¿Qué tanto daño causan colillas de cigarrillo a los recursos naturales? | El Nuevo Siglo
Alcaldía de Bogotá
Martes, 21 de Marzo de 2023
Redacción Medio Ambiente

Las colillas de cigarrillo son la forma más común de arrojo de basura en el mundo. Compuestas de tabaco remanente, un filtro de acetato de celulosa y el papel envolvente, poseen características tóxicas y altamente contaminantes para los ecosistemas.

El filtro de los cigarrillos fue introducido en la década de 1950 como una estrategia de mercado para crear la idea de estar consumiendo un producto más seguro para su salud. La radiación ultravioleta del sol puede, eventualmente y bajo condiciones ambientales óptimas, desintegrar el filtro en fracciones más pequeñas, pero los componentes principales, los químicos y sustancias tóxicas atrapadas durante la combustión del tabaco no desaparecen y se acumulan en el suelo y el agua.

De esta manera, el filtro, en vez de ser demostradamente un elemento para la protección a la salud de los consumidores, es una trampa para un amplio número de sustancias tóxicas con potencial de afectar el ambiente.

La lixiviación de las colillas de cigarrillo tiene un alto potencial de causar efectos tóxicos y nocivos sobre los ecosistemas acuáticos y sobre la vida animal, en buena parte, a causa de las trazas de metales pesados que se acumulan en el filtro.

El Semillero en Gestión Sostenible de los Recursos Naturales del Programa de Administración Ambiental de La Universidad Piloto de Colombia, adscrito al Grupo de Investigación en Ambiente y Sostenibilidad Guias), realizó entre los años 2015 y 2019 varios proyectos de investigación para evaluar y cuantificar el impacto ambiental que tiene, sobre los cuerpos hídricos superficiales de la ciudad, el arrojo de las colillas de cigarrillo.

La primera etapa de estudio, el conteo, permitió determinar la cantidad anual de colillas de cigarrillo que son arrojadas a vías y andenes de las zonas de bares y discotecas en Bogotá D.C. Se trabajaron estas zonas en razón a que varias investigaciones han demostrado que existe una relación directa entre consumo de licor, el entretenimiento nocturno y el consumo de cigarrillo y que los jóvenes son los mayores consumidores y visitantes de las zonas de rumba. En una muestra representativa de estas zonas se realizaron conteos de las colillas arrojadas entre los días martes y sábado desde las 5 de la tarde hasta las 4 de la madrugada, con intervalos de 2 horas entre ellos y realizando 4 réplicas simultáneas en cada conteo.

El valor máximo de arrojo de colillas se sitúa entre las 9 p.m. y 10 p.m. de martes a viernes, y hacia las 11 p.m. los días sábado. El día de mayor generación de colillas es el día viernes, seguido por el día sábado, los cuales corresponden con las jornadas de mayor afluencia de clientes a este tipo de establecimientos. Se encontró que, al año, se arrojan en Bogotá D.C. casi 95 millones de colillas (16 toneladas) a vías y andenes de las zonas de bares y discotecas, lo cual representa entre 13 y el 19% de los cigarrillos que se consumen en la ciudad y constituye un preocupante impacto ambiental por la lixiviación de tóxicos, metales pesados y sustancias nocivas presentes en las colillas, sobre las fuentes hídricas de la ciudad.



Posteriormente, para la segunda etapa de investigación, la medición de potencial contaminante, se realizaron pruebas de humectación de las colillas y transferencia de los contaminantes al agua, lo que se denomina «lixiviación», analizando marcadores de contaminación fiscoquímica y metales pesados. Se encontró que, en 1 litro de agua, 100 colillas son capaces de aportar, al cabo de 1 hora, cerca de 6000 mg/L de carga contaminante medida como DQO (Demanda Química de Oxígeno) y aportar 300 ppb (partes por billón) de cadmio y 10 ppb de arsénico, los cuales son dos metales pesados altamente tóxicos para la vida y los ecosistemas. De esta manera, 100 colillas resultan 17 veces más contaminantes que las aguas residuales domésticas, sin considerar los nocivos metales pesados que suelen estar ausentes en las aguas de desecho que salen de las cañerías de las viviendas.

Estas colillas en vías y andenes son arrastradas por las lluvias, las cuales las humectan, liberando en el agua sustancias tóxicas y nocivas para los ecosistemas hídricos, hasta ser descargadas directa o indirectamente sobre ríos y humedales. Así, considerando el caso hipotético de la presencia de 100 colillas arrastradas por litro de agua lluvia en Bogotá, con una precipitación anual media de 920 mm, estas aportarían 52 toneladas de cadmio y casi 2 toneladas de arsénico al año, así como más de 1 millón de toneladas de contaminantes que roban oxígeno al agua, durante el mismo periodo de tiempo.

De otra parte, y como tercera fase de la investigación, la medición de su ecotoxicidad, se encontró que las colillas de cigarrillo son altamente venenosas para la vida acuática. Como planta indicadora de este efecto ecotóxico, se utilizó la cebolla (Allium cepa). Varios ejemplares fueron expuestos a agua contaminada con diferente número de colillas de cigarrillo. Los resultados muestran que 20 colillas en un litro de agua son capaces de generar una notable alteración en el crecimiento de las raíces a causa de daños en los cromosomas de las células; y que 100 colillas son capaces de retardar hasta en un 74% el crecimiento radicular de la planta, afectando seriamente se crecimiento.

“Estos preocupantes resultados de investigación merecen ser considerados en la toma de decisiones y en formulación de políticas por parte de entidades gubernamentales, ONG y organizaciones privadas relacionadas con el ambiente, la salud pública y la cultura ciudadana”, señalan los autores de la investigación.