Una pareja de hombres armados ingresó a las instalaciones de El Heraldo, el diario de mayor circulación en el Caribe y le exigieron a periodistas publicar un mensaje de un cabecilla mafioso, denunció una ONG que vela por la libre expresión, este martes.
Los "miembros de un grupo armado" llegaron a las instalaciones del periódico en Barranquilla, y "dijeron que tenían un mensaje de Digno Palomino, su líder, quien supuestamente se quiere sumar a las negociaciones de la paz total", con las que el gobierno busca desmantelar guerrillas y carteles del narcotráfico, relató en un comunicado la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP).
Palomino, señalado por la fiscalía de pertenecer a una banda de narcotraficantes y extorsionistas conocida como "Los Costeños", fue capturado en Venezuela en 2019 y entregado a Colombia en septiembre del año pasado. Desde entonces, se encuentra detenido en su domicilio en Barranquilla.
Eran seis pistoleros, "dos de ellos ingresaron y exigieron hablar con la directora del medio, Erika Fontalvo. Tres periodistas tuvieron que salir a dialogar" con los emisarios que "solicitaron publicar una entrevista que el mismo grupo armado realizó", indicó la Fundación.
El Heraldo, que no ha publicado el mensaje de Palomino, recibió la semana pasada una llamada de un desconocido que exigía al medio entrevistar a alias "El Castor", jefe de “Los Costeños”, según la FLIP. El diario no se ha referido a estos incidentes.
- Le puede interesar: Inpec traslada al ‘Negro Ober’ a cárcel de alta seguridad en Caldas
En el marco de su política de Paz, el presidente izquierdista Gustavo Petro plantea algunos beneficios para los narcotraficantes que abandonen el negocio y se sometan a la justicia, entre ellos penas de máximo ocho años de reclusión y conservar el 6 % de sus fortunas.
La iniciativa, que también exime de la extradición a los narcos que se sometan, deberá ser aprobada por el Congreso.
Según, Reporteros Sin Fronteras, Colombia es el tercer país más peligroso para los periodistas en América Latina, detrás de México y Brasil. La FLIP registró 200 amenazas contra comunicadores en el país en 2022 y dos reporteros asesinados.