6.800 hectáreas son territorio protegido en el Valle de Aburrá | El Nuevo Siglo
LA DECLARATORIA involucra a 17 veredas de seis municipios: cuatro del Valle de Aburrá (Bello, Barbosa, Copacabana y Girardota) y dos del Norte del Departamento (San Pedro de los Milagros y Donmatías).
/Corantioquia
Domingo, 20 de Diciembre de 2020
Redacción Medio Ambiente

Luego de obtener el concepto favorable del Instituto Alexander von Humboldt, el Consejo Directivo de Corantioquia confirmó la declaratoria del área Quitasol-La Holanda como territorio protegido.

Se trata de una zona ubicada en el Norte del Valle de Aburrá, de características únicas, donde se encuentra el hábitat de especies endémicas, gran diversidad biológica y un patrimonio arqueológico sin igual.

Con la declaratoria, que involucra a 17 veredas de seis municipios: cuatro del Valle de Aburrá (Bello, Barbosa, Copacabana y Girardota) y dos del Norte del Departamento (San Pedro de los Milagros y Donmatías), se preservarán importantes fuentes hídricas de la zona, entre ellas la cuenca abastecedora del Alto de Medina en San Pedro de los Milagros. También se aportará al control de la erosión, la protección de la biodiversidad y la conservación del patrimonio arqueológico del cerro Quitasol, donde se encuentra el camino de Niquía Corrales, una infraestructura que corresponde con la época prehispánica. 

Así mismo, son de especial importancia ambiental los bosques Altoandinos de robledales, en jurisdicción de San Pedro de los Milagros, Barbosa, Girardota, Bello, Copacabana y Donmatías, y los bosques de la vereda La Holanda en el municipio de Girardota. 

Entre los valores objeto de conservación referidos a la protección de especies, se cuentan 14 especies de fauna, entre ellas varias aves endémicas, incluida el gorrión montés o montañerito paisa (Atlapetes blancae), el cual se encuentra en peligro crítico (CR) e incluso estuvo considerado como extinto; y el ocelote (Leopardus pardalis). En flora, se busca proteger 5 especies, entre ellas el Cedro (Cedrela odorata) y el roble (Quercus humboldtii).

El Distrito Regional de Manejo Integrado (DMI) es una figura de conservación que permite el aprovechamiento racional de los recursos, con el objetivo principal de fomentar la conservación y el desarrollo sostenible.

En el Valle de Aburrá existen hoy un total de 213,17 hectáreas declaradas como áreas protegidas en el contexto urbano. Son ellas:

Área de recreación Piamonte: 14.23 hectáreas.

Área de recreación Parque Ecológico Cerro Nutibara: 29.33 hectáreas.

Parque natural regional metropolitano Cerro El Volador: 107.13 hectáreas.

Área de recreación urbana Cerro La Asomadera: 26.63 hectáreas.

Área de recreación urbana Humedal El Trianón – La Heliodora: 23.31 hectáreas.

Área de Recreación Humedal Ditaires: 12.54 hectáreas.

Por su parte, con el DMI Quitasol – La Holanda, Corantioquia ha declarado 19 áreas como protegidas en su jurisdicción, en las que se suman cerca de 350 mil hectáreas destinadas a preservar la biodiversidad en ecosistemas estratégicos, como bosques, complejos cenagosos y humedales.

El cerro

Quitasol es el nombre de uno de los cerros naturales más importantes del Valle de Aburrá, localizado en el municipio de Bello al norte de Medellín. Gracias a su imponente vista, se ha hecho merecedor de ser el motivo del nombre de las fiestas del municipio en el que se encuentra ubicado, conocidas como las "Fiestas del Cerro Quitasol".

El Municipio de Bello es una de las diez localidades del Área metropolitana de Medellín. En su seno emerge uno de los más imponentes cerros tutelares del Valle de Aburrá, el Cerro Quitasol, albergando una cascada con una sorprendente vida acuática.

En el Quitasol -como se le conoce comúnmente entre los bellanitas- se encuentran todavía caminos indígenas ancestrales de la comunidad indígena del Cacique Niquía. En las laderas del Cerro se encuentran evidencias de una antigua civilización que demuestran sus conocimientos de ingeniería. Estos caminos son testigos históricos del idear y la construcción de una ruta cuya historia aún yace en medio del misterio: el camino de piedra de los aburráes de Niquía. Un sendero de esta ruta comienza en el portal del cerro Quitasol, luego continúa ascendiendo por un camino de piedra construida en épocas pre-coloniales, con etapas de trocha y bosques; durante todo el recorrido se puede observar la inmensa variedad de especies de su flora y su fauna silvestre.

Desafortunadamente y, en especial durante los últimos años, el Cerro Quitasol también ha sido frecuentemente víctima de manos criminales que han provocado graves incendios forestales que han alterado el equilibrio de su ecosistema y su valor paisajístico con el objetivo de ganar terrenos para ampliar la infraestructura urbanística del municipio de Bello. El 8 de febrero de 2017, ocurre el mayor incendio de alta intensidad, en donde más de 110 hectáreas quedaron pulverizadas por el fuego, duro 3 días y se apagó con ayuda de helicópteros nacionales.