Un nuevo frente de batalla contra el cambio climático se abrió ayer en nuestro país. A través del Ministerio de Ambiente se lanzó la estrategia “Colombia Carbono Neutral”, un programa que reúne, impulsa, fortalece y reconoce el esfuerzo de las organizaciones públicas y privadas en la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
La estrategia busca posibilitar el crecimiento sostenible y bajo en emisiones de gases contaminantes en la economía nacional, al tiempo que ofrece herramientas a los ciudadanos para calcular su huella de carbono y plantearles alternativas con miras a reducirla, entre otros propósitos.
De acuerdo con la cartera ministerial, esta iniciativa se desarrolló con base en el trabajo que viene realizando el país en el marco de su meta de reducción del 51% de las emisiones de GEI al año 2030, establecida en su NDC (Contribución Determinada a nivel Nacional), en el marco del Acuerdo de París, así como con miras a cumplir el compromiso de alcanzar la neutralidad del carbono al 2050.
Como se sabe, Colombia actualizó, a finales del año pasado, su hoja de ruta climática, a través de la NDC, que incluye cerca de 200 medidas, metas y acciones de reducción de emisiones, adaptación al flagelo y medios de implementación para lograrlo.
La nueva estrategia tiene tres líneas de acción. La primera es “Colombia Cero Emisiones”, orientada al trabajo con empresas y entidades de los sectores público y privado. El objetivo principal es cuantificar y reducir las emisiones de estas unidades productivas.
Según el Ministerio, a hoy 20 empresas se han sumado a la iniciativa. Ayer, por ejemplo, en el lanzamiento del programa participaron Ecopetrol, Grupo Éxito, TCC, Bavaria, SKN Caribecafé, Claro Colombia, Lup Colombia, Nestlé, Bancolombia, la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Natura Cosméticos, Omega Energy, Grupo Isa, Repsol, Corpoema, CAEM y Geofuturo.
En segundo término está el trabajo que adelanta el Sistema Nacional Ambiental (SINA) junto a las organizaciones ambientales que cuantifican y reducen sus emisiones. Según el ministro Carlos Correa, dicho sistema “dará el ejemplo y será un referente midiendo sus emisiones y mitigando ¿Cómo? Calculando la huella de carbono y estableciendo un plan de gestión para reducirlas o compensarlas”.
Precisamente el Instituto Sinchi, uno de los más reconocidos en materia de estudios ambientales, anunció su unión a este programa de carbono neutralidad, “en el que organizaciones públicas y privadas trazamos la meta de reducir en un 51% las emisiones GEI al 2030”.
Ayer también participaron del lanzamiento el instituto Alexander von Humboldt, el Ideam y el Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico.
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Y, en tercer lugar, está el programa “Mi Huella de Carbono”. Con esta herramienta se puede medir las emisiones que genera cada persona y buscar alternativas para reducirlas, por ejemplo, disminuyendo el consumo de energía, reciclando papel, usando más la bicicleta o caminando de forma más frecuente en lugar de moverse en un vehículo automotor.
El ministro indicó que “Colombia Carbono Neutral” le permitirá al sector privado alinearse con la política nacional de cambio climático y las metas del país. De igual manera, posicionará al sector ambiente como modelo de gestión para las demás entidades del Gobierno al ponerse como meta su carbono neutralidad en 2021. Y, por último, la estrategia involucra a la ciudadanía al brindarle información clara sobre su huella de carbono y la forma en que podrá reducirla.
El objetivo
Es claro que alcanzar la neutralidad del carbono significa reducir al máximo los GEI que son producto de actividades como la deforestación, el uso de combustibles fósiles y el manejo de las basuras, entre otros. Alcanzar esa meta también implica aumentar al máximo las absorciones a través de los bosques o la implementación de tecnologías que permitan alcanzar un balance igual a cero en nuestras emisiones.
Según el Ministerio, en el mejor de los escenarios todo se traduce en la captura de dióxido de carbono en niveles superiores a las emisiones que se envían a la atmósfera.
De acuerdo con Correa ser un país carbono neutral es “un sueño colectivo que nos compromete a todos: Estado, privados y ciudadanos”.
Agregó que esta estrategia “no tiene colores políticos, tiene el color de Colombia, de la preservación y conservación de nuestros recursos naturales para llegar a la carbono neutralidad al año 2050”.
Por lo mismo el plan lanzado ayer contempla la creación del sello “NDC-Carbono Neutral”, un reconocimiento especial a las entidades que aporten de manera efectiva a las metas de cambio climático de mediano y largo plazos, lo que les permitirá tener los siguientes beneficios: una alianza con medios de comunicación para el posicionamiento empresarial de sus acciones y la asistencia técnica sin costo para la identificación de planes de mitigación de emisiones de GEI.
De igual manera, se identificarán “campeones climáticos”, jóvenes y líderes que promuevan acciones dirigidas hacia la neutralidad del carbono, con el fin de motivar a grupos y partes interesadas en aportar a la solución.
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Sector privado
Los gremios se comprometieron ayer con la estrategia para avanzar a la reducción significativa de gases contaminantes que provocan el calentamiento global. Como se sabe, Colombia, pese a que su aporte en generación de GEI es muy bajo, es uno de los países con mayor nivel de vulnerabilidad a los efectos lesivos del cambio climático.
Según la presidenta de Camacol, Sandra Forero, en ese gremio tanto el crecimiento verde como la construcción sostenible “están en su ADN”.
“Avanzar hacia la carbono neutralidad es nuestro siguiente paso en la estrategia integral de construcción sostenible. Como gremio hemos sido agentes transformadores del mercado y creado condiciones y capacidad para que a través de una certificación se avance en el diseño y construcción de los proyectos con una enorme reducción del consumo energético, pero también con un uso responsable y sostenible de los recursos”, precisó.
Forero dijo que ahora con el programa “Camacol carbono neutral, no solo vamos a aportar a la meta de reducción de CO2 del 51% que tiene el país, sino también aportaremos más en la reforestación”.
Pero no es el único caso de compromiso privado. El pasado 23 de febrero el Ministerio y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) anunciaron una convocatoria abierta relacionada con el cambio climático y los contratos de concesión de infraestructura de transporte.
La iniciativa busca definir las condiciones técnicas, financieras y económicas de dichos contratos, e implementar acciones de mitigación, adaptación y gestión del riesgo al cambio climático en las construcciones avaladas por la ANI.
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Entre los objetivos está la creación de una guía con las medidas de cambio climático y gestión del riesgo en este tipo de obras públicas así como un apoyo para los concesionarios al momento de aplicar acciones de acuerdo con las características de cada proyecto y territorio.
También el Ministerio de Minas y ocho empresas del sector eléctrico, con el apoyo y liderazgo de XM, entidad encargada de la operación del Sistema Interconectado Nacional, firmaron la primera alianza del país con la cual podrán identificar acciones y sumar esfuerzos para que las actividades del sistema lleguen a la carbono neutralidad a más tardar en el año 2050.
Incluso, según trascendió semanas atrás, no está descartado que en la próxima reforma tributaria, que está a punto de presentarse al Congreso, el Gobierno incluya una ampliación del impuesto nacional al carbono, creado en 2016 con la finalidad de incentivar la reducción de emisiones de GEI al aplicarse sobre algunos combustibles fósiles.