REDUCIR EL desperdicio de alimentos a nivel global es una tarea urgente. Sus impactos ambientales y económicos son más que relevantes.
Según reporta la Organización de Alimentos y Agricultura de las Naciones Unidas (FAO), un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo se pierde o desperdicia (alrededor de 1.300 millones de toneladas de alimentos), lo que le cuesta a la economía mundial cerca de 940.000 millones de dólares cada año.
A través de estudios se evidenció que los alimentos que se pudren en los vertederos liberan metano (CH4), un gas de efecto invernadero 28 veces más fuerte que el dióxido de carbono.
Sin duda, el desperdicio de alimentos es peor que las emisiones totales de los vuelos (1,9%), la producción de plástico (3,8%) y la extracción de petróleo (3,8%).
Además, la FAO reporta que hasta 733 millones de personas se enfrentan al hambre debido a factores como vivir en áreas de conflicto, las repetidas crisis climáticas y las recesiones económicas.
Dado este escenario, todos los seres humanos están en la obligación de tomar decisiones más conscientes para evitar el desperdicio de alimentos. Susan Bowerman, directora Senior de Educación y Capacitación en Nutrición Mundial de Herbalife, compartió 5 maneras prácticas de ayudar al medioambiente:
- Planificar con anticipación. La falta de organización puede llevar a compras excesivas y, en consecuencia, al deterioro de los alimentos. Ya sea que estés preparando comidas nutritivas para la semana o eligiendo el menú para una próxima reunión con familiares o amigos, planificar los alimentos con anticipación es crucial para ayudar a los consumidores a comprar solo lo necesario. Esto asegura que se prepare únicamente la cantidad que se va a consumir, evitando la preparación excesiva de alimentos que luego no se consumirán, reduciendo así el desperdicio.
- Considerar cocinar con ingredientes más sostenibles. Las personas se están inclinando hacia dietas más basadas en plantas por una variedad de razones, incluyendo preocupaciones de salud, pérdida de peso o preocupaciones sobre el medio ambiente. Para aquellos que recién comienzan a experimentar este tipo de alimentación, podría ser mejor adoptar una dieta o menú “flexitariano”, que es una dieta principalmente basada en plantas con la inclusión ocasional de carne, aves, pescado o huevos. Es una excelente manera de mantener una dieta saludable y equilibrada mientras se ayuda a proteger el medio ambiente al reducir la energía y los recursos utilizados para producir carne roja.
- Servir las porciones en la cocina en lugar de en la mesa. Se recomienda servir las porciones de comida en cada plato. Con los platos de servicio en la mesa, es muy fácil tomar “solo una cucharada más”, que a menudo queda sin comer. Una de las mayores fuentes de desperdicio de alimentos proviene de la comida que queda en el plato, que a menudo termina en la basura.
- Reutilizar los alimentos que están por caducar. Cuando los tomates se pongan demasiado blandos para cortarlos en ensaladas, se puede considerar hacerlos en salsa de tomate casera. ¿Los plátanos se están poniendo marrones y blandos? Se puede darles más vida pelándolos y guardándolos en el congelador como un ingrediente saludable para batidos. Las sopas y guisos son excelentes platos que pueden incorporar muchos ingredientes diferentes, como verduras que podrían estar un poco pasadas de su mejor momento.
- Donar los extras a quienes lo necesiten. Al limpiar la despensa, se puede considerar el donar alimentos no perecederos a bancos de alimentos y organizaciones benéficas locales.