El ‘terremoto’ en EE.UU que destapó las grietas del sistema bancario | El Nuevo Siglo
LA QUIEBRA del SVB, marca una pauta en EE.UU para extremar los controles financieros./AFP
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Martes, 14 de Marzo de 2023
Redacción Economía

El sistema bancario estadounidense se ha visto sacudido por un terremoto que nadie pudo anticipar. Un sismo que dejó tres bancos colapsados y forzó a las autoridades a tomar medidas radicales para tranquilizar a los clientes.

Todo empezó la noche del miércoles tras el anuncio de la liquidación de Silvergate Bank, un pequeño banco regional que se había convertido en el destino favorito de la comunidad de las criptomonedas.

La entidad con sede en La Jolla, California, y que sufrió una serie de reveses en el criptouniverso, particularmente con la debacle de la plataforma FTX, tuvo que enfrentar una ola de retiros de fondos que la dejó imposibilitada de cumplir con sus compromisos.

Esa misma noche otro banco mucho más grande, el Silicon Valley Bank (SVB), anunció que también estaba sufriendo retiros masivos.

Favorito de buena parte del sector tecnológico emergente, el SVB padeció la desaceleración de la nueva economía.

Los fondos de inversión recurren cada vez más a los bancos por dificultades en el levantamiento de fondos, y en lo que respecta a las start-ups, tienen una necesidad crónica de flujo de caja para financiar su crecimiento.

Bajo presión

El SVB también está bajo presión, como el resto de los bancos, por el fuerte endurecimiento monetario de la Reserva Federal (Fed, banco central).

La mayor parte del dinero que piden los bancos es a corto plazo para poder prestar a largo plazo.

En general, se benefician de que las tasas a corto plazo son significativamente menores que las de largo plazo. Sin embargo, el endurecimiento monetario de la Fed provocó el fenómeno contrario y redujo los márgenes de los bancos.

En una cuidada presentación, el SVB destacó el miércoles la solidez de sus cuentas y la proporción relativamente baja de sus préstamos en comparación con los depósitos.

Sin embargo, además de la caída de sus depósitos, anunció que lanzó una ampliación de capital de 2.250 millones de dólares.

También reveló que vendió de urgencia una cartera de 21.000 millones de dólares en valores financieros para asegurar sus reservas de efectivo, una operación en la que perdió 1.800 millones de dólares.

Carrera contrarreloj

El anuncio bastó para alertar a inversores y clientes, que al día siguiente se abalanzaron a recuperar sus activos. Solo el jueves, SVB recibió órdenes de retiro por unos US$42.000 millones.

Incluso sin haber podido cumplir con todas las solicitudes, el jueves por la noche ya presentaba un flujo de caja negativo por casi US$1.000 millones, una señal de que transfirió más efectivo del que tenía disponible.

SVB también fue castigado en la bolsa, donde su acción cayó un 60% durante la sesión.

El viernes se suspendió la cotización de su título, e inmediatamente después la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) anunció que tomaba el control de la entidad, agonizante e incapaz de encontrar comprador.

Los principales bancos locales siguieron relativamente indemnes, pero varias instituciones medianas o regionales comenzaron a sentir los efectos.

Signature Bank de Nueva York, PacWest de California o Western Alliance, con sede en Phoenix (Arizona), perdieron más de 20% en la jornada.



Los ahorros

Muchos se mostraban preocupados por el destino de los depósitos del SVB, de los cuales solo el 4% de los US$170.000 millones totales están cubiertos por el mecanismo de garantía de la FDIC, que garantiza hasta US$250.000 por cliente y por banco.

El sector tecnológico teme una hecatombe por no poder acceder a los fondos depositados en SVB, pero más allá de este caso, el temor se extiende a particulares y empresas de otros sectores.

El domingo, la Fed, el Departamento del Tesoro y la FDIC dijeron que actuarán para que todos los clientes puedan retirar todo su dinero del SVB.

