A pocos días de cumplirse el primer año del covid-19 en Colombia, las matemáticas de la pandemia evidencian la fuerza de la segunda ola, la incidencia de Bogotá en la curva epidemiológica nacional, el impacto del comportamiento ciudadano en la misma y la posibilidad de enfrentar un tercer pico del virus.
Tras presentar en enero los registros más altos desde que llegó el coronavirus al país (7 de marzo), producto de las aglomeraciones comerciales, aumento de la movilidad y reuniones familiares con motivo de las celebraciones decembrinas, y que se vieron reflejados en los picos de nuevos contagios diarios el 22 de enero (8.445) y de fallecimientos (144), tan solo 24 horas después, dichas variables empezaron un sostenido descenso.
El comportamiento del covid en febrero ha estado marcado por una notable reducción de afectaciones, decesos, casos activos, territorios, velocidad de contagio del virus (Rt) y ocupación de Unidades de Cuidado Intensivo, lo que permitió levantar las restricciones a la movilidad y la reapertura de varias actividades comerciales.
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Y aunque Bogotá mantiene el 29,2% del acumulado de casos reportados en el país, es de destacar que ha tenido una gran disminución en las dos principales variables de la curva epidemiológica, por debajo de los 3 mil contagios diarios, muy distantes de los que tuvo semanas atrás. Además, en dos ocasiones, el 8 y 23, informó de nuevos infectados diarios por debajo del millar, lo que no sucedía desde finales de junio, mucho antes del primer pico.
En razón a que concentra la mayor población del país, la actividad económica, laboral y estudiantil, la capital del país tiene tanto el acumulado como los registros diarios del covid más altos del país. Sin embargo y como reseñamos anteriormente dichos números han bajado ostensiblemente lo que no puede llevar a una relajación del autocuidado y los protocolos de bioseguridad, tal y como lo han insistido las autoridades políticas y sanitarias.
Una de quienes más alertas tempranas ha emitido sobre el tema es la alcaldesa Claudia López, quién inclusive ha expresado su temor de que se registre un tercer pico que inclusive podría ser peor. A esa posibilidad se ha referido cinco veces en los últimos días.
“La reactivación depende del cuidado y la vacunación, para que los niños puedan regresar gradualmente a colegios, los estudiantes a universidades, y la mayoría de sectores al trabajo, aunque con limitaciones y protocolos. De lo contrario podríamos tener en Abril un tercer pico", fue la primera advertencia que hizo la mandataria distrital.
Horas después trinó: “Bogotá es una ciudad de casi ocho millones de personas y cerca de 700 mil personas se han contagiado en nuestra ciudad. La vacunación y el cuidado: ventilación, tapabocas, el lavado de manos y el distanciamiento es lo único que nos puede proteger del contagio y un tercer pico”.
“Con mucho esfuerzo ciudadano, sacrificio del personal de salud, e inversión pública para multiplicar capacidad hemos logrado superar dos picos de Covid-19, nunca colapsar el sistema hospitalario y siempre garantizar atención. El tercero deberíamos evitarlo también con vacunación”, fue su mensaje en dicha red social un día después, al que siguieron otros dos advirtiendo que “avanzar rápidamente la vacunación puede evitar un tercer pico” y que “podríamos tener un tercer pico mucho peor que los dos que ya tuvimos. De manera que tenemos que seguirnos cuidando".
Las cifras del virus
Sin incluir las cifras del jueves, Bogotá registraba un acumulado de casos de 654.024, de los cuales el 95,4% se recuperaron (623.961) y lamentablemente 13.702 fallecieron por el virus. El Rt, indicador de la velocidad con que se transmite, estaba hace un año por encima del 2% y hoy se ubica en 0,57%, uno de los más bajos del país.
Del total de casos acumulados, 52,9% son mujeres y la mayor concentración de casos de acuerdo con la edad está entre los 20 a 49 años con un peso porcentual de 60,5%.
Al tomar los contagios por 100 mil habitantes la cifra es de 1.765, mientras que los fallecimientos pero en el indicativo de millón de pobladores es de 1.765.
Si se mira el acumulado de contagios por 100 mil habitantes, la localidad que encabeza es la Candelaria seguida de Santa Fe, Chapinero, Puente Aranda y Los Mártires, mientras que las que lideran el global de positivos, como son Suba (15,1%), Kennedy (13,4%), Engativá (11,4%) y Bosa (7,7%) están en este registro en los últimos lugares.
Los casos activos, con corte a este miércoles eran 14.448, concentrando tres localidades Suba, Kennedy y Engativá el 32,8%. Estas son las únicas que tienen positivos por encima de los 1.400 y la que menos tiene es Sumapaz con 19.
Las demás están en Usaquén (914) Bosa (823), Ciudad Bolívar (697), Fontibón (667), Rafael Uribe Uribe (525), San Cristóbal (550), Puente Aranda (473), Usme (413), Barrios Unidos (347), Chapinero (301), Santa Fe (295), Teusaquillo (294), Tunjuelito (267), Los Mártires (200), Antonio Nariño (160) y La Candelaria (97).
En cuanto a las Unidades de Cuidado Intensivo, UCI, registraron su más alta ocupación entre el 9 de enero (82,42%) hasta el 18 del mismo mes cuando fue del 85%. Desde entonces comenzó a descender, teniendo hoy una disposición de 823 de las 1.703 camas. Es decir la ocupación está en 51,67%.
La bitácora del covid en la capital del país evidencia que el impacto del segundo pico (enero) fue mucho mayor al primero (agosto). Estas son las cifras de contagios y (fallecidos) de los últimos seis meses: Julio, 71.802 (2.060), Agosto 108.972 (2.681), Septiembre 57.858 (1.348), Octubre 52.441 (862), Noviembre 53.641 (883), Diciembre 95.812 (1.253) y Enero 143.126 (2.848).
En lo corrido de este mes los contagios se ubicaban, hasta este miércoles en 39.788 y los decesos en 1.101.
Como se ve, con cifras en sostenido descenso y con la campaña de vacunación masiva en marcha (ya se inició la etapa de los adultos mayores), no sólo Bogotá sino el país deberían mantenerse en una tendencia a la baja de los contagios. Es prematuro señalar si vendrá un tercer pico del coronavirus ya que la única base argumentativa para ello es por lo observado en anteriores pandemias, en las que se ha registrado dichas ‘oleadas’. E igual lo es caer en el pensamiento de que por las circunstancias anteriormente descritas el covid-19 no está o se ha ido. La pandemia sigue presente aquí y en el mundo. Faltan meses para que país alguno pueda declarar que tiene la inmunidad de rebaño, lo que sin embargo no es garantía, efecto de la apertura y la globalización de que ha desterrado el virus.
Paulatinamente se han recuperado las actividades comerciales, económicas y hasta sociales. Lo inteligente aquí no son esas aperturas sino la responsabilidad individual al retornar a esta necesaria pero extraña normalidad. Impedir un tercer pico o evitar que sea peor que los anteriores depende del comportamiento regional. Y aquí, Bogotá es clave.