Ana María Ospina, la organista colombiana que triunfa en Viena | El Nuevo Siglo
La joven artista también se ha dedicado al piano y al clavecín a lo largo de su trayectoria.
Foto Lukas Bezila
Martes, 1 de Marzo de 2022
Redacción Cultura

Ingeniera electrónica de profesión, pero pianista, clavecinista y organista de alma y oficio, así es Ana María Ospina, una colombiana que ha conquistado grandes escenarios a nivel internacional, especialmente en Viena, y quien está de vuelta en casa.

El órgano de Ospina se podrá escuchar en el inicio de la Temporada Nacional de Conciertos del Banco de la República, este domingo, a las 11:00 a.m., en una transmisión en vivo por medio de Facebook Sala de Conciertos Luis Ángel Arango y del canal de YouTube Banrepcultural. La intérprete ofrecerá una charla, a las 10:30 a.m., en el perfil de la Sala de Conciertos.

Ana María estudió música, con énfasis en piano, en la Universidad Nacional de Colombia, donde obtuvo el grado de honor y la beca al mejor promedio. También estudió ingeniería electrónica en la Universidad Santo Tomás y tiene maestría en telecomunicaciones en la Universidad de los Andes.

La artista viajó en 2008 a Viena para realizar estudios como concertista y pedagoga con Martin Haselböck. En 2009 se presentó en la sala de conciertos Luis Ángel Arango como parte de la Serie de los Jóvenes Intérpretes, siendo la primera organista seleccionada en la historia de este programa.

Ha ofrecido recitales en Colombia, Austria, Turquía, Polonia, Eslovaquia, Finlandia, Grecia y Francia. Actualmente es organista en la Iglesia de San Marcos en Viena e integrante de los ensambles de música antigua Arte Sonora y Artis Astra.

EL NUEVO SIGLO habló en entrevista con la multifacética intérprete acerca de su trayectoria y su propuesta para este próximo recital virtual.

EL NUEVO SIGLO: Ana María, la ingeniería electrónica y las telecomunicaciones fueron algunas opciones para su vida profesional, ¿qué la impulsó entonces a explorar el mundo de la música?

ANA MARÍA OSPINA: Sí, realmente fue muy curioso. Desde niña estudié piano en el Conservatorio de la Universidad Nacional. La música ha sido siempre algo que me apasiona; sin embargo, mi intención nunca había sido ser músico profesional sino ingeniera electrónica. Cuando comencé mis estudios de ingeniería, no pude continuar en el nivel básico del Conservatorio porque ya había terminado el colegio y no quería dejar el piano, por lo que me presenté a la carrera de Música e hice las dos carreras en paralelo. Al final de la carrera de música descubrí que podía inscribir órgano como electiva y lo pude hacer durante los dos últimos años. El órgano cambió el rumbo de todos mis planes anteriores y me apasionó de tal forma que decidí buscar posibilidades de aprender exclusivamente este instrumento en el exterior. Y así fue como llegué a estudiar a Viena. Desde ese entonces me he dedicado por completo a la música.

ENS: El piano y el clavecín han sido parte importante en su carrera, ¿cómo surge este amor por los dos instrumentos?

AMO: El piano es el instrumento que aprendí desde pequeña. Sentarme a tocar piano lo vi siempre para relajarme, para despejar la mente, cuando estaba muy cansada o estresada o tenía algún examen grande y quería hacer una pausa, esa era una buena salida. El clavecín lo conocí mucho después. Tuve la oportunidad de participar del Conjunto de Música Barroca del Conservatorio y ahí fue mi primer contacto con el clavecín. Me encantó su sonoridad y su delicadeza. Por otro lado, me encanta la música antigua y qué mejor instrumento que el clavecín para interpretarla. Y fue así como, una vez instalada en Viena, empecé a buscar la forma aprender clavecín, hasta que logré iniciar la carrera.

ENS: ¿Cuáles son las lecciones que la música le ha dejado a lo largo de este camino como intérprete?

AMO: Hay que tener pasión por lo que se hace. La música es lo que me hace feliz y no me arrepiento de haber dejado a un lado la ingeniería. Es un trabajo muy bonito y no solo como intérprete sino también como pedagoga. No solo se tiene la posibilidad de hacer música, de mover emociones en un público, de organizar y participar en diferentes proyectos, sino que la parte social también está muy presente. Para mí es muy importante el contacto con personas, el poder intercambiar ideas y en este punto juega un papel muy importante la pedagogía, ya que me trae mucha satisfacción el poder incentivar en los niños el amor por la música, el lograr que vean divertido hacer música y el poder sembrar en ellos esa semillita de la música.



ENS: ¿Cómo ha sido su experiencia abriéndose campo en Viena, y en diferentes países?

AMO: Gracias a Dios se me han abierto muchísimas puertas. Ha sido muy interesante el poder conocer nuevos lugares, nuevas costumbres, nuevas personas, probar platos diferentes, pero, sobre todo, el poder conocer y tocar nuevos instrumentos así como el poder interpretar un repertorio específico y apropiado a las especificaciones de cada instrumento, lo cual me ha ayudado a comprender mejor diferentes estilos compositivos. Cabe mencionar que cada órgano es diferente en cuanto a la disposición y aquí está la versatilidad del organista, en buscar las sonoridades adecuadas al estilo y a la época de cada obra.

ENS: Abrirá la agenda de marzo de la Temporada de Conciertos del Banco de la República, ¿qué significa para usted tener espacios como este?

AMO: Para mí es un gran honor el poder participar de la Temporada de Conciertos del Banco de la República y mucho más el abrir la agenda de marzo. Además de tener la posibilidad de participar en el órgano, que no es un instrumento muy común en Colombia, pero que es fascinante.

ENS: ¿Cuál será su propuesta para este recital?

AMO: Mi propuesta para este recital es un recorrido musical por Austria, específicamente por Viena, y por el norte de Alemania durante los siglos XVII y XVIII. Para este recital me concentré en tres compositores: Johann Jackob Froberger, quien fue organista en la Corte del Emperador Fernando III en Viena; Johann Sebastian Bach, quien ha sido uno de los músicos más influyentes de la historia musical. No solo fue un gran compositor, sino también un gran organista y músico litúrgico; y por último Dietrich Buxtehude, un gran admirador de Bach y uno de los mayores representantes de la música barroca del norte de Alemania.

ENS: ¿Cómo cree que se puede atraer aún más las próximas generaciones a la música?

AMO: Abriendo más espacios para niños y jóvenes, intercambiando experiencias y conocimiento. Este incentivo debe comenzar desde la niñez, se pueden crear cooperaciones entre escuelas de música y colegios, organizar talleres en los que se lleven instrumentos musicales a los colegios para darles a los niños la posibilidad de probarlos, de escucharlos y así darles la oportunidad de que surja un interés.