¿Qué medidas urgen para frenar inflación de alimentos? | El Nuevo Siglo
La papa es uno de los alimentos de la canasta familiar cuyo precio sigue aumentando.
ENS-Alejandro Avendaño
Viernes, 6 de Enero de 2023
Redacción Economía

El dato de inflación del 13,12 % preocupa a los colombianos, y no es para menos, pues es la más alta en 21 años. Además, el costo de los alimentos es lo que más aumenta. Productos básicos de la canasta familiar, como el arroz, el huevo o la papa, no ceden en su precio y para algunos expertos la inflación rebasaría el aumento del salario mínimo; es decir, que el incremento del 16 % no sería suficiente.

La directora del DANE, Piedad Urdinola, aseguró que la meta inflacionaria propuesta por expertos (12,86 %) fue superada en el país, pues cerró en el 13,12 % la variación anual, es decir, 7,50 puntos porcentuales mayor que la reportada en el mismo periodo del año anterior, cuando fue de 5,62 %.

"Llevamos más de 21 años sin vivir los niveles de inflación como el que está afrontando el país", dijo Urdinola.  

Sin duda se requieren medidas urgentes para frenar el costo de los alimentos.

De acuerdo con Jorge Enrique Bedoya, presidente de la SAC, el resultado de la inflación de los alimentos para el año 2022 refleja esa “tormenta perfecta” que atraviesa el sector agropecuario, con precios de los insumos nunca antes vistos en dólares, la tasa de cambio con una devaluación superior al 20 %, tasas de interés que sofocan los créditos agropecuarios y las lluvias que también afectan la productividad y las decisiones de siembra de los cultivadores.

En definitiva, estos factores pueden seguir complicando la vida de los productores y consumidores en el primer trimestre del año, salvo que se tomen medidas.

Los subsidios

Bedoya le dijo a EL NUEVO SIGLO que también hay factores globales que impactan en este resultado del IPC, “como el alto precio de los insumos, como sucedió el año pasado y antepasado (2021). Además influye el tema del clima, que desafortunadamente golpea no solo a los colombianos, sino en otras latitudes”.

Por otra parte, afirmó que el Gobierno debería tomar medidas sólidas en materia presupuestal, “más de las que ya se han definido para el 2023, particularmente en el subsidio de la tasa de interés a los productores agropecuarios, y pensar en más presupuesto para las coberturas contra las afectaciones del clima, así como apoyar al agro en el precio de los fertilizantes, así como insumos para los sectores pecuarios”.

“Le hemos recomendado al Gobierno que se enfoque en uno o dos productos que sean los que más peguen a la inflación de los consumidores más pobres, y obviamente la continuidad de las transferencias económicas para estos consumidores”.

Para el dirigente gremial es importante que las medidas económicas que tome el Gobierno mantengan la tasa de cambio en un nivel que beneficie a los exportadores pero que no afecte los costos de producción de la comida de los colombianos.



Más siembras

Por su parte, Henry Vanegas, gerente de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce), le dijo a EL NUEVO SIGLO que es importante fomentar la siembra de cultivos agroalimenticios de ciclo corto. “Los cultivos alimenticios base de la seguridad alimentaria, a nivel global y local, son el maíz y frijol-soya, porque el maíz es la fuente de energía (carbohidratos) y el frijol-soya es la fuente de proteína, no solo para el consumo humano directo sino porque con ellos se produce el Alimento Balanceado para producir pollo, huevos, cerdo, pescado, leche y carne”.

De otro lado, Rafael Hernández, gerente de Fedearroz, le dijo a este Diario que el incremento en los precios del arroz se deben fundamentalmente a la afectación que tuvieron los productores por la guerra de Rusia y Ucrania, teniendo en cuenta que de allí se importaba la mayoría de los fertilizantes, como la urea, indispensable para el cultivo de arroz.

De acuerdo con Hernández, “los costos de producción subieron un 40 % como consecuencia de la guerra de Rusia y Ucrania. Los insumos tuvieron un aumento muy importante, teniendo en cuenta la tasa de cambio que incrementó, que influye significativamente ya que la mayoría de insumos indispensables para el arroz son importados de esos países”.

