Los días 2 y 3 de junio de 2022, líderes mundiales y representantes de gobiernos, empresas, organizaciones internacionales, sociedad civil y jóvenes se reunirán en Suecia durante la conferencia Estocolmo+50, un encuentro internacional para impulsar la acción hacia un planeta sano para la prosperidad de todos.
El evento llega en un momento crucial, ya que la tierra se encuentra en estado de emergencia y es necesario tomar medidas urgentes para hacer frente a la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de naturaleza y biodiversidad, y la contaminación y los residuos.
¿Qué es Estocolmo+50?
Copatrocinada por Suecia y Kenia, Estocolmo+50 se celebrará bajo el lema “Un planeta sano para la prosperidad de todos: nuestra responsabilidad, nuestra oportunidad”.
La reunión, de dos días de duración, conmemorará el 50º aniversario de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano celebrada en Estocolmo, que marcó una nueva era de cooperación mundial.
En la conferencia de 1972, 113 países adoptaron la Declaración de Estocolmo y el Plan de Acción para el Medio Ambiente Humano, situando las cuestiones medioambientales en el primer plano de las preocupaciones internacionales. La conferencia también condujo a la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) e inició un importante diálogo entre los países industrializados y en desarrollo sobre los vínculos entre el medio ambiente, el crecimiento económico y el bienestar humano.
Estocolmo+50 marca un hito en nuestro viaje colectivo hacia un planeta sano. Ofrece la oportunidad de reflexionar, celebrar y construir sobre 50 años de acción medioambiental.
La reunión se organizará en torno a segmentos plenarios, tres diálogos de liderazgo y eventos paralelos que se centrarán en la importancia del multilateralismo para hacer frente a la triple crisis planetaria.
También reforzará los resultados de la quinta Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, que tuvo lugar a principios de este año en Nairobi (Kenia).
¿Qué es la triple crisis planetaria?
La triple crisis planetaria consiste en tres problemas interrelacionados que amenazan la salud humana y medioambiental: el cambio climático, la pérdida de naturaleza y biodiversidad, y la contaminación y los residuos.
La crisis climática está provocando fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes, como tormentas y sequías, que agravan la escasez de alimentos y agua. Las investigaciones demuestran que, para evitar una catástrofe climática, el mundo debe reducir a la mitad las emisiones anuales de gases de efecto invernadero de aquí a 2030 y alcanzar el nivel cero en 2050.
Las actividades humanas han modificado el 77% de la tierra (excluyendo la Antártida) y el 87% del océano. Más de 2.000 millones de hectáreas de tierra están degradadas debido a la sobreexplotación o la mala gestión y un millón de especies se enfrentan a la extinción.
La contaminación atmosférica, la mayor amenaza medioambiental para la salud pública a nivel mundial, es responsable de unos 7 millones de muertes prematuras al año. 11 millones de toneladas métricas de residuos plásticos entran en nuestro océano cada año. Al mismo tiempo, producimos 50 millones de toneladas de residuos electrónicos.
- Le puede interesar:La ONU alerta sobre amenaza silenciosa: degradación de suelos
¿Cómo abordará Estocolmo+50 la emergencia planetaria?
Estocolmo+50 ayudará a acelerar la aplicación de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para lograr un planeta sano, que es esencial para el progreso social y económico, el bienestar y la resiliencia.
Al reunir a un amplio conjunto de partes interesadas de todo el mundo, la reunión pondrá de relieve la importancia de un enfoque multiactor y multisectorial para abordar las cuestiones medioambientales y encarnará la importancia de la acción colaborativa. Estocolmo+50 también pone de relieve nuestra responsabilidad intergeneracional de proteger la Tierra y garantizar que los sistemas de apoyo a la vida estén al alcance de todos.
Durante 50 años, el mundo se ha unido para afrontar los mayores retos medioambientales del planeta, desde la erradicación de la producción de combustible con plomo hasta la protección de más de 38.000 especies y la reparación del agujero de la capa de ozono. Esta cooperación mundial ha restringido el comercio internacional de mercurio, ha prohibido los productos químicos peligrosos y ha reducido los precios de las energías renovables.
Indica la ONU que “pero 50 años después, la necesidad de acelerar la acción en favor del medio ambiente, la reducción de la pobreza y los derechos humanos es más urgente que nunca”.