sus faenas diarias.
Hasta el momento es incierto el número de desaparecidos, por lo que se cruza información con los pobladores.
Tropas del Ejército enviadas a la zona para colaborar en la atención de este desastre natural lograron esta mañana el rescate del cadáver de un hombre, mientras que en municipios vecinos a Salgar, y ribereños del río Cauca también fueron hallados tres cadáveres en este caudal, que correspondería a víctimas de esta tragedia ocurrida al amanecer del lunes, 18 de mayo.
La Policía también hace presencia y colabora con las labores de búsqueda, al tiempo que la Fuerza Aérea continúa realizando sobrevuelos y llevando ayudas.
El Gobierno nacional envió 500 ayudas humanitarias que fueron entregadas ayer a los damnificados por la avalancha.
Las ayudas contienen un kit de aseo, con tres colchonetas, tres sábanas y un mercado para cada una de las familias afectadas.
Estos paquetes de ayuda se entregan a las familias de acuerdo con un censo de afectados realizado por la Alcaldía, el cual determina si se entregan más mercados o kits de aseo, dependiendo la cantidad de integrantes.
Muchos vecinos, muy golpeados emocionalmente por lo ocurrido, limpian sus casas llenas de lodo mientras volquetas remueven los restos de escombros del lugar, sin electricidad ni agua potable tras el fatal deslizamiento de tierra.
“Muy horrible, uno no tiene palabras, uno como que cree que es un sueño, como que aterriza porque ya ve la magnitud del desastre”, dijo a la AFP Nora Quinceno, sobreviviente del derrubio que sorprendió a todos durmiendo.
“Yo tenía una hija allí viviendo y una nieta que se las llevó (el alud). Estamos incómodos, no tenemos para dónde irnos”, contó Ómar Londoño, otro de los afectados.
Las esperanzas de encontrar personas con vida son cada vez más escasas. “Desaparecidos vivos, es difícil, porque el caudal del río fue muy fuerte. Creo que si encontramos serán cadáveres”, según los rescatistas.
El río es vigilado desde la parte alta, para supervisar que no haya represas naturales que puedan provocar nuevas avalanchas, y en su parte baja, donde se buscan víctimas en el cauce. En Venecia, localidad río abajo de Salgar, fueron encontrados tres cadáveres.
Los damnificados fueron alojados en tres albergues temporales, así como en fincas cafeteras, principal actividad económica de la zona.