Además, según el dirigente de Fedearroz también hay que agregar que los plaguicidas usados en los cultivos, traídos de la India y de China, tuvieron incrementos significativos.

Cosecha

Sostuvo que el año pasado el arroz tuvo una inflación negativa; “de hecho los arroceros vendieron por debajo de los costos de producción, por lo que el dato que se refleja ahora parece mucho más alto de lo que realmente es”, según Hernández.

Por otra parte, afirmó que este año se empieza a recoger la cosecha del segundo semestre de 2022, por lo cual “a partir de febrero los precios del arroz empezarán a estabilizarse, ya que tenemos suficiente abastecimiento, incluso terminamos el año con 900 mil toneladas de inventario”.

Sostuvo que, aunque es importante el subsidio que otorga el Gobierno a los pequeños productores, lo que se debe hacer es “invertir en el campo, como por ejemplo la oferta tecnológica, teniendo en cuenta que a Colombia le faltan vías terciarias, adecuación de tierras, distritos de riego para hacer más competitivo al productor”.

Reacciones

La presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, afirmó que la “inflación por encima de expectativas debe ser llamado a reflexión sobre medidas para moderar el costo de vida de los colombianos que pudo ser más alto pues costos de insumos para producción y servicios fueron mucho mayores. Estos fueron absorbidos por el tejido empresarial para evitar traslado al precio al consumidor”.

Agregó que es “importante reforzar políticas para generación de empleo formal para que las familias cuenten con recursos que permitan enfrentar los aumentos derivados por alto costo de alimentos, transporte, gasolina e impuestos, así como mejorar la productividad empresarial, para que se puedan ofrecer productos y servicios de manera competitiva tanto para el mercado nacional como para el exterior, que se conviertan en factor clave para el desarrollo de la economía. El sector privado está listo a seguir trabajando con el Gobierno en esta línea”.

De otro lado, Camilo Herrera, presidente de Raddar, sostuvo que la cifra del 13,12 % es gigantesca y “puede tener muy asustados a muchos, pero vale la pena entender que esa inflación no es tan alta como debería haberlo sido”.

Para Herrera, el aumento de los costos de los empresarios superó el 25 % y el IPC solo superó el 13 %, es decir, “que el empresariado no subió todos los precios que tenían que subir, reduciendo márgenes y logrando eficiencias impresionantes para lograr que la inflación no fuera más alta; la primera buena noticia sin duda es que la inflación fue mucho más baja de lo que debería ser”.

De acuerdo con el analista, es importante resaltar que “la canasta de energía, combustibles y gas es de las pocas canastas que han reducido su inflación. No es que estén bajando de precio, pero sí reducen la inflación; es decir, que crecen los precios, pero a una menor velocidad de lo que lo hacen otras canastas”.

Los rubros del IPC

El comportamiento anual del IPC total se explicó principalmente por la variación anual de las divisiones Alimentos y bebidas no alcohólicas y Alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles. Las mayores variaciones se presentaron en las divisiones Alimentos y bebidas no alcohólicas (27,81 %) y Restaurantes y hoteles (18,54 %). 

Los mayores incrementos de precio se registraron en alimentos como arracacha, ñame y otros tubérculos (109,84 %), cebolla (106,81 %) y yuca para consumo en el hogar (88,08 %). Los menores incrementos de precio se reportaron en las subclases panela cruda para consumo en el hogar (4,10 %), agua mineral (con y sin gas) para consumo en el hogar (8,96 %) y concentrados para preparar refrescos (9,03 %).

Según la directora del DANE, la ciudad con mayor índice inflacionario, o más alto costo de vida, fue Cúcuta, con el 16,34 %; "lo que más impactó fueron las comidas en servicio a la mesa, con una contribución de 1,62 %", precisó la directora. 

Por otro lado, Bogotá fue la que menos elevaciones presentó, pues cerró por debajo de la cifra nacional, con el 12,35 %, seguido por Manizales y Medellín, con 12,61 % y 12,75 %, respectivamente.