El trabajo comunitario desplegado en el Distrito Regional de Manejo Intergrado, DRMI, Pance ha logrado grandes avances al enfocarse en la conservación de la emblemática rana de cristal - Centrolene savagei.
En colaboración con el Colectivo Mantra de Pance, integrado por la comunidad del corregimiento, comprometida con la preservación ambiental, se puso en marcha un programa de monitoreo en el Ecoparque de la Salud, apoyado por la CVC.
“El interés por investigar y conocer el estado de la rana de cristal en el área del DRMI asociada al Ecoparque Pance Mágico, surge por la necesidad ampliar los conocimientos que se tienen sobre las poblaciones de esta especie en el corregimiento de Pance, contribuyendo al monitoreo de algunas formas de vida que hacen parte de la diversidad asociada a la cuenca del río Pance y aportando a la conservación de esta rana, la cual tiene su hábitat en el Ecoparque, que es la zona más baja del polígono del DRMI”, explicó Sebastián Tabares, estudiante de biología y promotor de la iniciativa del Colectivo Mantra.
Así mismo, destacó Tabares, que el trabajo sobre la rana de cristal está enmarcado alrededor de una matriz de amenazas, como contaminación de las fuentes hídricas, por un mal saneamiento básico, el turismo desmedido, la deforestación, el mal manejo de residuos sólidos, entre otros.
“La estrategia está pensada para generar un sentido de pertenencia por el cuidado con la fauna que se coexiste y demostrar a la comunidad usuaria del Ecoparque qué, asociado al río, se encuentran distintas formas de vida que pueden ser afectadas por las acciones que generamos”, recalcó el joven investigador.
De esta manera, y entendiendo que hay poca información de la especie en el corregimiento, relacionada en cuanto a los picos de actividad, temporadas de reproducción, reportes, número de individuos, preferencias de hábitat y donde encontrarla, a la fecha se han llevado a cabo ocho muestreos nocturnos logrando obtener los primeros resultados dentro del Ecoparque.
“Ya tenemos el lugar exacto donde habita, hemos registrado llamados y tomado variables generales como la densidad de dosel, descripción y estado de las fuentes hídricas, temperatura, precipitación y demás componentes que con el tiempo podrán ser comparados y analizados para entender patrones de esta población que nos permita tomar decisiones correctas para su conservación”, dijo Tabares.
El líder del Colectivo Mantra también resaltó los retos que ha tenido esta búsqueda, uno de ellos la detectabilidad de la especie. “Hasta el momento solo se han realizado registros auditivos, ya que en esta localidad la escuchamos a cinco metros de altura. Debido a lo anterior, hemos decidido indagar en distintas zonas del corregimiento. Para nuestra fortuna, encontramos una población en la vereda El Peón, en un bosque seco tropical similar al del Ecoparque, sobre los 1.300 metros sobre el nivel del mar. Aquí logramos fotografiar a la rana posada sobre la hoja de un árbol”.
En paralelo a los muestreos, se han realizado talleres dedicados al acercamiento a los anfibios y técnicas de monitoreo, centrados específicamente en la rana de cristal, Centrolene savagei. Bajo los nombres de ‘Entre Cantos y quebradas’ y ‘Monitoreo y reconocimiento de anfibios’, este espacio ha servido como punto de encuentro para la comunidad de Pance, invitándola a participar activamente en la exploración y protección de esta especie tan especial.
“Para la CVC es muy importante apoyar este tipo de iniciativas lideradas desde la comunidad, ya que demuestran su compromiso por la conservación de sus áreas naturales y más de una especie como la rana Cristal”, explicó Norely Cuello, funcionaria de la Regional Suroccidente de la CVC.
Descripción
Hace parte de la familia Centrolenidae y es una especie endémica de Colombia.
Tamaño: promedio entre 21.0- 23.6 mm.
Características: Coloración dorsal verde a verde pálido con puntos blancos y verde oscuro. Piel del dorso lisa, huesos verdes y su vientre es mayormente blanco y el corazón no es visible. Presenta una línea supra labial de color blanco.
Hábitat: En bosques sobre árboles, arbustos y helechos a orillas de quebradas, desde los 50 cm hasta los 5 metros de altura del suelo o del agua. Su actividad es nocturna y generalmente el macho cuida los huevos depositados comúnmente en el haz de las hojas en la vegetación cercana a las quebradas.