¿Llegará una mujer al mando de Otan? | El Nuevo Siglo
Domingo, 16 de Abril de 2023
Redacción internacional con Europa Press

POR AHORA son pocas, con baja probabilidad de que alguna logre, pero no se descarta. El abanico de posibles sucesores de Jens Stoltenberg al mando de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Otan, ya contempla cinco nombres de mujeres y con apoyo creciente entre los países miembro.

Todas con expertise político y perfiles asertivos son consideradas seriamente por los representantes de las hoy 31 naciones que integran la Otan, tras el reciente ingreso de Finlandia, con la que inclusive realizaron ejercicios militares el fin de semana.

Aunque el favoritismo lo tiene desde meses atrás la primera ministra estonia, Kaja Kallas, han ganado apoyos la también premier danesa, Mette Frederiksen, la de Lituania, Ingrida Simonyte, la viceprimera ministra de Canadá, Chrystia Freeland y la exalto Representante de la UE, la italiana Federica Mogherini.

Kallas es la primera mujer en ocupar la jefatura de gobierno de Estonia y podría sumar a su record ser también la primera en dirigir la Alianza Trasatlántica.  De centro derecha, tiene 45 años, su partido Reformista acaba de imponerse holgadamente en las legislativas lo que le posibilita un segundo periodo con las riendas del país báltico, las que lleva desde enero del 2021.

Desde la presidencia de su país se ha mostrado partidaria de medidas más duras contra Rusia por la invasión a Ucrania, lo que si bien es la línea de la mayoría europea, ha generado reservas en algunos países miembro, al igual que su pedido de aumentar los recursos para el gasto en defensa de la Otan, (un mínimo del 2% del PIB de cada país) por la actual guerra sobre la que sostuvo “Rusia se ha preparado para una larga confrontación y nosotros en esta Alianza debemos hacer lo mismo”.

Mette Frederiksen, tiene también 45 años, es socialdemócrata y fue electa para dirigir el gobierno danés en 2019, repitiendo hace un mes, pero marcando una nueva diferencia: en alianza con los conservadores. Desde que esta al ando dio un giro histórico: promovió y logró que sus ciudadanos aprobaran con amplia mayoría (67%) poner fin a un mecanismo que eximia al país de contribuir a la defensa europea.

“Cuando el totalitarismo está en nuestras puertas no podemos permanecer neutrales”, dijo esta líder, una también férrea defensora de la alianza atlántica.

Otro de los nombres en el abanico es el de Chrystia Freeland (54 años) actual viceprimera ministra canadiense. Descendiente de ucranianos se convirtió en impulsora de la diligencia y la determinación con que el gobierno Trudeau viene adoptando sanciones contra Rusia por la guerra.

Completa la baraja con chance de convertirse en ‘comandante jefe supremo’ de la alianza trasatlántica la socialdemócrata italiana, Federica Mogherini, de 49 años. Es una convencida de que "una defensa europea más fuerte es relevante, más que relevante, es fundamental para la Otan” y, por eso, cuando fungió como alta representante de la Unión Europea concentró sus esfuerzos en ello.

Todas ellas tienen un claro concepto sobre la defensa europea, la condena a Rusia por invadir a su vecina Ucrania y los retos que tiene la organización atlantista. Pero deberán competir, en esta carrera que avanza lentamente, con otros nombres y hombres fuertes de la política en el Viejo Continente.

Las negociaciones entre aliados están en marcha con la vista puesta en encontrar el nombre adecuado para suceder al exprimer ministro escandinavo con la meta de la cumbre de líderes que se celebra en Lituania el próximo julio, explican varias fuentes aliadas consultadas por Europa Press, que apuntan que el nuevo jefe político de la Otan asuma el cargo el 1 de octubre.

La elección del secretario general de esta Organización es un proceso informal de consultas diplomáticas entre aliados a nivel de embajadores, quienes en última instancia consensuan un nombre para un mandato de cuatro años que puede prorrogarse.

