Ley de enseñanza ambiental, ¿un tema para hablar en la COP16? | El Nuevo Siglo
DE CARA a la próxima COP16, es fundamental que el país lidere políticas que enfrenten la crisis ambiental, promuevan la economía circular y la responsabilidad social./Fotos Atica
Martes, 15 de Octubre de 2024
Redacción Medio Ambiente

Colombia, un país rico en recursos naturales pero vulnerable al cambio climático, ha hecho avances significativos en sostenibilidad con la Ley 2427 de 2024, esta normativa establece las bases para fomentar la educación en sostenibilidad y abordar la crisis hídrica. 

De cara a la próxima COP 16, es fundamental que el país lidere políticas que enfrenten la crisis ambiental, promuevan la economía circular y la responsabilidad social.

Contexto del cambio climático en Colombia

Crisis hídrica: Colombia enfrenta una grave crisis hídrica, agravada por la variabilidad climática de El Niño y La Niña. Según el Ideam, el 40% de los ríos está contaminado, lo que afecta el agua potable, la salud pública y los ecosistemas. Las sequías extremas y las lluvias intensas amenazan la sostenibilidad de las fuentes de agua en las regiones más vulnerables.

Incendios forestales: Los incendios en Colombia se han duplicado en 2024, afectando más de 137,459 hectáreas, según la Ungrd. La reducción de lluvias y el aumento de temperaturas agravan la pérdida de biodiversidad y afectan la agricultura, amenazando la seguridad alimentaria y el acceso al agua para riego en zonas rurales.

Generación de residuos y baja tasa de aprovechamiento: En Colombia se generan 12 millones de toneladas de residuos sólidos anualmente, pero solo el 17% se recicla, según el Ministerio de Ambiente. La falta de infraestructura adecuada aumenta la presión sobre rellenos sanitarios y contamina ríos y suelos, afectando al medio ambiente.

Déficit de rellenos sanitarios: Los rellenos sanitarios en Colombia, como Doña Juana en Bogotá, que está cerca de su capacidad máxima, genera una crisis ambiental y de salud pública. Este problema se debe a la mala gestión de residuos y la dependencia excesiva de estos sitios, en lugar de promover el reciclaje y la valorización.

Estrategias

La Ley No. 2427 establece la necesidad de fortalecer la formación en sostenibilidad ambiental, cambio climático y gestión del riesgo en todos los niveles educativos, así como la capacitación obligatoria de funcionarios públicos. El artículo 2 permite que las instituciones educativas integren estos temas adaptándose a su contexto y promueve la participación de actores sociales clave, como entidades públicas, líderes comunitarios y organizaciones ambientales.

Las empresas que realicen proyectos y actividades deberán cumplir con mayores expectativas en sostenibilidad y gestión del riesgo, fomentando un enfoque proactivo en prácticas sostenibles y colaboración con instituciones educativas, lo que abrirá oportunidades para fortalecer sus estrategias de responsabilidad social corporativa.

Atica, líder en gestión ambiental y manejo de recursos, ha asumido un papel crucial en la implementación de soluciones para mitigar los efectos del cambio climático en Colombia. Con un enfoque en la gestión integral del agua y la valorización de residuos, la empresa está alineada con los objetivos de la Ley 2427 y las estrategias nacionales para combatir el cambio climático. Entre sus contribuciones más destacadas se incluyen:

Programas de capacitación y sensibilización ambiental: A través de la iniciativa empAtica, la empresa promueve la economía circular y el cuidado del medio ambiente mediante capacitaciones para empresas y alianzas con instituciones educativas. Hasta ahora, más de 10,000 estudiantes de diferentes niveles educativos han sido sensibilizados en buenas prácticas de segregación de residuos, destacando su importancia para el reciclaje y la sostenibilidad.

“Con el Plan Colectivo empAtica buscamos expandir nuestro programa de Plan Canje a San Andrés, Cúcuta y Pasto, en colaboración con instituciones educativas. Con esta expansión queremos promover el reciclaje y generar conciencia sobre la protección del entorno, a través de talleres, charlas y actividades lúdicas, involucramos a la comunidad estudiantil en la construcción de una cultura ciudadana responsable, fomentando valores de respeto al medio ambiente y solidaridad.” añade Leidi Urquijo, coordinadora de Posconsumo de Atica

Una flota que se mueve con CDR: El CDR (Combustible Derivado de Residuos) convierte el poder calorífico de los residuos en energía y combustibles alternativos, usados por Atica en sus procesos industriales, reemplazando electricidad, gas e hidrocarburos. Entre 2019 y 2020, la compañía incineró 33,290 toneladas de residuos en Colombia, contribuyendo a la sostenibilidad energética del país.

La empresa recarga las baterías de sus vehículos mediante la termodestrucción de los residuos que transportan. Usando CDR, el vapor generado se transforma en electricidad con una turbina, añadiendo una etapa innovadora al ciclo de economía circular. Ática es la única empresa del sector con una flota de estas características en Colombia.

Atica ha incorporado 23 vehículos 100% eléctricos, incluyendo camiones de 4 toneladas y camionetas tipo Van de una tonelada, para reducir aproximadamente 1,150 toneladas de dióxido de carbono al año, beneficiando a 15,000 clientes en su huella de carbono. Diseñados con carrocería liviana y batería como fuente principal de energía, estos vehículos operan eficientemente en ciudades con tráfico denso como Bogotá, Cali, Barranquilla, Pereira, Ibagué, Cartagena y Medellín.

Diseño y operación de plantas de tratamiento de aguas residuales: Estas plantas mejoran la calidad del agua y optimizan su reutilización, reduciendo la presión sobre las fuentes hídricas y promoviendo la sostenibilidad a largo plazo. 

Los centros de clasificación y aprovechamiento de residuos sólidos (CCAD): Estos desempeñan un papel fundamental al iniciar la cadena de reutilización de materiales altamente contaminantes.

En Colombia, Atica tiene 9 CCAD que valorizan residuos mediante la separación de sólidos y líquidos, peletizado, aglutinado y molido, generando materias primas para nuevos ciclos productivos y beneficiando a micro y pequeñas empresas.

La implementación de los CAAD ofrece múltiples beneficios alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que incluyen:

Beneficios tributarios por la contribución a la conservación del medio ambiente.

Capacitación en buenas prácticas para el manejo de residuos.

Posicionamiento nacional por la implementación de estaciones de clasificación.

La empresa ofrece soluciones integrales para implementar los CAAD, incluyendo el suministro de maquinaria como compactadoras, molinos, trituradoras, montacargas, básculas, apiladores, y líneas de clasificación.