También anunciaron que Signature Bank, el 21º banco por tamaño de negocios del país, fue intervenido y que sus clientes se beneficiarán del mismo sistema que los del SVB.

La Fed ofreció prestar a otras instituciones que puedan necesitarlo para cumplir con los retiros.

Tras una carrera contrarreloj, las autoridades estadounidenses esperaban haber restablecido la confianza en su sistema bancario antes de la reapertura de los mercados el lunes.

Los reguladores

Los analistas se preguntaban por qué los reguladores estadounidenses fallaron al no detectar las señales de alerta que les permitieran actuar antes de la espectacular quiebra del Silicon Valley Bank (SVB), en un entorno de leyes demasiado laxas.

¿Cómo pudo derrumbarse tan rápidamente el decimosexto banco estadounidense en volumen de activos, cerrado el viernes por las autoridades, y arrastrar a su paso al Signature Bank?

La quiebra "evidencia las insuficiencias de las reformas regulatorias hechas" tras la crisis financiera de 2007-2009, estima Arthur Wilmarth, de la universidad George Washington.

Varios elementos debieron preocupar a los reguladores, comenzando por el hecho de que el banco estaba muy concentrado en algunos clientes de alto riesgo -start-ups e inversionistas en capital de riesgo-, al igual que otras firmas lo hicieron de manera errada en el pasado con el sector inmobiliario o con préstamos a países emergentes, asegura.

Otras alertas debieron ser el muy rápido crecimiento de SVB entre 2020 y 2022, su exposición a bonos de largo plazo a tasas bajas en un momento en que las tasas crecen con rapidez, y el hecho de que la mayoría de sus cuentas tenían saldos superiores a los US$250.000 garantizados por las autoridades.

"Es una combinación segura para el fracaso si la economía va mal", avanza Wilmarth. "Los reguladores no podían ignorarlo".

Varios observadores señalan la flexibilización de la ley estadounidense Dodd-Frank adoptada tras la crisis de 2007-2009, y que obligaba a todas las empresas con más de 50.000 millones de dólares de activos a presentar regularmente un escenario de liquidación.

En 2018, durante el mandato de Donald Trump, este umbral subió a US$250.000 millones, flexibilizando de hecho la norma.

Las principales plazas europeas cerraron al alza con +1,86% en París, +1,83% en Fráncfort y +1,17% en Londres. En Madrid el Ibex cerró subidas del 2,23%.

El pedido de Petro con los fondos

Ante la situación económica que se vive en Estados Unidos como el colapso de Silicon Valley Bank, el presidente Gustavo Petro pidió a los fondos privados de pensiones traer el país el ahorro de los colombianos que está en el extranjero.

"Le solicito a las administraciones de los fondos privados de pensiones, dado el derrumbe de mercados extranjeros, traer al país el ahorro pensional. Hoy el 55% de la cartera de los fondos pensionales, es decir del stock del ahorro de los cotizantes, está fuera del país", trinó Petro.

Los establecimientos de crédito no tienen inversiones de capital (acciones) en compañías diferentes a sus filiales, por lo que no se encuentran inversiones directas en el SVB ni tampoco en compañías fintech, fondos de capital privado o Venture Capital relacionados. Lo mismo sucede con las Administradoras de Fondos de Pensión, que tampoco tienen inversiones directas en SVB.

“Las AFP tienen algunas inversiones en fondos que siguen índices accionarios que pueden ver afectada su valorización, pero son fondos que por regulación son admisibles siempre que cuenten con niveles adecuados de diversificación”, aclara el documento. La Superfinanciera también encontró la exposición de las AFP a fondos de venture capital es “prácticamente nula”, por lo tanto, tampoco se esperaría un impacto en esta industria.

Por estas razones, la Superfinanciera concluye que la intervención del banco SVB no presenta un impacto directo significativo sobre el sistema financiero colombiano, a pesar de que es necesario seguir con un monitoreo intensivo de la liquidez para las próximas semanas, en especial de las entidades medianas y pequeñas.