En Bogotá, con más de 47.000 generadores de residuos hospitalarios que producen más de 80,000 toneladas al año de residuos peligrosos, Atica ha sido fundamental con la implementación de tecnologías avanzadas, incluyendo la incineración convencional. esterilización e incineración con aprovechamiento energético, para mitigar el impacto ambiental y prevenir emergencias sanitarias.
La recolección de residuos hospitalarios nació con la Ley 99 de 1993 en donde se creó las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR) para supervisar los residuos peligrosos en Colombia. A lo largo de las décadas, las regulaciones sobre residuos sólidos han avanzado, adaptándose a los cambios tecnológicos y sociales. Esto ha llevado a una necesaria transformación en la percepción y el alcance de las autoridades sanitarias y ambientales, impulsando una gestión más eficiente y responsable de los residuos para un ambiente sostenible.
Es por esto que, la empresa se encarga de la recolección de estos residuos en diferentes ciudades de Colombia, incluyendo Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena y Ibagué, así como en muchos municipios cercanos. La gestión adecuada de los residuos hospitalarios es fundamental, ya que, de lo contrario, pueden generar contaminación y enfermedades.
Algunos de estos se residuos se clasifican como residuos con riesgo biológico, en donde incluye materiales que han estado en contacto con el cuerpo durante la prestación de servicios de salud, como guantes y tapabocas, así como objetos cortopunzantes como agujas y cuchillas. También se incluye residuos anatomopatológicos, que son partes del cuerpo humano, y residuos de animales. Estos residuos son altamente peligrosos para la salud y requieren una gestión y tratamiento adecuados.
Durante el 2023, Atica logró recolectar 45.000 toneladas de residuos hospitalarios a nivel nacional, utilizando una flota vehicular que incluye vehículos ecoamigables, lo que ha contribuido a reducir las emisiones de CO2 y ayudar a los clientes a mejorar su huella de carbono.
Una vez estos residuos son recogidos, se transportan a la planta en donde son clasificados y densificados según su capacidad calórica antes de ingresar al incinerador. A través de parrillas viajeras en la cámara de combustión, se generan gases que son transformados en vapor. Este vapor se utiliza como energía en calderas, esterilizadores, procesos de secado de lodos y re-refinación de aceite usado, evitando el uso de combustibles fósiles como gas natural, ACPM y kéroséne.
Además de lo anterior, el vapor se convierte en electricidad mediante una turbina en un proceso único en Colombia. Esta electricidad se utiliza para alimentar las plantas y recargar las baterías de la flota vehicular ecológica, haciendo el tratamiento de residuos sostenible. La energía calórica de la termo destrucción de los residuos se aprovecha en la neutralización de líquidos y esterilización de residuos hospitalarios, cerrando así el ciclo de economía circular.
“En nuestra compañía, nos destacamos por ser líderes en inversión tecnológica en el sector, en Mosquera, contamos con hornos de incineración (con y sin aprovechamiento energético) de última tecnología que generan vapor para diversos procesos. Esto nos ha permitido aumentar nuestra capacidad de tratamiento y estamos emocionados de anunciar el lanzamiento de nuestro nuevo esterilizador en noviembre de 2023, con una capacidad de 1000 kg/h, lo que nos permitirá satisfacer la creciente demanda del sector hospitalario en Bogotá y Cundinamarca.” afirma Mauricio Abondano, gerente de negocios de Atica.
El esterilizador opera mediante la trituración y reducción de residuos a partículas pequeñas, que luego son sometidas a altas temperaturas (121° C a 134° C) y presión constante durante 10 minutos. Después de enfriarse, los residuos resultantes se pueden reciclar o desechar como basura común, reduciendo su volumen en un 80%. Este proceso se realiza de manera automática, utiliza vapor y electricidad para esterilizar residuos hospitalarios altamente infecciosos sin emisiones peligrosas.
Este mismo, cumple un papel fundamental al desactivar y neutralizar la peligrosidad de los residuos hospitalarios, asegurando que no representen riesgos para la salud ni para el medio ambiente. Este proceso garantiza la eliminación de microorganismos patógenos, preparando así los residuos para su posterior y segura disposición final en sitios autorizados, como rellenos sanitarios y de seguridad.
Por otro lado, cabe resaltar que es de suma importancia el buen manejo de los residuos hospitalarios, ya que estos, presentan riesgos de contaminación y enfermedades si no se gestionan adecuadamente. Los desechos infecciosos, especialmente los objetos cortopunzantes, representan un peligro para quienes entran en contacto con ellos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 40% de las enfermedades ocupacionales del personal de salud se deben a infecciones por hepatitis B y el 2,5% a infecciones por VIH.
Finalmente, Atica se destaca como líder en tecnología, implementando métodos avanzados de tratamiento y aprovechamiento energético con la gestión adecuada de residuos hospitalarios, contribuyendo significativamente a un ambiente sostenible y a la seguridad de la salud en Colombia.