Se celebró la semana pasada en Colombia el día de la tierra, el pasado 29 de abril se celebró también el día del árbol, así sucesivamente se irán celebrando fiestas en homenaje a diversos aspectos de cada uno de nuestros ecosistemas; pareciera de alguna manera, como aquellas personas que festejan con bombos y platillos el cumpleaños de aquel ser que maltratan durante los otros 364 días del año, es más, que quizá también maltratan el día de la celebración.
Muchos de nosotros, hacemos una especie de lavado de conciencia con la exposición en las redes sociales de estas fechas o simplemente cumplimos con recordarlas, pero no actuamos de una manera coherente y mientras celebramos o conmemoramos las mentadas fechas, actuamos destrozando aquello que estamos apoyando y terminamos nuestro “teatro” quejándonos por lo que la humanidad le hace al planeta; omitimos eso sí cuidadosamente, que nosotros somos parte de esa humanidad y que de igual manera hacemos un daño inmenso al planeta todos y cada uno de los días.
Quien de nosotros no ha cometido atropellos, mas o menos grandes contra la naturaleza, quien de nosotros no ha desperdiciado recursos o papel, o quién no ha llegado a botar alguna basura en sitios no determinados para ello; recuerdo con cariño a un colega que estudiaba una especialización en el tema y a quien, con cariño, le llamé la atención por no utilizar hojas de reciclaje, intenté explicarle el daño que estaba generando con su conducta, el me respondió muy serio “no te preocupes, no vamos a hacer daño porque el papel lo estoy pagando con mi dinero.”
Quizá fuera mejor para el planeta que hiciéramos pequeños esfuerzos, pequeños pero constantes, que implicaran la protección de nuestros recursos y mejoraran nuestra relación con el entorno; quizá fuera posible que en el día del árbol se regara o se podara un árbol, o mejor aún, se sembrara alguno, quizá fuera mejor que cada ciudadano intentara bajar su producción diría de residuos a menos de un kilo, incluso a menos de una libra, quizá fuera mas productivo que el consumo de agua en el baño diario de cada uno de nosotros se redujera, quizá fuera de más utilidad que cuidáramos nuestros páramos y que evitáramos la deforestación y la minería ilegal.
Pero por ahora seguimos de celebración en celebración y de conmemoración en conmemoración y no se ve a corto tiempo que existan programas promovidos por el gobierno nacional para intensificar esas pequeñas acciones que mejorarían nuestra calidad de vida, ambientalmente hablando.
Quisiera proponer que se dedique cada año a una o dos variables diferentes del medio ambiente y se hagan esfuerzos para intensificar las acciones específicas que impulsen a la comunidad a mejorar su comportamiento para con el planeta; un esfuerzo conjunto de todas las autoridades ambientales y de la educación en el país, que cuente con el apoyo de las autoridades de policía y de las autoridades judiciales. De esta manera lograremos más que con tantas celebraciones innecesarias.
@alvaro080255