La Catedral Primada de Colombia se viste de música clásica al recibir a la destacada cornista Sarah Willis y a la Filarmónica de Bogotá, en un concierto que combina obras para corno de Wolfgang Amadeus Mozart con ritmos tradicionales cubanos.
El concierto, que lleva por nombre “Mozart y mambo”, será este viernes a las 3:00 p.m. y sábado 25 de febrero, en el Auditorio Fabio Lozano, a las 4:00 de la tarde.
Este evento abre la temporada de conciertos 2023 de la Filarmónica de Bogotá, junto a Willis, titular de la Orquesta Filarmónica de Berlín, quien desde 2021 es miembro de la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la caridad y promoción de la música clásica.
La Filarmónica interpretará el Rondo allá Mambo, el Concierto N.° 3 para corno, la Sinfonía “Haffner” y varios clásicos cubanos como “Dos gardenias” y “El manisero”, bajo la dirección del maestro José Méndez Padrón.
“Para la Filarmónica de Bogotá es una enorme alegría tener a Sara Willis como invitada especial para el programa Mozart y mambo. Es un programa que acerca elementos de la obra de Mozart y la música cubana con enorme influencia africana en la percusión. Celebramos que el público pueda escuchar este tipo de música”, indicó David García, director general de la Filarmónica de Bogotá.
Sarah Willis, solista de corno francés, de nacionalidad británica-estadounidense, publicó en 2020 el álbum “Mozart y mambo”, grabado en La Habana, Cuba, con la Orquesta del Lyceum de La Habana. Desde 2001 hace parte de la Filarmónica de Berlín, donde además presenta los conciertos educativos para la familia; en la televisión alemana Deutsche Welle, presenta el programa “Sarah’s Music” y en su sitio web dirige la serie “Horn Hangouts”.
Serán dos las presentaciones que la Filarmónica de Bogotá protagonizará acompañada del talento de los cubanos José Antonio Méndez en la dirección y Jorge Aragón, destacado arreglista, unido al carisma y creatividad de Sara Willis.
La programación de la Filarmónica para 2023 incluye el estreno de numerosas obras de compositores europeos, latinoamericanos y colombianos.
Asimismo, la Filarmónica, con su propósito de democratizar la cultura musical, continuará haciendo #MúsicaSinParar durante todo el año.
En auditorios, teatros e iglesias de la ciudad, la orquesta insigne de Bogotá presentará una amplia oferta musical que incluye, entre otras, las obras seleccionadas por los usuarios de redes sociales que votaron en el concurso “El mundial de la música” para que en 2023 se interpreten sinfonías como la Novena de Beethoven; la Primera, Quinta y Sexta de Mahler; “El anillo sin palabras” de Wagner, “Los planetas” de Holst y “Carmina Burana” de Cal Orff, entre otras.
Encabezados por el director titular de la Filarmónica de Bogotá, Joachim Gustafsson, destacados músicos, directores y solistas internacionales como Roger Carlsson, Frederic Chiu, Juan de la Rubia, Niels Muus, Nazanin Aghakani, Enrique Arturo Diemecke y Niklas Sivelov, entre otros, estarán a cargo de la temporada 2023.
En el concierto inaugural se interpretó, durante la primera semana de febrero, la Sinfonía N.° 1, “Titán” de Mahler y la “Introducción, tema y variaciones para clarinete y orquesta” de Rossini, con Guillermo Marín en la parte solista.
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Un sueño hecho realidad
"En realidad, Mozart tendría que haber nacido en La Habana”. Esta frase es el detonante de un proyecto apasionado: la idea de combinar Mozart y mambo, música clásica y ritmos cubanos. Un sueño que Sarah Willis estuvo madurando durante años y que finalmente pudo concretar en 2020.
Sarah Willis, trompista, viajó a La Habana por primera vez en 2017 para impartir una clase magistral. En cada esquina se topó con música: salsa, mambo, son. Cada casa, cada calle, cada lugar están llenos de ella. En plena Habana Vieja hay un monumento de Wolfgang Amadeus Mozart. Mozart en Cuba: una imagen exótica, aunque pensando en su genio espontáneo, su vitalismo y su musicalidad desbordante, los paralelismos entre el gigante de la música y los instrumentistas cubanos resultan evidentes.
Uno de ellos es el saxofonista Yuniet Lombida Prieto. Toca música de cámara, jazz y salsa en los principales escenarios del mundo. Otro es José Antonio Méndez Padrón, director de la Orquesta del Lyceum de La Habana: tiene un alma musical y como director estaría muy solicitado en todo el mundo, dice Sarah Willis. Pero decidió quedarse en Cuba y desde hace diez años dirige la orquesta, intentando apoyar a los jóvenes talentos musicales de su país. Porque son solo pocos los que se quedan en Cuba. Allí las condiciones de vida son duras. Es difícil conseguir buenos instrumentos y conservarlos bien con una humedad tan alta. Además, planificar las pocas actuaciones que hay no es sencillo.
Willis ya ha viajado en cuatro ocasiones a Cuba para impartir clases magistrales. El alto nivel de los músicos, su pasión al tocar y su arte de improvisar, a pesar de las malas condiciones de base, le impresionaron enormemente. Así es como surgió el proyecto "Mozart y mambo”. Se trata de una selección musical extraordinaria que combina conciertos para trompa de Mozart con música tradicional cubana e incluso una versión de mambo de la famosa "Pequeña serenata nocturna”. El disco se grabó en enero de 2020 y fue publicado poco después. El objetivo de Sarah Willis con esta fusión de ritmos es dar visibilidad al talento de sus colegas músicos cubanos.
Parte de los ingresos de ventas del CD van destinados a hacer frente a una necesidad: la compra de nuevos instrumentos para la Orquesta del Lyceum de La Habana. En realidad, la orquesta planeaba viajar a Alemania en verano de 2020, con la idea de presentar el proyecto en vivo en los grandes festivales alemanes de música clásica, pero la pandemia de covid-19 obligó a retrasar la gira.