MIENTRAS los analistas descifran nuevas metodologías para investigar malware y los usuarios empiezan a entender su funcionamiento, los cibercriminales buscan novedosas formas para esconderse en los teléfonos y comprometer los dispositivos.
Las técnicas que utilizan para aumentar la efectividad de sus ataques podrían agruparse en dos categorías: por un lado, estrategias de Ingeniería Social (consiste en la manipulación psicológica y persuasión para que voluntariamente la víctima brinde información personal o realice algún acto que ponga a su propio sistema en riesgo) y, por el otro, mecanismos técnicos para dificultar la detección y análisis de malware.
ESET Latinoamérica resume los comportamientos más frecuentes en relación a códigos maliciosos para Android durante los últimos años, basados en Ingeniería Social:
1. Uso de cuentas fraudulentas en la Play Store para distribución de malware. El malware en la tienda oficial de Google no cesa de aparecer. Para los cibercriminales, lograr que sus aplicaciones maliciosas logren colarse en los mercados de aplicaciones genuinas resulta una gran victoria, pudiendo alcanzar un conjunto grande de potenciales víctimas.
2. Fechas conmemorativas y lanzamientos de aplicaciones esperadas. Una práctica común en el mundo del ciberdelito es enmascarar malware como versiones de Apps -juegos, principalmente- que cobran repentina popularidad. Este fue el caso de Pokémon GO, Prisma o Dubsmash, sumando cientos de miles de infecciones a nivel mundial.
3.Tapjacking y superposición de ventanas. El tapjacking es una técnica que consiste en la captura de los toques que el usuario da sobre la pantalla al mostrar dos actividades superpuestas. De esta manera, el usuario cree que realiza toques sobre la actividad que está viendo, mientras estos están siendo verdaderamente desviados a otra actividad, oculta a su vista. Otra estrategia similar, muy utilizada para el robo de credenciales en Android, es la superposición de actividades. En este esquema, el malware detecta la aplicación que el usuario está utilizando a cada instante y, cuando esta coincide con una determinada App objetivo, despliega un diálogo propio con la estética de la aplicación legítima, solicitando las credenciales al usuario.
4. Camuflarse entre las aplicaciones del sistema. La forma más sencilla para que un código malicioso para se oculte en un equipo es simular ser una aplicación del sistema. Comportamientos como eliminar el icono de la App una vez que ha terminado la instalación o utilizar nombres, paquetes e iconos de Apps de sistema y otras populares para inmiscuirse en el equipo, son estrategias que se ven en códigos como el caso del troyano bancario que pretendía ser Adobe Flash Player para robar credenciales.
5. Simular ser apps del sistema y seguridad para solicitar permisos de administrador. Dado que Android limita los permisos de las aplicaciones, muchos códigos maliciosos necesitan solicitar permisos de administrador para poder desarrollar correctamente su funcionalidad. Además, este permiso ayuda a que el malware pueda dificultar su desinstalación. El camuflarse como herramientas de seguridad o actualizaciones del sistema brinda a los cibercriminales ventajas como escudarse bajo una figura de confianza, de modo que el usuario no dude en autorizar a la aplicación.
Para prevenir infecciones recomiendan chequear estos comportamientos potencialmente maliciosos y además enterase cómo saber si su teléfono ha sido comprometido.