La contaminación del aire es una problemática persistente en Colombia y en el mundo, pero es claro que Bogotá se encuentra al límite en cuanto a la calidad. Bajo esta premisa, Mario García Peña, rector de la Universidad de América, compartió su concepto al respecto con EL NUEVO SIGLO.
Posada García inició su análisis explicando que los factores que inciden en la actual crisis ambiental de la ciudad corresponden a los incendios forestales que desde enero a la fecha se han registrado y concentrado, en total 330 en cinco departamentos del país, afectando cerca de 16.821 hectáreas según informó la Unidad de Nacional para la Gestión de Riesgo de Desastres.
De igual manera, el segundo factor está relacionado con las condiciones meteorológicas de poca lluvia que ocurren en estas zonas de incendios y que ocasionan una cantidad considerable de partículas contaminantes que son arrastradas por las corrientes de aire que luego llegan a las ciudades para juntarse con las producidas por el transporte y la industria.
“Teniendo esto en cuenta, hace un par de semanas la Alcaldía Mayor de Bogotá junto con la Secretaría de Ambiente declararon Alerta Ambiental Fase I en la ciudad debido a la condición y mala calidad del aire. Así mismo, de acuerdo con diversos análisis realizados por la Fundación Para la Conservación y el Desarrollo Sostenible - FCDS, el motivo principal por el que las autoridades llegaron a dictar estas medidas de cuidado a la ciudadanía, tiene que ver con la contaminación atmosférica que ha venido incrementando debido al material particulado o polvo y a los incendios forestales presentados en la Amazonia y la Orinoquía colombiana”, contextualizó.
¿Qué hacer desde las universidades?
Las Instituciones de Educación Superior (IES) han venido implementando diversas iniciativas para mitigar el impacto en la ciudad por cuenta de las recientes crisis ambientales que se han presentado.
En este sentido, el rector Posada señaló que es primordial que las universidades den ejemplo desde el interior de la institución hacia la ciudadanía.
“Las universidades, por ejemplo, desempeñamos un papel fundamental para el éxito de estas políticas y proyectos de mitigación del cambio climático y la contaminación en la ciudad, esta es una de sus labores sociales y contribución con la sociedad: el apoyar la formación de ciudadanos con la capacidad de realizar análisis críticos y preparados para cambiar y aportar soluciones de cara a los retos presentes”, sostuvo.
Agregó que desde las universidades es primordial dar el ejemplo desde adentro, teniendo en cuenta los desafíos ambientales que enfrentamos actualmente.
“La Universidad de América, a partir de su compromiso con la sostenibilidad y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible - ODS cuenta con su renovado EcoCampus de los Cerros que tiene como eje central la conservación de los recursos naturales y la apreciación de la biodiversidad; no solo se destaca por la realización de proyectos que buscan impactar favorablemente el medio ambiente, permitiendo la apreciación de la biodiversidad y de la riqueza natural, sino también la construcción de espacios ecológicos en la ciudad reduciendo el impacto de la contaminación en la ciudad”, enfatizó.
Afectación a la salud
El rector de la Universidad América señaló que Bogotá alberga a más de 8 millones de habitantes aproximadamente y se caracteriza por tener una gran industria, por lo tanto, hay miles de carros rodando por las calles que, para su funcionamiento necesitan de combustibles fósiles que cada día deterioran más y más la calidad del aire que respiran las personas.
Tanto así que, de acuerdo con cifras del Inventario de Emisiones Contaminantes Locales del 2020 elaborado por la Secretaría de Ambiente, las fuentes fijas de contaminación en la ciudad son las industriales y comerciales contribuyendo al 3% de las emisiones de materia particulada 2.5 (PM2.5) mientras que las fuentes móviles en carretera aportan el 23%; así pues, el 74% de las emisiones de PM2.5 restante son causadas por material suspendido, maquinaria amarilla y fuentes forestales.
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“Todos estos factores afectan la salud de los bogotanos, sobre todo de aquellos vulnerables como los niños y adultos mayores, y en consecuencia desarrollan enfermedades respiratorias y cardiovasculares convirtiéndose en unas de las principales causas de muertes en la ciudad. Ante tal panorama en los últimos días, la Alcaldía determinó una serie de medidas preventivas como no realizar actividad física en horas de la mañana o usar tapabocas en el transporte público”, sostuvo el Rector.
Concluyó enfatizando en que Bogotá se encuentra en un momento crucial por la contaminación y para reducir el impacto negativo que esta ocasiona, es necesario darles prioridad a las políticas para mejorar la calidad del aire; además, es fundamental contar con la voluntad de la ciudadanía, de las universidades y de las grandes industrias del sector público y privado.
Calidad del aire
En el reporte más reciente referente a la calidad del aire, se evidencia que los niveles de concentración de material particulado en la ciudad han presentado una reducción en comparación con las que se registraron el jueves y viernes de la semana pasada.
El Índice Bogotano de Calidad del Aire y Riesgo en Salud (Iboca) registra condiciones regulares en dos estaciones (Kennedy y Carvajal - Sevillana), mientras que el resto está en moderada.
“Seguiremos monitoreando la calidad del aire constantemente y revisamos cómo es el comportamiento de los factores internos y externos que inciden en ella. Estaremos atentos a los puntos calientes que se reportan en varias regiones”, indicó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
La Secretaría de Ambiente mantiene la alerta preventiva de calidad del aire para la zona suroccidental, el principal factor es la llegada de material particulado a la ciudad producto de las emisiones de los incendios en las regiones.