Si meses atrás se barajaba que Stoltenberg siguiera unos meses más, hasta abril de 2024, cuando la Alianza Atlántica celebrará su 75º aniversario con una cumbre de líderes en Estados Unidos, pero dicho escenario se diluyó rápidamente ante la negativa del funcionario de una nueva prórroga a su mandato (está en funciones desde 2019).

“El mandato del secretario general, Jens Stoltenberg, se ha prorrogado tres veces y ha prestado servicio durante un total de casi nueve años", declaró la portavoz de la Otan, Oana Lungescu, el mes pasado al reiterarla decisión del político noruego.

El exprimer ministro noruego, de 63 años, asumió el cargo el 1 de octubre de 2014 y ha estado a la cabeza de la Alianza durante varias crisis internacionales, como la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero.

En marzo de 2022, los dirigentes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte decidieron prorrogar el mandato de Stoltenberg hasta el 30 de septiembre de 2023. Y luego lo hicieron por un año más.

En un contexto marcado por la guerra de Ucrania, que ha ensalzado el papel de la Otan con la entrada de Finlandia, la adhesión en marcha de Suecia y el mayor nivel de coordinación entre Estados Unidos y Europa en años, varios aliados enfatizan la necesidad de contar con un político con perfil fuerte frente a Rusia y que sea un convencido del vínculo entre Europa y Estados Unidos.

Y aunque la Alianza Atlántica se ha propuesto que una mujer pueda dirigir por primera vez en la historia la organización, el hecho de que los aliados apuesten por un primer ministro o presidente limita mucho las opciones de un liderazgo femenino.

En cuanto a los hombres, se sabe que aunque España no cuenta con un candidato, pese a la buena imagen internacional que tiene el jefe de Gobierno, Pedro Sánchez, ese nombre ha estado presente en las quinielas durante meses, según explican las fuentes consultadas.

El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, es uno de los líderes europeos en activo al que más se le vincula con el puesto, a la postre Países Bajos ha aportado tres secretarios generales a la organización militar. Mientras que la opción del presidente rumano, Klaus Iohannis, emergía con fuerza como primer secretario general de la Otan de Europa del Este, más concretamente de un país de pasado comunista, pero la reciente renovación del vicesecretario general, el también rumano Mircea Geoana, hasta octubre de 2024 echa por tierra las opciones de Iohannis.

La elección del próximo dirigente será visto cómo un símbolo del futuro rumbo de la OTAN.

El secretario general siempre ha sido un europeo. Los últimos cuatro líderes fueron un británico, un neerlandés, un danés y un noruego (Stoltenberg).

En febrero de 2022, Stoltenberg fue nombrado para tomar las riendas del Banco Central de Noruega, aunque al final renunció al puesto.

En ese momento, las especulaciones se centraron en la posibilidad de que una mujer le sucediera. Desde su fundación en 1949, la Alianza siempre ha sido dirigida por hombres europeos.

Desde entonces, los intereses estratégicos se desplazaron a su flanco oriental, con países en primera línea frente a Rusia.

Tanto Polonia (adhesión en 1999) como los Estados bálticos (adhesión en 2004) consideran ahora que sus advertencias sobre Moscú han dado sus frutos y han liderado los llamamientos a apoyar y enviar armas a Ucrania para que enfrente a Moscú.

En ese contexto, la primera ministra de estonia Kallas e inclusive su par de Lituania, Ingrida Simonyte, comienzan a su mar apoyos.

Pero algunos consideran que nombrar a alguien de los países bálticos podría ser visto como una provocación hacia Rusia, y, por ende, abrir la vía a un conflicto directo con Moscú.

El manejo de la Alianza en la avizorada larga guerra en Europa, el probable ingreso de Ucrania a la Organización y asegurar una mayor financiación, ya que como ha señalado Stoltenberg, se debe “hacer más”, serán los retos inmediatos de quien llegue a presidirla. /