El Covid-19 y el Día de la Tierra | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Sábado, 25 de Abril de 2020
Alvaro Sánchez

Por estos días lo que sobra es material para escribir sobre temas ambientales, es tanto el abandono del sector y la desidia de las autoridades en esta materia, que con dificultad encontramos cosas que alabar en este aspecto y muchísimo menos, logros que resaltar. En este orden de ideas me surgen dos temas de actualidad; el día de la tierra y la pandemia del Covid-19.

El pasado 22 de marzo, en medio de la crisis mundial que nos rodea, la tierra celebró de nuevo su día; quizá celebró el mejor de los días de la tierra desde que esta fecha se estableció; la ausencia de funcionamiento en muchas industrias del planeta, la cantidad de motores apagados que en épocas normales consumen cantidades inmensas de combustibles fósiles, los vuelos comerciales en tierra en prácticamente todo el planeta, y la quietud de la población que la mantiene en sus sitios de habitación y lejos de los ecosistemas, han redundado en una mejora substancial de los parámetros ambientales y, han derivado en una mejora de la calidad de vida en el planeta; hablando claro está en términos ambientales.

Podríamos decir que de una u otra manera, le toco el turno de sonreír al planeta y dejó de sufrir su propia pandemia destructiva; en un planeta con ecosistemas perfectos, tanto que hace muy difícil discutir la existencia de Dios, existe una plaga que se comporta de una forma destructiva para con su vivienda, su aldea mayor, esa plaga es nada más y nada menos que la especie humana. Es realmente triste que en un mundo donde todo funciona armoniosamente para que una especie pueda vivir sin complicaciones, esa misma especie se encargue de su destrucción.

Ya expliqué en días pasados que las mejoras que estamos viendo tienen dos características básicas; la primera es que es un espejismo que no durará mucho más allá del final de la crisis, y la segunda es que no se ha mejorado tanto como lo que debiera haberse mejorado si las medidas, en el mundo entero, se cumplieran por parte de todos los ciudadanos.

La primera de las características mencionadas, se fundamenta en que al poder volver a las actividades normales saliendo de la crisis ocurrirán dos fenómenos; el primero es que se va a tratar de compensar las pérdidas aumentando la producción a cualquier costo, y el segundo es que los gobiernos cambian sus prioridades para tratar de impulsar el desarrollo, dejando de lado los apoyos prometidos al campo ambiental.

La segunda característica se explica por cuanto las actividades ilegales, por el simple hecho de ser ilegales, no tienen un control ambiental adecuado; mientras las empresas legales, que están debidamente vigiladas, licenciadas y controladas, están paradas por la pandemia, las empresas ilegales que tienen todo tipo de problemas ambientales y sociales, siguen funcionando y causando aún más daño ambiental, si esto es posible.

Ahora bien, alguien podría explicarnos el papel de las autoridades ambientales en la pandemia actual, alguien podría mostrarnos iniciativas en temas tan sensibles como los residuos sólidos, alguien podría indicarnos cuales son las medidas de contingencia para controlar actividades ilegales en el territorio, si los funcionarios de control están en cuarentena.

Aparentemente ni siquiera esta terrible pandemia del COVID-19 ha logrado que la plaga humana deje de acabar sistemáticamente con los ecosistemas; pareciera que anduviéramos en una lucha contra el planeta, lucha que es en si misma una lucha contra nuestra supervivencia como especie.

Por favor, hagamos algo para proteger el planeta; aunque las autoridades ambientales parezca que no quieren hacerlo.

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@alvaro080255