Nueva obra de casación penal | El Nuevo Siglo
Domingo, 18 de Abril de 2021

Hace 26 años conocí en la Universidad Complutense de Madrid al doctor Hernando Barreto Ardila y, transcurridos otros 26 años, gozo de su amistad y lo admiro por su disciplina académica y pedagógica, que lo ha llevado a producir un nuevo libro, que se suma a su amplia producción bibliográfica en materia del derecho penal, como profesor por treinta años en la Universidad Externado de Colombia.

Esta obra a la cual me quiero referir y que es producto de su trabajo docente y de la práctica como magistrado auxiliar de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia desde 1999, se titula “La demanda de casación en materia penal”, que para muchos de nosotros, como abogados, puede llegar a ser un campo esotérico, pero, que para Barreto Ardila, no debe constituir un esfuerzo sobrehumano o corresponder a un agudo conocimiento de derecho penal, pues basta con tener seriedad en los señalamientos y demostración de los errores trascendentales en la aplicación de la ley, la apreciación de las pruebas, así como demostrar ante la Corte ponderación, cuidado, atención, concreción y claridad al exponer las razones por las cuales el accionante disiente de la decisión impugnada.

Cabe advertir que la casación, en sí misma, es un recurso extraordinario y que, no por el hecho de ser un experto puede prosperar el cargo de impugnación, tanto así, que el autor nos explica que, de 10 libelos, podría pensarse que sólo uno tiene éxito y, que de ser contraria la cifra, eso llevaría es a una presunción de desacierto e ilegalidad de las sentencias de los tribunales.

Todos los capítulos que incluye el autor son importantes, pero voy a referirme al séptimo, donde están las recomendaciones para redactar la demanda de casación, algo que las personas no tienen en cuenta, pues son ese manual de instrucciones que es lo primero que botamos cuando abrimos una caja de un equipo electrónico y pensamos que sabemos cómo opera. Allí aparece la forma como debe identificarse la persona y la condición que ostenta, así como la presentación formal de la demanda en computador (que parecería obvio, pero aún llegan a mano o en máquina de escribir); que sea en papel bond tamaño oficio; letra 14; interlineado 1,5; no formular muchos cargos contra la decisión a casar; evitar párrafos extensos, así como la transcripción innecesaria de jurisprudencia de casación o sentencias de tutela y exequibilidad de la Corte Constitucional, ya que muchos abogados abusan de esos insumos y, lo que no se quiere es ofrecer ampulosas argumentaciones alrededor de un tema recurrente.

También, Barreto nos incluye un listado de lo imprescindible en la demanda, junto con las recomendaciones estructurales sobre formulación de cargos, tanto en la violación directa como indirecta de las normas.

Seguramente, algunos estudiosos querrán tener contacto con el magistrado Barreto, quien ha autorizado incluir aquí su correo electrónico hernandobarretoa@gmail.com en el cual podrán despejar directamente algunas dudas que, por mi desempeño en otras áreas del derecho no podría precisar en este texto, que, para mí, ha sido una excelente clase.