La basura electrónica es un problema en constante crecimiento que nos involucra a todos. Según el informe publicado en 2017 por el Instituto para el Estudio Avanzado de la Sostenibilidad de la Universidad de las Naciones Unidas, la cantidad producida en 2016 de residuos eléctricos y electrónicos fue de 44.7 millones de toneladas en todo el planeta, cifra que aumentó a 46 millones en 2017 y de la que se espera continúe creciendo durante este 2018, llegando a más de 49 millones de toneladas.
De esta cifra se estima que 4.2 millones de toneladas le pertenece a América Latina, siendo Brasil el país que más produce, con 1.5 millones de toneladas, seguido de México con 1 millón de toneladas y Argentina, en tercer puesto, con 400.000 toneladas. Respecto a Colombia, el informe reporta una generación de RAEE en el 2016 de 275.000 toneladas de desechos, equivalente a 5,6 kilogramos por habitante, sobre una base de 48,750 millones de personas.
Edgar Erazo, director ejecutivo de la Corporación EcoCómputo, indica que uno de los principales problemas que enfrenta América Latina es la falta de regulación en el tratamiento de los residuos eléctricos y electrónicos. Solo 7 países latinoamericanos tienen legislación nacional sobre manejo de RAEE, Colombia, Bolivia, Chile, Costa Rica, Ecuador, México y Perú.
Todos estos países usan como el común enfoque en sus leyes de desechos electrónicos el Principio de Responsabilidad Extendida del Productor el cual tiene como objetivo extender las responsabilidades de los fabricantes del producto a varias fases del ciclo total promoviendo su recuperación, reciclaje y disposición final segura, con el apoyo de los demás actores de la cadena de reciclaje.
El principal desafío con la gestión de estos desechos electrónicos en los diferentes países de América del Sur es la aceleración de todos los procesos de legislación. Y para los que ya tienen vigentes las leyes de estos residuos, es necesario acelerar su implementación, declara Erazo.
El director ejecutivo de EcoCómputo explica que en Colombia de acuerdo con lo previsto en la ley 1672 de 2013 las instituciones colombianas que importan, comercializan y usan estos aparatos están obligadas a prevenir el potencial daño causado por el mal manejo de estos residuos, habilitando espacios de recolección en sus áreas, dando información a sus clientes sobre cómo reciclar o diseñando estrategias para la devolución y recolección; y entregando la basura electrónica a los especialistas.
Pero, ¿por qué los residuos eléctricos y electrónicos son un problema para la salud y el ambiente? El director ejecutivo de EcoCómputo explica que “la basura electrónica es uno de los desechos con mayor potencial de contaminación ya que contiene elementos químicos como mercurio, plomo, cadmio, entre otros, que si se manipulan sin los cuidados necesarios, pueden producir daños a mediano y largo plazo”.
Y, ¿cómo se reciclan?
“Una vez recolectados, estos residuos llegan a un centro de acopio donde se hace una primera clasificación. Se verifica si estos pueden reacondicionarse, y si es así, los computadores se destinan a favorecer a la población vulnerable del país a través de diferentes ONG. Si por el contrario, los equipos no se pueden recuperar en la planta de procesamiento se lleva a cabo una segregación de residuos, separando las sustancias nocivas, nombradas anteriormente, del resto de componentes (plástico, hierro, aluminio, cobre o vidrio) para que las partes que sean reutilizables ingresen nuevamente al ciclo económico y se empleen como material de exportación para generar así procesos de transformación.
“Desde 2012 hemos conseguido recoger más de 11.200 toneladas en materiales provenientes de computadores y esperamos continuar creciendo. Por esto a hoy tenemos 140 puntos de recolección permanente repartidos por todo el territorio nacional” declara el Ing. Erazo. “Para los que quieran saber el punto exacto dónde poder llevar los aparatos que ya no usen pueden entrar en nuestra web www.ecocomputo.com”, finaliza Erazo.