19.500 árboles, con una tasa de supervivencia del 60%, han sido plantados por Agua Siembra, empresa que empezó en 2017 con el propósito de convertirse en un vehículo de recursos importante para proyectos de reforestación.
Su idea inicial fue tomar prestada agua al páramo y así poder darle árboles. “Lo dice nuestro nombre, a lo que nos dedicamos es a sembrar. Sembramos árboles nativos en los páramos de Colombia para preservar un ecosistema que está en riesgo a diario. Nuestro equipo es un equipo joven, decidido y soñador. Soñamos en grande y hemos logrado materializar cada uno de los proyectos que nos hemos propuesto. Pero en esencia, Siembra es una empresa que busca liderar un cambio a partir del ejemplo”, Felipe Mejía, gerente general y co-fundador de la empresa.
La misma vende agua mineral y natural, agua que nace en el páramo, justo en el lugar en donde tienen su planta. Es pura, sin ningún tipo de químico, ni cloro, ni flúor.
Cabe señalar que, un agua que sale directamente de las montañas no tiene bacterias, químicos, contaminación ni nada que pueda ser alterada, incluso, el sabor es el original, ya que al bajar por las montañas adquiere minerales y propiedades curativas y sanadoras, lo que la convierte en un agua de alta calidad.
“Una característica de un agua de buena calidad, es su sabor, entre más minerales tenga, más propiedades y cuerpo tiene el agua. La nuestra, es de mineralización media, sabor homogéneo, baja en sodio, calcio y magnesio, y gracias a las características de donde proviene, mantiene su frescura e incluso la temperatura perfecta desde que sale de las montañas hasta que llega a ti”, explicó el gerente general y co-fundador de Agua Siembra.
Recientemente la compañía, hizo una inversión cercana a los $150 millones en la infraestructura de un gran proyecto. Tomaron la decisión de buscar nuevas alternativas de envases sostenibles para reducir la venta de agua en botella de plástico, liderando la evolución del consumo en la industria de bebidas en Colombia, convirtiéndose en la primera marca de agua en el país en salir al mercado con esta nueva presentación, sin embargo, esperan que sus competidores, también se unan a esta nueva versión de venta de agua en lata.
“Somos conscientes que nuestra industria es una de las mayores generadoras de residuos del mundo: el 46% de la basura del planeta es generada por la producción de alimentos y bebidas. La gran mayoría son plásticos y esto está enfermando nuestro planeta. Millones de botellas son producidas todos los días y al final las estrategias de reciclaje del plástico no están funcionando. Esto es un problema que tenemos que solucionar como sociedad,” afirmó Mejía.
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Y es que, según datos de la compañía, 76% de todo el aluminio producido sigue en circulación, esto se da porque el material es infinitamente reciclable. Es más, las latas son en promedio hechas con un 70% de material reciclado, por esta razón, la empresa es consciente que, desde SIEMBRA, la lata es el mejor sustituto al plástico en este momento.
Incluso, citan cifras en Latino América, afirmando que el aluminio reciclado en Brasil y en México está encima del 90% y esperan alcanzar estas cifras en el país.
Para el ingreso de su nueva presentación, Agua SIEMBRA se ha enfocado en el diseño y en la facilidad para acceder al producto, a su vez, han trabajado para hacer nuevas alianzas y sienten a nivel corporativo, un mercado optimista y receptivo hacia esta innovación.
Así mismo, están consolidando diferentes campañas para crecer en una comunidad, en donde enseñan a través de experiencias, su mensaje de concientización ambiental, de manera creativa y orgánica, lo cual da confianza sobre cómo el público recibe este avance innovador.
Diferencias entre el plástico y el aluminio:
● La facilidad del proceso de identificación y separación del material, donde usando imanes se puede facilitar ese proceso.
● El ahorro de energía en el proceso en el que los datos muestran que, al reciclar aluminio, se emite un 95% menos de dióxido de carbono, en comparación con la producción de aluminio nuevo.
● El plástico pierde varias de sus propiedades después de cada uso y al ser un material que no tiene permanencia como el aluminio, es muy fácil que el material termine desechado sin haber sido siquiera reciclado.
● Al tener muchas aplicaciones (como carros, aviones, conductores, latas, entre otros) su valor de segunda mano es el más alto entre todos los recipientes. Si los recicladores reciben más pesos por kilo, lo recogen más.