El planeta enfrenta múltiples crisis, que deben ser atendidas de manera urgente por todas las personas. El cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación, la degradación de los ecosistemas y la escasez de alimentos son solo algunos de nuestros desafíos como especie.
Este año será clave para fortalecer la implementación de los compromisos ambientales y consolidar otros con avances que requieren acciones más decididas por los gobiernos, los tomadores de decisión y la sociedad en general.
Colombia, al ser sede de la conferencia global sobre biodiversidad más importante, la COP16 del Convenio de Diversidad Biológica, tendrá un rol central en la política ambiental, internacional y regional. Un rol en el que la paz con la naturaleza y el nexo entre cambio climático y biodiversidad, desde un enfoque de justicia ambiental, serán los ejes centrales.
Este año se desarrollará una agenda ambiental muy activa, y desde WWF destacan algunas oportunidades y retos ambientales de Colombia en 2024.
1. Colombia, sede de la COP16 de biodiversidad. Entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre se llevará la COP16 del Convenio sobre la Diversidad Biológica en Colombia, la primera COP sobre biodiversidad tras la adopción, por 196 países a finales del 2022 del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, para detener y revertir la pérdida de biodiversidad en 2030.
La COP 16, que tendrá como lema ‘Paz con la Naturaleza’, será un espacio fundamental para que los países revisen el estado de la implementación y la alineación de sus Estrategias Nacionales de Biodiversidad y Planes de Acción (NBSAPs, por sus siglas en inglés) con el Marco Global de Biodiversidad.
Entre otras tareas, durante la Conferencia se desarrollará aún más el marco de monitoreo, se avanzará en la movilización de recursos y se finalizará y operacionalizará el mecanismo multilateral sobre la participación justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización de recursos genéticos. Temas como las soluciones basadas en la naturaleza (SbN), los sistemas alimentarios, los modelos de financiación y la protección de ecosistemas estratégicos (océanos, Amazonía, entre otros) serán centrales en la discusión.
2. Río Atrato, sujeto de derechos. En el 2016, la Corte Constitucional declaró como sujeto de derechos al río Atrato, mediante la Sentencia T-622, un hito en materia de la protección ambiental en Colombia, pues con la medida se busca garantizar la salud de este ecosistema, fuertemente amenazado por actividades como la minería ilegal, y de las personas que habitan en sus cercanías desde un enfoque biocultural. Es decir, reconociendo las relaciones, saberes y conocimientos que tienen las comunidades con la naturaleza.
A ocho años de la sentencia, que establece “al río Atrato, su cuenca y afluentes como una entidad sujeta de derechos a la protección, conservación, mantenimiento y restauración a cargo del Estado y las comunidades étnicas”, su implementación aún tiene enormes retos.
3. Implementación del Acuerdo de Escazú. Colombia es el país más peligroso para las personas defensoras de derechos humanos en asuntos ambientales. De acuerdo con el más reciente informe de Global Witness, publicado en septiembre del año pasado, en 2022 hubo 60 asesinatos de defensores ambientales, casi el doble que en el año inmediatamente anterior.
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Debido a la importancia y la utilidad del Acuerdo de Escazú para la democracia ambiental y la protección de las personas defensoras del ambiente, varias instituciones y ONG ya están realizando acciones orientadas a su implementación.
4. Frenar la contaminación por plásticos. Este 2024 se cumplirán las dos últimas reuniones del Comité Intergubernamental de Negociación sobre la Contaminación por Plásticos. INC-4 e INC5, como se les conoce oficialmente a estas reuniones, tendrán lugar en Ottawa (Canadá) entre el 23 y el 29 de abril, y en Busan (Corea del Sur) del 25 de noviembre al 1 de diciembre, respectivamente.
La expectativa en Colombia, país donde se calcula que se generan 700.500 toneladas anuales de envases y empaques plásticos, de los que solo el 30 % se recicla y el 3 % se transforma en nuevos empaques, es seguir fortaleciendo la normativa nacional, de modo que se promueva no solo la circularidad, sino la eliminación de los plásticos más problemáticos.
Este año, también, hay una alta expectativa por la implementación de la ley contra los plásticos de un solo uso, reglamentada, a través del Decreto 2192 del 2023, por el Ministerio de Ambiente. Entre otras disposiciones, esta ley establece la prohibición en el ingreso de plásticos de un solo uso a sistemas nacionales de áreas protegidas, incluyendo a los humedales clasificados como sitios Ramsar y otros ambientes frágiles, como los páramos. Se busca, además, la eliminación gradual de plásticos problemáticos de un solo uso.
5. Aceleración de la transición energética. Durante la más reciente COP28 sobre cambio climático, que se desarrolló en Dubái a finales del año pasado, el presidente Gustavo Petro se adhirió al Tratado de no Proliferación de Combustibles Fósiles, una medida contundente en el camino de la transición energética, que busca poner fin a todas las nuevas exploraciones y su producción de petróleo, carbón y gas natural, eliminando progresivamente la producción y el consumo actual con soluciones rápidas y justas.
En este contexto, es necesario que el país siga tomando medidas para garantizar la expansión de las energías renovables y la descarbonización de su economía, con la mira puesta en el cumplimiento del Acuerdo de París.