Unos 20.000 colombianos se han visto afectados por la actual crisis fronteriza con Venezuela, entre los que se cuentan 1.467 deportados y más de 18.000 que han huido por temor a ser expulsados, según estimaciones de la ONU divulgadas en Colombia.
"La cifra de colombianos deportados desde Venezuela, a través de (los departamentos fronterizos de) Norte de Santander, Arauca, La Guajira y Vichada, alcanza los 1.467, al 7 de septiembre", según un informe divulgado por la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Además, el organismo detalló que "se estima que 18.619 personas han retornado al país a través de estos cuatro departamentos" porque se "han visto forzadas a retornar por su cuenta, por las condiciones actuales y el temor a ser deportadas", lo que daría un total de 20.086 damnificados.
De los afectados, que en su mayoría han llegado a la ciudad de Cúcuta, en Norte de Santander, 14.321 han sido incluidos en el oficial Registro Único de Damnificados, precisó la ONU.
La crisis bilateral estalló el 19 de agosto, cuando el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, decretó el cierre de una parte de la frontera tras un ataque a militares venezolanos durante una operación anticontrabando, que el mandatario atribuyó a "paramilitares colombianos".
Pero la tensión aumentó hace unos diez días, cuando ambos países llamaron a consultas a sus embajadores en medio de denuncias de violaciones de los derechos humanos de los afectados.
En un nuevo episodio de la crisis, Maduro ordenó en la noche de este lunes el cierre de otro paso de la frontera con Colombia, en el extremo limítrofe norte entre ambos países, y el despliegue de 3.000 efectivos militares en esa zona.
Colombia y Venezuela comparten una porosa frontera de 2.219 km, en la que denuncian la actividad de grupos irregulares que lucran con el contrabando de combustible y otros productos altamente subsidiados por el gobierno venezolano./AFP
Venezuela debe reabrir su frontera con Colombia y propiciar el diálogo con su vecino para resolver la crisis que ya afecta a unos 20.000 colombianos, estimó el martes el exsecretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
"La única posibilidad es que finalmente el gobierno de Venezuela acceda a abrir la frontera y se pueda establecer con Colombia un diálogo para resolver los problemas que estén pendientes", declaró el diplomático chileno a periodistas en Sao Paulo.
"Esa frontera es una de las más concurridas de América Latina. Hay un tránsito muy frecuente, la gente va y viene, ese cierre debe haber provocado una disfunción en mucha gente. Y yo hasta ahora no he visto ninguna justificación real de por qué ocurrió esto", insistió Insulza, en declaraciones formuladas después de participar en un seminario con periodistas.
La nueva crisis bilateral entre Colombia y Venezuela estalló el 19 de agosto cuando el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, decretó el cierre de una parte de la frontera tras un ataque a militares venezolanos durante una operación anticontrabando, que el mandatario atribuyó a "paramilitares colombianos".
La tensión aumentó cuando ambos países llamaron a consultas a sus embajadores hace unos diez días.
Según la ONU, la crisis ya afecta a unos 20.000 colombianos, entre ellos 1.467 deportados y más de 18.000 que han huido por temor a ser expulsados.
Ambos vecinos comparten una frontera de 2.219 km, en la que denuncian la actividad de grupos irregulares que lucran con el contrabando de combustible y otros productos altamente subsidiados por el gobierno venezolano.
"Siempre hay quejas, críticas, problemas. Hay contrabando, es una frontera donde siempre existe contrabando pero creo que esto está muy influido por la situación electoral" en Venezuela, que acogerá comicios legislativos el próximo 6 de diciembre, comentó Insulza.
"En Venezuela la democracia está golpeada", enfatizó.
Las elecciones son consideradas cruciales para Maduro, que muestra bajos índices de popularidad en medio de una fuerte crisis económica, según los sondeos. La jornada electoral podría marcar el fin de la mayoría chavista tras 16 años.
Insulza lamentó también que la Organización de Estados Americanos no pueda enviar una misión de observación electoral para los comicios, al asegurar que un informe de la entidad daría "más solidez" al proceso. Hasta ahora, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) es el único organismo internacional convocado por la autoridad electoral venezolana como "acompañante electoral", con limitadas funciones.
"No niego su importancia, pero no es lo mismo que una misión de observación electoral", insistió Insulza.